martes, 25 de octubre de 2011

Malas compañías


Los partidos parecen no haber aprendido de sus fracturas pasadas. Algo ha pasado en las tres principales fuerzas del país, pues en todas hay temores y los han empezado a analizar internamente en busca de salidas.

Comencemos con el PRI.
A estas alturas la preocupación mayor está en las actitudes asumidas por sus dos contendientes, Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones.
El sonorense insiste un día con otro en la necesidad de tener primero el proyecto y luego el hombre, so pretexto de decir a la sociedad para qué quiere la Presidencia de la República.
Lo han escuchado, y complacido, tanto la directiva partidista como el ex gobernador mexiquense.
Beltrones forzó y el PRI, a través de la Fundación Colosio del beltronista Marco Antonio Bernal, concedió los foros temáticos a la usanza del viejo IEPES.
Con una secuela: los peñistas ven debilidad de su favorito y no les gustan estas cesiones a los chantajes.
Si hoy Peña Nieto va a debates para satisfacer ambiciones personales de su contrincante, al rato se verá forzado a entregar cargos, candidaturas, posiciones claves para quien representa cinco por ciento de las tendencias.
Es decir, hay disgusto.

DELFIN
En el PAN los problemas parten del dedazo.
Gustavo Madero no ha podido aplicar las instrucciones de Felipe Calderón para imponer a su delfín Ernesto Cordero y eso pone en riesgo la continuidad del proyecto panista.
Es un asunto grave.
No hubo ambiente entre el panismo para limitar la elección al Consejo Nacional del partido, unos cuantos cientos de burócratas y contratistas azules bajo control del gobierno de la república, o sea de Los Pinos.

Madero y su comité se vieron obligados a reivindicar la oferta original de convocar a militantes y adherentes, un conglomerado tan laxo como indefinible para la misma dirigencia.
Ni siquiera saben cuántos son: el presidente de la Comisión Nacional de Elecciones partidista, José Espina, cifra el número en 1.8 millones, pero otros enterados hablan de no más de 1.3.
Estos números hablan de la militancia engañosa y de la desorganización dominante en todos los partidos políticos.
Si eso pasa en la fuerza política gobernante, ¿cómo estarán las demás?
Como sea, son muchos para garantizar el voto si no uniforme al menos mayoritario para el ex secretario de Hacienda y Crédito Público, máxime cuando en la mercadotecnia ha colocado a Josefina Vázquez Mota como la holgada favorita.
Madero podría entregar malas cuentas a su patrón pinista.

RECELOS
En el PRD los astros se alinean para Andrés López.
No nada más porque los perredistas y la izquierda se han definido por el tabasqueño, sino porque en los ámbitos del capital y en la sede del imperio, Washington, ha conquistado simpatías con su nueva piel de oveja.
Eso ha enojado a Marcelo Ebrard.
Una historia muestra su estado de ánimo:
En un encuentro con columnistas, uno de ellos le preguntó si ha pensado en un escenario ante la adversidad de las encuestas. Ebrard reaccionó con molestia:
—¿Según cuáles encuestas? ¿Las tuyas? Las mías dicen lo contrario.
Por ello varios grupos perredistas tratan de mediar o de plano buscan un tercero en discordia para evitar rompimientos en la izquierda.
Izquierda Democrática Nacional, de René Bejarano, operador de López, ya buscó a Juan Ramón de la Fuente.
Manuel Camacho, por su parte, trata de comprometer firmas para Ebrard. Su guerra apenas comienza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario