*La ratificación de Adrián Alanis?
* Enrique Peña, consulta en Tabasco
Desde que afloró el escándalo del dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira Valdés, respecto al brutal endeudamiento que dejó al Gobierno de Coahuila por un monto superior a los 32 mil millones de pesos y que ha comprometido por décadas participaciones federales a futuro, impuestos estatales como el de nómina que íntegramente será desplazado al pago del servicio de la deuda entre otros, lo que ha impactado de manera sustancial al tricolor, la situación política ya no es la misma.
Es casi un hecho que antes de que finalice el año su líder renunciará al cargo, fundamentalmente, porque representa un enorme lastre de corrupción a la campaña y a las candidaturas, por muy fuertes que éstas sean.
El “respaldo” al liderazgo de Moreira por parte de seis ex presidentes nacionales del PRI, en donde no se incluyó a Roberto Madrazo Pintado a quien también lo persigue una reputación negativa ligada a la corrupción, es una muestra fehaciente de que el Profesor está más débil que nunca.
Alfonso Romo, el reconocido empresario neolonés, quien fue una pieza clave para la alternancia en México, en la construcción y consolidación de Vicente Fox con la llegada del PAN a la Presidencia de la República en el año 2000, al dar la bienvenida esta semana en Monterrey al aspirante a la candidatura presidencial Andrés Manuel López Obrador, lo dijo en su más exacta dimensión: “El PRI sueña con regresar a la Presidencia, pero si tan sólo el cinco por ciento de lo que se dice de Moreira (Humberto) es cierto, pues como que no es la mejor imagen, a la corrupción ahí sí no le entramos, por eso impulsamos al PAN con Fox hace diez años porque queríamos un cambio, pero nos defraudaron y ahora del PRI pues las evidencias sobran…”.
Para entenderlo mejor; el PAN ganó la Presidencia de la República por múltiples apoyos políticos, por priistas incluso —el llamado establishment— pero los empresarios fueron una pieza clave y esos mismos son los que ahora están imponiendo condiciones a cambio de su apoyo.
En Monterrey hay una lección interesante; y fue la asistencia inusitada de empresarios importantes de esa región. Se esperaban 200 y al final arribaron más de mil, lo que obliga sin duda a una reflexión por el mensaje que trae implícito. El hecho ocurre tras el spot y el discurso de López Obrador que hace énfasis de que no está en contra de los empresarios, sino de un reducido número de éstos a quienes considera parte de la mafia del poder.
En suma, muchos priistas están conscientes que la debilidad de Moreira por su enorme corrupción podría incidir de manera determinante en las campañas y que hay quienes ya lo consideran peor que Ulises Ruiz y Mario Marín, que ya es mucho decir; es una pesada carga, innecesaria, para lo que se pretende en el PRI.
Por eso, los días están contando para su renuncia.
Ese momento lleva a otro y con implicaciones para el priismo tabasqueño: desde el lunes se hicieron nombramientos en el PRI nacional, en donde se dio a conocer que Eugenio Hernández Flores, ex gobernador de Tamaulipas, fue designado como coordinador regional de ese instituto en la zona sur, que comprende entre otros estados a Tabasco.
Con fama de hombre duro, se supone que el tamaulipeco no aceptará condicionamientos de ningún tipo; en ese mismo contexto se habló de la ratificación —natural, no oficial— de los delegados, como fue el caso de Adrián Alanís Quiñones, quien en distintos momentos ha estado a punto de ser removido, pero los problemas interminables de la dirigencia actual y otros factores adicionales como la lucha interna que se vive al interior del PRI tabasqueño por las candidaturas, han aplazado esa decisión, pero que tarde o temprano tendrá que llegar.
Ahora bien, el propio Alanís, en un ejercicio de congruencia, ha reconocido que no es factor de cohesión política en el estado; la descalificación de tres ex dirigentes del PRI hacia su trabajo político son definitivos, pero hasta ahora no se ha tomado una decisión.
Hay quienes ven otros escenarios y aseguran que el delegado está fuerte. Nada más alejado de la realidad.
Las consultas de Enrique Peña Nieto
La Asociación Isidro Fabela, convocó a un grupo de tabasqueños provenientes de los sectores más representativos para escuchar las principales inquietudes que privan en la entidad, de manera que puedan ser integradas en una gran agenda nacional.
Allí se destacaron aspectos relacionados con el campo, el sector energético, las inundaciones, los ríos y, por supuesto, la profunda división que los políticos han propiciado entre tabasqueños.
