Los rumores están marcando la agenda política y el proceso sucesorio del PRI. Las redes sociales —únicos medios no regulados por la ley en la materia— son el escenario idóneo para la confrontación, el enfrentamiento y los rumores, contaminando a la clase política, a los funcionarios y al naciente proceso electoral 2012.
Una de las aspirantes, Georgina Trujillo Zentella, tuvo que convocar de última hora a su estructura estatal para informarles y precisarles que “no hay hasta este momento nada resuelto en el PRI respecto al candidato al Gobierno, todo lo que se diga o se difunda en redes sociales, son únicamente rumores, chismes…”.
El viernes pasado se difundió la especie de que Humberto Mayans Canabal había recibido la anuencia del CEN del PRI, específicamente del dirigente nacional Humberto Moreira Valdés; su salida en un vuelo comercial por la mañana a la Ciudad de México y su retorno en vuelo oficial ese mismo día pasada las dos de la tarde procedente de Toluca, en el Lear Jet 45 acompañado del gobernador Andrés Granier, aumentó las especulaciones. Eso fue una realidad y no un rumor.
Ahora bien, conociendo los tiempos de traslado en la Ciudad de México y su permanencia de aproximadamente cuatro horas en esa urbe y el traslado a la tierra de Enrique Peña para llegar al aeropuerto de esa ciudad, y partiendo entonces de esta otra realidad, ¿a qué hora se suscitó el encuentro?
A pesar de todo, nadie salvo el propio Mayans Canabal sabe bien a bien lo que ocurrió.
Lo cierto es que aún faltan días aciagos para que exista una resolución al respecto.
La realidad también es que un reducido grupo de no más de veinte personas siguen obsesionados con una opción, pero otro de igual tamaño ríen ante las piezas que para ellos empiezan a asomar una figura y un rostro, lo que les provoca una advertencia: “lo estamos esperando…”.
Y el resto, aguardando cualquier mínima equivocación para consumar sus planes inmediatos, sea en su partido, o en otro distinto.
No es para nada fácil la decisión que habrá de tomarse, sin esperar una reacción difícil, peligrosa y que suponga una amenaza para la continuidad histórica del PRI en Tabasco.
Todos cuentan…
El mensajero de la salud
Rocío Carrada Figueroa, directora del Museo Interactivo Papagayo, se anotó un éxito con la presentación del Mensajero de la Salud, una embarcación que sirvió de hospital fluvial que llevó atención a miles de familias en una época en la que Tabasco vivió aislado del resto del país. Aquel emblemático símbolo del progreso y la salud ahora puede apreciarse en éste.
En un principio, el barco —la primera embarcación fluvial del país— estuvo dedicado a transportar plátano pero fue donado al Gobierno del Estado, el Presidente Adolfo López Mateos lo adaptó en 1960 como barco-hospital y lo equipó con personal.
Cada recorrido duraba hasta seis meses, lapso en que los doctores y las enfermeras se instalaban en poblados y rancherías impartiendo consulta dental y acciones de vacunación, análisis clínicos, radiografías y desparasitación, y trasladaban a las personas graves a Villahermosa. En 1964 dejó de prestar este servicio.
Bien por esta acción que permite rescatar una parte de la historia de Tabasco, que nos dio identidad y recuerda el valor de acciones que fueron trascendentes en el pasado para la población.
El viernes pasado se difundió la especie de que Humberto Mayans Canabal había recibido la anuencia del CEN del PRI, específicamente del dirigente nacional Humberto Moreira Valdés; su salida en un vuelo comercial por la mañana a la Ciudad de México y su retorno en vuelo oficial ese mismo día pasada las dos de la tarde procedente de Toluca, en el Lear Jet 45 acompañado del gobernador Andrés Granier, aumentó las especulaciones. Eso fue una realidad y no un rumor.
Ahora bien, conociendo los tiempos de traslado en la Ciudad de México y su permanencia de aproximadamente cuatro horas en esa urbe y el traslado a la tierra de Enrique Peña para llegar al aeropuerto de esa ciudad, y partiendo entonces de esta otra realidad, ¿a qué hora se suscitó el encuentro?
A pesar de todo, nadie salvo el propio Mayans Canabal sabe bien a bien lo que ocurrió.
Lo cierto es que aún faltan días aciagos para que exista una resolución al respecto.
La realidad también es que un reducido grupo de no más de veinte personas siguen obsesionados con una opción, pero otro de igual tamaño ríen ante las piezas que para ellos empiezan a asomar una figura y un rostro, lo que les provoca una advertencia: “lo estamos esperando…”.
Y el resto, aguardando cualquier mínima equivocación para consumar sus planes inmediatos, sea en su partido, o en otro distinto.
No es para nada fácil la decisión que habrá de tomarse, sin esperar una reacción difícil, peligrosa y que suponga una amenaza para la continuidad histórica del PRI en Tabasco.
Todos cuentan…
El mensajero de la salud
Rocío Carrada Figueroa, directora del Museo Interactivo Papagayo, se anotó un éxito con la presentación del Mensajero de la Salud, una embarcación que sirvió de hospital fluvial que llevó atención a miles de familias en una época en la que Tabasco vivió aislado del resto del país. Aquel emblemático símbolo del progreso y la salud ahora puede apreciarse en éste.
En un principio, el barco —la primera embarcación fluvial del país— estuvo dedicado a transportar plátano pero fue donado al Gobierno del Estado, el Presidente Adolfo López Mateos lo adaptó en 1960 como barco-hospital y lo equipó con personal.
Cada recorrido duraba hasta seis meses, lapso en que los doctores y las enfermeras se instalaban en poblados y rancherías impartiendo consulta dental y acciones de vacunación, análisis clínicos, radiografías y desparasitación, y trasladaban a las personas graves a Villahermosa. En 1964 dejó de prestar este servicio.
Bien por esta acción que permite rescatar una parte de la historia de Tabasco, que nos dio identidad y recuerda el valor de acciones que fueron trascendentes en el pasado para la población.
No hay comentarios:
Publicar un comentario