“Soy implacable con perredistas y priistas cuando hay elementos probatorios de corrupción, pero no se la perdono a ningún panista”, afirma el ex legislador y aspirante a la gubernatura
Gerardo Priego Tapia es un aspirante a la gubernatura —por el PAN, tiene el mejor posicionamiento— fuera de serie. Sus ideas para combatir la corrupción en la administración pública y para evitar que llegue a ella gente deshonesta parecieran descabelladas, como el someter a todos los aspirantes a cualquier cargo de elección popular, desde el que quiere ser diputado hasta el que busca ser gobernador, a un ‘examen de control de confianza’, similar al que se aplica a los policías.
Pero lo justifica:
“Si vemos a algunos de los aspirantes, muchos o casi todos dejan mucho que desear, y aun cuando se hable de una buena trayectoria no podemos poner en manos de un mentiroso el gobierno, como ya nos ha pasado muchas veces, o de un loco, ni tampoco de un enriquecido ilícitamente que también nos ha pasado muchas veces en Tabasco”.
—¿Cómo combatir la corrupción, si la hay en el PRI, PRD y en tu partido, el PAN? ¿Cómo vencer ese estigma? —se le inquiere al político de 46 años.
“¿Cómo… verdad?”, se pregunta con una sonrisa quien en 2009, a semana y media de concluir su labor como legislador federal, devolvió un millón 49 mil 663 pesos a la Cámara de Diputados por concepto de viajes de avión, al considerar que el dinero que le sobró no le pertenecía.
Sin detenerse, va directo a la respuesta:
“Si vendiendo quesos te agencias millones de pesos, como lo ocurrido en Monterrey con alguien de mi partido; siendo yo miembro del PAN, soy un crítico de los partidos políticos, pero soy congruente”, dice y cita enseguida: “yo demandé al anterior delegado de la Conagua (Omar Komukay) ante la Presidencia de la República, ante la Conagua misma, ante la Auditoría Superior de la Federación, por todos los rumores y evidencias de corrupción que habían”.
Y acompañando sus palabras con un además de manos, remarca:
“Yo soy implacable con los perredistas y priistas cuando hay elementos probatorios de corrupción, pero no se la perdono nunca a ningún panista”.
Asegura que como todos los partidos están, desafortunadamente, contaminados, aunque sí hay gente positiva, también hay muy negativa, “a mí me parece a partir de esto, que la sociedad tiene que analizar y escudriñar a aquellos que dicen: ‘yo voy a dar un paso por ti’; del PRI, PRD y PAN son por igual”.
Pero lo justifica:
“Si vemos a algunos de los aspirantes, muchos o casi todos dejan mucho que desear, y aun cuando se hable de una buena trayectoria no podemos poner en manos de un mentiroso el gobierno, como ya nos ha pasado muchas veces, o de un loco, ni tampoco de un enriquecido ilícitamente que también nos ha pasado muchas veces en Tabasco”.
—¿Cómo combatir la corrupción, si la hay en el PRI, PRD y en tu partido, el PAN? ¿Cómo vencer ese estigma? —se le inquiere al político de 46 años.
“¿Cómo… verdad?”, se pregunta con una sonrisa quien en 2009, a semana y media de concluir su labor como legislador federal, devolvió un millón 49 mil 663 pesos a la Cámara de Diputados por concepto de viajes de avión, al considerar que el dinero que le sobró no le pertenecía.
Sin detenerse, va directo a la respuesta:
“Si vendiendo quesos te agencias millones de pesos, como lo ocurrido en Monterrey con alguien de mi partido; siendo yo miembro del PAN, soy un crítico de los partidos políticos, pero soy congruente”, dice y cita enseguida: “yo demandé al anterior delegado de la Conagua (Omar Komukay) ante la Presidencia de la República, ante la Conagua misma, ante la Auditoría Superior de la Federación, por todos los rumores y evidencias de corrupción que habían”.
Y acompañando sus palabras con un además de manos, remarca:
“Yo soy implacable con los perredistas y priistas cuando hay elementos probatorios de corrupción, pero no se la perdono nunca a ningún panista”.
Asegura que como todos los partidos están, desafortunadamente, contaminados, aunque sí hay gente positiva, también hay muy negativa, “a mí me parece a partir de esto, que la sociedad tiene que analizar y escudriñar a aquellos que dicen: ‘yo voy a dar un paso por ti’; del PRI, PRD y PAN son por igual”.
“NO MÁS LOCOS TOMANDO DECISIONES”
El presidente de la Fundación Impulsa Tu Desarrollo subraya que en los cargos públicos debe haber gente sana, propositiva y con experiencia. Y plantea que “todos los que queramos que el PAN sea gobierno en Tabasco el 1 de julio de 2012, tenemos que poner mecanismos de aprobación”.
Se refiere —precisa— al ‘control de confianza’; es decir, “le vamos a presentar a la sociedad un examen psiquiátrico; no queremos más locos tomando decisiones ni en los municipios, ni en el estado”.
Este examen incluiría también la aplicación de la ‘prueba del polígrafo’, porque “no queremos más mentirosos”.
Una tercera condición para todos los que en su partido aspiran a cargos de elección sería el estudio socioeconómico, “para que cada uno diga de dónde viene el dinero que tiene, porque no queremos más rateros, ni transas gobernando”, abunda.
Y el último, “no por ello el menos importante” —acota—, es el toxicológico, para saber cuál es la relación de cada quien con las drogas; esto, explica, “hasta dónde vamos a tener un alcalde, un gobernador relacionado con el mundo de las drogas”.
Estas cuatro condiciones que parecen muy sencillas, “son las que ni el PRI ni el PRD han aceptado hacer en Tabasco”, subraya quien ha sido representante panista en Campeche, Veracruz y Sinaloa, y en 2004 entra al CEN del blanquiazul, invitado por Luis Felipe Bravo Mena, quien lo nombra secretario de Vinculación con la Sociedad.
‘CANDIDOS’ AL NARCO EN SERVICIO PÚBLICO
Gerardo Priego señala que desafortunadamente en Tabasco “no tenemos ninguna garantía, ni candado para saber si un narcotraficante está patrocinando a un candidato, a un diputado o incluso al propio gobierno; por eso nosotros tenemos que poner esos candados”.
Explica que eso pasa en el gobierno. “Tabasco tiene solamente el 20 por ciento de policías evaluados, después de tres años”, refiere.
Por lo que hace a los ediles y legisladores, expresa: “no sabemos, hoy no tenemos ni la más pinche idea de cuántos alcaldes o diputados tienen una relación hoy con el narcotráfico, y por la cara de algunos deben tener una relación muy cabrona, ¡pero muy cabrona!”, recalca.
“Esa es una de las cosas que, en términos de honradez, tenemos que valorar… Y en todos; ahí está el de mi partido en Monterrey, y puedo poner muchos ejemplos panistas; el del Estado de México, en el sur de Veracruz hay panistas muy negativos; en Tabasco igual… Por eso la primera condición es la honestidad; yo mismo estoy harto de la simulación”, sostiene.
“LA ESCORIA, LA BASURA…”
—¿Qué propones… quiénes son elegibles atendiendo estas condiciones? Nadie pues, es elegible. Entonces, ¿cuántos de los aspirantes del PRI, PAN o PRD que han hecho públicas sus intenciones pueden? Más claro: de los que se han encartado, ¿quiénes no tienen un origen ilícito, una fortuna ilícita, quién no tiene un trastorno sicológico, psiquiátrico? Es decir, se corre el riesgo de que no haya nadie elegible a partir de la rigurosidad de tus parámetros…
“Esta es una excelente pregunta”, dice y ríe.
“Yo, el dinero que tengo, no es mal habido; afortunadamente no me lo robé, en ninguna posición en la que he estado”, afirma quien ha sido director general de Programas Sociales y Coordinador General de Microrregiones de la Sedesol —en el gobierno de Vicente Fox—, y aunque no figura en su currículum, colaboró con Roberto Madrazo como secretario ejecutivo de Gubernatura.
Luego repite: “tu pregunta es buenísima. La mejor, creo, que me han hecho. Entonces, ante esta realidad, no hay nadie elegible por ser una condición ante lo que se palpa. Mucha gente no pasa las cuatro condiciones, porque nos ha gobernado la escoria de este estado.
“La respuesta es que la escoria, la basura de Tabasco es la que nos ha gobernado e incluso las que nos gobierna hoy, son lo peor de lo peor. ¿Quieren más argumentos?”, remata.
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