Si usted se cruza con los aspirantes panistas, se encontrará con algunas diferencias. Una de ellas es la seguridad. Santiago Creel trae un modesto sistema de protección.
Josefina Vázquez Mota dispone de un equipo más grueso, amén de muchos colaboradores encargados de llevarle sus cosas personales, elaborarle documentos y presentarle proyectos mediáticos.
Va antecedida por grupos encargados de preparar sus visitas, hablar con líderes locales, contratar escenarios, realizar invitaciones y movilizar gente para arroparla y hacerla sentir cerca del triunfo.
Pero si usted ve una nube de vehículos blindados, muchos agentes con pelo corto y aspecto de inconfundibles elementos del Estado Mayor Presidencial, seguro en el corazón de ese nutrido aparato va Ernesto Cordero.
Sí, el delfín de Los Pinos ha recibido una monstruosa inyección de guardaespaldas casi comparable al del presidente Felipe Calderón, su mentor.
Con esto le quiero decir lo obvio: desde las alturas han decidido garantizar su vida como si ya fuera presidente electo.
¿Quiere un dato adicional?
Lo ven como el seguro sucesor en Los Pinos porque hay la decisión absoluta de sentarlo en la silla presidencial.
MI QUERIDA HERMANA
Otra persona detenta un cerrojo similar fuera de la estructura oficial.
Es Luisa María Calderón Hinojosa.
Una de las grandes dudas era cómo realizaría su campaña por el gobierno de Michoacán en un estado tan inseguro y con tanto agraviados.
Porque están molestos el crimen organizado, y la población porque vieron multiplicarse la violencia y se sintieron indefensos desde diciembre de 2006, cuando Felipe Calderón Hinojosa lanzó a calles y carreteras al Ejército Mexicano.
Impresiona en torno suyo la cantidad de militares y miembros de la PGR y de la Policía Federal.
Hablamos de elementos humanos, pero eso conlleva mucho más: patrullas oficiales y sin identificación y hasta vehículos artillados de la milicia.
Eso es de siempre, desde el comienzo del sexenio, mientras los candidatos de enfrente, el priista Fausto Vallejo y el perredista Silvano Aureoles, debieron contratar personal por su cuenta y negociar apoyo con Leonel Godoy.
—Protocolo de seguridad —le llamó el gobernador.
He pedido a varios periodistas un cálculo sobre ese personal: son al menos 60 guardias permanentemente en torno a ella, pero en las avanzadas andan cientos o tal vez miles.
Con razón envió su mensaje a Godoy cuando se abordó el tema:
—Yo no necesito protección.
Va antecedida por grupos encargados de preparar sus visitas, hablar con líderes locales, contratar escenarios, realizar invitaciones y movilizar gente para arroparla y hacerla sentir cerca del triunfo.
Pero si usted ve una nube de vehículos blindados, muchos agentes con pelo corto y aspecto de inconfundibles elementos del Estado Mayor Presidencial, seguro en el corazón de ese nutrido aparato va Ernesto Cordero.
Sí, el delfín de Los Pinos ha recibido una monstruosa inyección de guardaespaldas casi comparable al del presidente Felipe Calderón, su mentor.
Con esto le quiero decir lo obvio: desde las alturas han decidido garantizar su vida como si ya fuera presidente electo.
¿Quiere un dato adicional?
Lo ven como el seguro sucesor en Los Pinos porque hay la decisión absoluta de sentarlo en la silla presidencial.
MI QUERIDA HERMANA
Otra persona detenta un cerrojo similar fuera de la estructura oficial.
Es Luisa María Calderón Hinojosa.
Una de las grandes dudas era cómo realizaría su campaña por el gobierno de Michoacán en un estado tan inseguro y con tanto agraviados.
Porque están molestos el crimen organizado, y la población porque vieron multiplicarse la violencia y se sintieron indefensos desde diciembre de 2006, cuando Felipe Calderón Hinojosa lanzó a calles y carreteras al Ejército Mexicano.
Impresiona en torno suyo la cantidad de militares y miembros de la PGR y de la Policía Federal.
Hablamos de elementos humanos, pero eso conlleva mucho más: patrullas oficiales y sin identificación y hasta vehículos artillados de la milicia.
Eso es de siempre, desde el comienzo del sexenio, mientras los candidatos de enfrente, el priista Fausto Vallejo y el perredista Silvano Aureoles, debieron contratar personal por su cuenta y negociar apoyo con Leonel Godoy.
—Protocolo de seguridad —le llamó el gobernador.
He pedido a varios periodistas un cálculo sobre ese personal: son al menos 60 guardias permanentemente en torno a ella, pero en las avanzadas andan cientos o tal vez miles.
Con razón envió su mensaje a Godoy cuando se abordó el tema:
—Yo no necesito protección.
VAN SOBRE JOSEFINA
Pero el tema eran los aspirantes presidenciales del PAN.
Otra diferencia es la propuesta.
¿Sabe usted cuál es el programa de Ernesto Cordero?
¿Le ha escuchado algo adicional a las críticas al PRI y a su dirigente Humberto Moreira?
Yo no.
¿Y Josefina Vázquez Mota?
El otro día una colaboradora suya me hablaba maravillas de ella.
—Es mujer y representa una esperanza para el sector femenino en un país machista. Tiene muchas posibilidades de ganar —me dijo.
No pongo en duda sus palabras pero, ¿y el proyecto para el país?
En ese sentido les lleva mucha ventaja Santiago Creel.
Podrá encantar o desencantar sus ideas, pero para cada tema tiene una respuesta y una acción.
—Necesitamos una DEA mexicana, acabar con el SNTE, nada con Elba Esther Gordillo…
Y por ahí se va.
Con estos elementos, le doy la nota:
El plan de Los Pinos para Cordero es comenzar a devastar a Vázquez Mota a partir de diciembre.
Porque a Creel ya lo traen en jaque.
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