El compromiso del dirigente nacional de la agrupación, Gilberto Durazo, fue la de hacer llegar al aspirante presidencial Enrique Peña Nieto todas y cada una de las inquietudes recogidas en el evento, con el propósito de que en caso de llegar a la candidatura sean integradas en su plataforma electoral.
La participación de la sociedad, esa es la clave.
El “respaldo” al liderazgo de Moreira por parte de seis ex presidentes nacionales del PRI, en donde no se incluyó a Roberto Madrazo Pintado a quien también lo persigue una reputación negativa ligada a la corrupción, es una muestra fehaciente de que el Profesor está más débil que nunca.
Alfonso Romo, el reconocido empresario neolonés, quien fue una pieza clave para la alternancia en México, en la construcción y consolidación de Vicente Fox con la llegada del PAN a la Presidencia de la República en el año 2000, al dar la bienvenida esta semana en Monterrey al aspirante a la candidatura presidencial Andrés Manuel López Obrador, lo dijo en su más exacta dimensión: “El PRI sueña con regresar a la Presidencia, pero si tan sólo el cinco por ciento de lo que se dice de Moreira (Humberto) es cierto, pues como que no es la mejor imagen, a la corrupción ahí sí no le entramos, por eso impulsamos al PAN con Fox hace diez años porque queríamos un cambio, pero nos defraudaron y ahora del PRI pues las evidencias sobran…”.
Para entenderlo mejor; el PAN ganó la Presidencia de la República por múltiples apoyos políticos, por priistas incluso —el llamado establishment— pero los empresarios fueron una pieza clave y esos mismos son los que ahora están imponiendo condiciones a cambio de su apoyo.
En Monterrey hay una lección interesante; y fue la asistencia inusitada de empresarios importantes de esa región. Se esperaban 200 y al final arribaron más de mil, lo que obliga sin duda a una reflexión por el mensaje que trae implícito. El hecho ocurre tras el spot y el discurso de López Obrador que hace énfasis de que no está en contra de los empresarios, sino de un reducido número de éstos a quienes considera parte de la mafia del poder.
En suma, muchos priistas están conscientes que la debilidad de Moreira por su enorme corrupción podría incidir de manera determinante en las campañas y que hay quienes ya lo consideran peor que Ulises Ruiz y Mario Marín, que ya es mucho decir; es una pesada carga, innecesaria, para lo que se pretende en el PRI.
Por eso, los días están contando para su renuncia.
Ese momento lleva a otro y con implicaciones para el priismo tabasqueño: desde el lunes se hicieron nombramientos en el PRI nacional, en donde se dio a conocer que Eugenio Hernández Flores, ex gobernador de Tamaulipas, fue designado como coordinador regional de ese instituto en la zona sur, que comprende entre otros estados a Tabasco.
Con fama de hombre duro, se supone que el tamaulipeco no aceptará condicionamientos de ningún tipo; en ese mismo contexto se habló de la ratificación —natural, no oficial— de los delegados, como fue el caso de Adrián Alanís Quiñones, quien en distintos momentos ha estado a punto de ser removido, pero los problemas interminables de la dirigencia actual y otros factores adicionales como la lucha interna que se vive al interior del PRI tabasqueño por las candidaturas, han aplazado esa decisión, pero que tarde o temprano tendrá que llegar.
Ahora bien, el propio Alanís, en un ejercicio de congruencia, ha reconocido que no es factor de cohesión política en el estado; la descalificación de tres ex dirigentes del PRI hacia su trabajo político son definitivos, pero hasta ahora no se ha tomado una decisión.
Hay quienes ven otros escenarios y aseguran que el delegado está fuerte. Nada más alejado de la realidad.
Las consultas de Enrique Peña Nieto
La Asociación Isidro Fabela, convocó a un grupo de tabasqueños provenientes de los sectores más representativos para escuchar las principales inquietudes que privan en la entidad, de manera que puedan ser integradas en una gran agenda nacional.
Allí se destacaron aspectos relacionados con el campo, el sector energético, las inundaciones, los ríos y, por supuesto, la profunda división que los políticos han propiciado entre tabasqueños.
El compromiso del dirigente nacional de la agrupación, Gilberto Durazo, fue la de hacer llegar al aspirante presidencial Enrique Peña Nieto todas y cada una de las inquietudes recogidas en el evento, con el propósito de que en caso de llegar a la candidatura sean integradas en su plataforma electoral.
La participación de la sociedad, esa es la clave.
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