El pasado 9 de octubre el Consejo Político Estatal aprobó el acuerdo que el Consejo Nacional había tomado en torno a los métodos para elegir candidatos a Presidente, senadores y diputados federales.
En esa sesión extraordinaria del CPE aprovechamos la concurrencia de una gran mayoría de consejeros estatales para refrendar el mensaje de unidad que hemos venido haciendo en todos los foros en los que hemos participado.
Fue un llamado a encontrar nuestras coincidencias y dejar a un lado lo que pudiera desviarnos de la meta común. No fue un mensaje con dedicatorias y consignas hacia nadie, fue un llamado a cerrar filas cada vez más de una manera efectiva y real.
Esto es parte de lo que señalamos:
Hemos escuchado recientemente que muchos actores políticos de nuestro partido han expresado públicamente la reflexión, muy acertada, de que la unidad es condición indispensable para obtener los triunfos deseados.
Es un razonamiento que todos compartimos y por lo mismo, todos, sin excepción, debemos compartir de igual manera el compromiso de fomentar esa unidad.
La unidad no está sólo en la dirigencia, la unidad no está sólo en quienes tienen responsabilidades en la estructura del partido, la unidad no está sólo en aquellos que ostentan liderazgos, la unidad está en todos y cada uno de nosotros y es obligación de todos construirla, mantenerla y defenderla.
No se vale estructurar mensajes y llamados a la unidad cuando por debajo de la mesa nos estamos agrediendo y con ello socavando la imagen y la credibilidad del partido. No exijamos al partido que convoque a la unidad si con nuestras actitudes estamos resquebrajando irremediablemente dicha unidad.
Todos debemos trabajar más allá del límite de nuestras fuerzas en favor de los intereses de partido, así lo está haciendo la dirigencia y así se lo exigimos a todos los militantes.
Quien no lo haga así estará consciente o inconscientemente favoreciendo a nuestros adversarios. Estará haciendo labor en contra del partido al que dice pertenecer y con el cual debería de identificarse.
Hace más daño aquel que desde adentro se escuda en una falsa actitud crítica, sin aportar ideas, trabajo o propuestas, que quienes abiertamente abandonan las filas de tricolor en busca de espacios en otros colores.
Aquí oímos y aceptamos las críticas cuando éstas se hacen con el fin de construir y de proponer, pero cuando sólo se busca afectar al partido y dañar su imagen se está atentando en contra de la institución que nos ha brindado la oportunidad de desarrollarnos profesional y políticamente.
No caigamos en actitudes fallidas, no demos mensajes erróneos ni enviemos a los emisarios equivocados a fijar una posición, el PRI hoy más que nunca necesita de la experiencia y la participación de todos, requiere que quienes se identifican con algún grupo o corriente se sumen al propósito fundamental de fortalecer al partido para conseguir nuestras metas.
Llámense como se llamen los candidatos, todos, sin excepción debemos trabajar para que todos ganen. Quienes crean que con un gobierno de oposición habrá oportunidad de negociación o de dialogo para los priistas se equivocan.
Los priistas sabemos pactar, sabemos hacer política, sabemos negociar y encontrar el mejor camino para seguir sirviéndole a nuestros militantes y a la sociedad en general.
No perdamos esa vocación por tratar de imponer un proyecto personal, construyamos entre todos la unidad que tanto buscamos, fortalezcamos al partido que nos ha dado tantas oportunidades de desarrollo.
No busquemos llegar al poder a costa de lo que sea, porque no lo vamos a lograr. No tratemos de imponer nuestros proyectos personales avasallando a los demás y lacerando la credibilidad del partido, estamos a tiempo de seguir trabajando en la construcción de acuerdos que nos convengan a todos.
Hay por parte de la dirigencia estatal la mano extendida y la puerta abierta para trabajar junto a todos los priistas, nosotros no vamos a hacer jamás algo que vulnere al partido y a sus estructuras. Nuestra labor ha sido y será mientras estemos en el cargo, la de construir las condiciones necesarias para que el PRI siga siendo un partido fuerte, el más fuerte.
Ese es nuestro objetivo y ese será seguramente nuestro resultado, pero para lograrlo necesitamos irremediablemente de todos.
