La reincorporación de Gustavo Rosario Torres como consultor independiente del gobernador Andrés Granier ha generado cualquier cantidad de reacciones a favor y en contra hacia lo que muchos consideran como un factor de influencia importante en los temas que ocupan la agenda de la administración pública estatal, y fundamentalmente en lo concerniente a la sucesión gubernamental.
Es probable que Rosario Torres sea únicamente un personaje dedicado a emitir opiniones respecto a temas específicos y que sirvan como coadyuvantes para la toma de decisiones, como ocurre no sólo en la administración pública de Tabasco sino del país, incluso del mundo, al igual que sucede en los grandes corporativos, medianas y pequeñas empresas. De manera que esa creciente influencia equivale más bien a un mito.
La historia de Rosario Torres en el equipo granierista es relativamente breve, de hecho, se remite al inicio de la campaña electoral de 2006.
Adrián Hernández Balboa, Amílcar Sala, Humberto Mayans Canabal, Carlos Pineda y Rosario Torres conformaron el equipo que planeó, coordinó y desarrolló esa exitosa estrategia electoral del PRI en donde Granier Melo fue un candidato atractivo y a la postre se convirtió en el gobernador de Tabasco.
En la actualidad ese grupo se encuentra prácticamente disuelto, aunque todavía mantienen relaciones e intereses comunes algunos sus integrantes.
Durante la campaña electoral de 2006 Gustavo Rosario jugó un papel determinante, en ciertos momentos, en el diseño de la estrategia de información y comunicación con grupos y organizaciones, con los propios representantes y directivos de medios de comunicación, además en las líneas y temas del discurso que enarboló el entonces candidato.
Fue el responsable de identificar algunos apoyos externos ajenos al estado y que recibían financiamientos de manera irregular, como los señalados en Jalapa, Centro y Macuspana, entre otros.
Cualquiera que sea el papel desempeñado por el ex procurador de Justicia de Tabasco seguirá siendo motivo de polémica. Pero en el fondo, más allá de las discrepancias y los enconos de la política, lo que realmente tendría que destacarse es que, a pesar de las diferencias la determinación por contribuir a la construcción de mejores estadios y de un mejor desarrollo para todos, eso debería de ser lo sustantivo…
El retorno de Fabián Granier Calles
En medio de una serie de conjeturas y de leyendas urbanas relacionadas con la presencia y ausencia de Fabián Granier Calles de la escena política de Tabasco, el hijo del actual gobernador reapareció el pasado fin de semana en un acto formal del Partido Revolucionario Institucional, donde se tomó protesta a dos organizaciones integradas por jóvenes, México Nuevo y Chaviza Revolucionaria.
Saludó a una buena parte de la audiencia, bromeó con los jóvenes —muchos de ellos compañeros suyos generacionales— y en una entrevista con los medios de comunicación presentes en el lugar reiteró que su convicción es con su partido, para que se alcancen los resultados favorables que esperan en la Presidencia de la República y en el Gobierno del Estado de Tabasco, al tiempo que se descartó para buscar algún cargo de elección popular en los comicios del año próximo.
Y para aquellos que le han endilgado que tiene candidato, les respondió con firmeza: “no, yo no tengo candidato, voy a apoyar al que designe el comité”.
Así pues, Fabián Granier está de regreso…
La historia de Rosario Torres en el equipo granierista es relativamente breve, de hecho, se remite al inicio de la campaña electoral de 2006.
Adrián Hernández Balboa, Amílcar Sala, Humberto Mayans Canabal, Carlos Pineda y Rosario Torres conformaron el equipo que planeó, coordinó y desarrolló esa exitosa estrategia electoral del PRI en donde Granier Melo fue un candidato atractivo y a la postre se convirtió en el gobernador de Tabasco.
En la actualidad ese grupo se encuentra prácticamente disuelto, aunque todavía mantienen relaciones e intereses comunes algunos sus integrantes.
Durante la campaña electoral de 2006 Gustavo Rosario jugó un papel determinante, en ciertos momentos, en el diseño de la estrategia de información y comunicación con grupos y organizaciones, con los propios representantes y directivos de medios de comunicación, además en las líneas y temas del discurso que enarboló el entonces candidato.
Fue el responsable de identificar algunos apoyos externos ajenos al estado y que recibían financiamientos de manera irregular, como los señalados en Jalapa, Centro y Macuspana, entre otros.
Cualquiera que sea el papel desempeñado por el ex procurador de Justicia de Tabasco seguirá siendo motivo de polémica. Pero en el fondo, más allá de las discrepancias y los enconos de la política, lo que realmente tendría que destacarse es que, a pesar de las diferencias la determinación por contribuir a la construcción de mejores estadios y de un mejor desarrollo para todos, eso debería de ser lo sustantivo…
El retorno de Fabián Granier Calles
En medio de una serie de conjeturas y de leyendas urbanas relacionadas con la presencia y ausencia de Fabián Granier Calles de la escena política de Tabasco, el hijo del actual gobernador reapareció el pasado fin de semana en un acto formal del Partido Revolucionario Institucional, donde se tomó protesta a dos organizaciones integradas por jóvenes, México Nuevo y Chaviza Revolucionaria.
Saludó a una buena parte de la audiencia, bromeó con los jóvenes —muchos de ellos compañeros suyos generacionales— y en una entrevista con los medios de comunicación presentes en el lugar reiteró que su convicción es con su partido, para que se alcancen los resultados favorables que esperan en la Presidencia de la República y en el Gobierno del Estado de Tabasco, al tiempo que se descartó para buscar algún cargo de elección popular en los comicios del año próximo.
Y para aquellos que le han endilgado que tiene candidato, les respondió con firmeza: “no, yo no tengo candidato, voy a apoyar al que designe el comité”.
Así pues, Fabián Granier está de regreso…
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