Reflexionemos si estamos dispuestos a darlo todo por nuestro partido y si la respuesta es positiva, vayamos pues a darlo todo por el PRI.
Fue un llamado a encontrar nuestras coincidencias y dejar a un lado lo que pudiera desviarnos de la meta común. No fue un mensaje con dedicatorias y consignas hacia nadie, fue un llamado a cerrar filas cada vez más de una manera efectiva y real.
Esto es parte de lo que señalamos:
Hemos escuchado recientemente que muchos actores políticos de nuestro partido han expresado públicamente la reflexión, muy acertada, de que la unidad es condición indispensable para obtener los triunfos deseados.
Es un razonamiento que todos compartimos y por lo mismo, todos, sin excepción, debemos compartir de igual manera el compromiso de fomentar esa unidad.
La unidad no está sólo en la dirigencia, la unidad no está sólo en quienes tienen responsabilidades en la estructura del partido, la unidad no está sólo en aquellos que ostentan liderazgos, la unidad está en todos y cada uno de nosotros y es obligación de todos construirla, mantenerla y defenderla.
No se vale estructurar mensajes y llamados a la unidad cuando por debajo de la mesa nos estamos agrediendo y con ello socavando la imagen y la credibilidad del partido. No exijamos al partido que convoque a la unidad si con nuestras actitudes estamos resquebrajando irremediablemente dicha unidad.
Todos debemos trabajar más allá del límite de nuestras fuerzas en favor de los intereses de partido, así lo está haciendo la dirigencia y así se lo exigimos a todos los militantes.
Quien no lo haga así estará consciente o inconscientemente favoreciendo a nuestros adversarios. Estará haciendo labor en contra del partido al que dice pertenecer y con el cual debería de identificarse.
Hace más daño aquel que desde adentro se escuda en una falsa actitud crítica, sin aportar ideas, trabajo o propuestas, que quienes abiertamente abandonan las filas de tricolor en busca de espacios en otros colores.
Aquí oímos y aceptamos las críticas cuando éstas se hacen con el fin de construir y de proponer, pero cuando sólo se busca afectar al partido y dañar su imagen se está atentando en contra de la institución que nos ha brindado la oportunidad de desarrollarnos profesional y políticamente.
No caigamos en actitudes fallidas, no demos mensajes erróneos ni enviemos a los emisarios equivocados a fijar una posición, el PRI hoy más que nunca necesita de la experiencia y la participación de todos, requiere que quienes se identifican con algún grupo o corriente se sumen al propósito fundamental de fortalecer al partido para conseguir nuestras metas.
Llámense como se llamen los candidatos, todos, sin excepción debemos trabajar para que todos ganen. Quienes crean que con un gobierno de oposición habrá oportunidad de negociación o de dialogo para los priistas se equivocan.
Los priistas sabemos pactar, sabemos hacer política, sabemos negociar y encontrar el mejor camino para seguir sirviéndole a nuestros militantes y a la sociedad en general.
No perdamos esa vocación por tratar de imponer un proyecto personal, construyamos entre todos la unidad que tanto buscamos, fortalezcamos al partido que nos ha dado tantas oportunidades de desarrollo.
No busquemos llegar al poder a costa de lo que sea, porque no lo vamos a lograr. No tratemos de imponer nuestros proyectos personales avasallando a los demás y lacerando la credibilidad del partido, estamos a tiempo de seguir trabajando en la construcción de acuerdos que nos convengan a todos.
Hay por parte de la dirigencia estatal la mano extendida y la puerta abierta para trabajar junto a todos los priistas, nosotros no vamos a hacer jamás algo que vulnere al partido y a sus estructuras. Nuestra labor ha sido y será mientras estemos en el cargo, la de construir las condiciones necesarias para que el PRI siga siendo un partido fuerte, el más fuerte.
Ese es nuestro objetivo y ese será seguramente nuestro resultado, pero para lograrlo necesitamos irremediablemente de todos.
Reflexionemos si estamos dispuestos a darlo todo por nuestro partido y si la respuesta es positiva, vayamos pues a darlo todo por el PRI.
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