martes, 20 de septiembre de 2011

Sólo hay dos sopas y el PRD ‘es la única otra opción’


La posibilidad de la alternancia motiva
a los perredistas a procurar la unidad interna, aunque “el riesgo de la desunión siempre
estará presente”, apunta el senador

En su segundo intento por ser candidato a la gubernatura —hace 12 años, siendo priista, Manuel Andrade lo dejó en el camino—, Arturo Núñez Jiménez dice ver cercana la posibilidad de la alternancia en Tabasco. Se vislumbra como el abanderado perredista ganando las elecciones de julio de 2012, si su partido logra sobreponerse al fantasma de la división interna.
“La ‘d’ de división es también derrota, y ha generado en los perredistas la opción de procurar la unidad, no como un discurso vacío, de simple retórica sino como una necesidad objetiva de la posibilidad de la alternancia que puede darse en los comicios del año que entra”, asevera.
Y resalta: “he visto esfuerzos importantes: el propio proceso donde salió elegido Francisco Sánchez (como nuevo dirigente estatal) dejó un buen sabor de boca al perredismo, lo mismo que a sectores amplios de la sociedad tabasqueña, porque demuestra que podemos procesar nuestras diferencias de manera democrática”.
No obstante, admite que “el riesgo de la desunión siempre estará presente y a veces, además de las responsabilidades propias de nosotros los perredistas, está también la mano negra externa que busca actuar con la consigna de ‘divide y vencerás’; entonces, tenemos que vacunarnos contra esas intromisiones externas que vienen a sumarse a nuestras propias razones internas de división”.
—¿Usted cree que en caso de resultar electo el candidato van a sumarse en unidad, o advierte riesgos de fractura como ya lo dijo uno de los aspirantes, Adán Augusto? —le pregunta Clip / Reporte Semanal al senador perredista, que concede la entrevista previo a una comida que sostendría con la asociación de charros que dirige Manuel Ordóñez, quien lo invitó a apadrinar el evento del Día del Charro. Allí habría de encontrarse con un rival político: Humberto Mayans.
“Yo creo —asegura Núñez Jiménez— que el partido tiene claro que es la única otra opción para Tabasco. Dicho coloquialmente, en el lenguaje de nuestro estado, sólo hay de dos sopas para competir por la gubernatura: el PRI o el PRD”.
Aclara: “no desdeño ni hago de menos a nadie, pero objetivamente siento que todavía no hay ninguna otra fuerza política que tenga el sustento social, la presencia electoral que le permitiera en esta ocasión competir por la gubernatura, aunque eso no quiere decir que no lo vaya a haber”.
Enseguida, enfatiza: “ésta es una lucha bipartidista PRI-PRD y eso nos hace crecernos al castigo, tomar conciencia clara de que si nosotros nos dividimos le vamos a fallar a la sociedad tabasqueña en cuanto a la posibilidad de cambio, y eso puede ser pegamento para darnos mayor cohesión y más sentido de unidad por encima de las tentaciones a la división que siempre está presente”.


MAYOR RIESGO DE DIVISIÓN
En el PRD hay mucho más libertad, pero evidentemente el riesgo de la división es mayor que en el PRI; “todas las cosas tienen sus pros y contras, pero estoy seguro que el PRD tiene conciencia de la importancia de la unidad para el porvenir del partido, sobre todo para el futuro de Tabasco”, expresa.
—Si no es elegido Arturo Núñez candidato del PRD ¿se va a sumar, sin condicionantes, a quien resulte electo? —se le avienta un buscapiés.
“Los cuatro que aspiramos —afirma— lo hemos dicho: quien esté mejor posicionado será el candidato y a él nos sumaremos, porque no puede ser de otro modo, no podemos ir con el menos posicionado, pero yo vengo trabajando en el ánimo de ser el mejor.
—En la ruta de 2012, ¿tiene contemplado pedir la licencia al Senado? ¿Cuándo podría ocurrir esto?
“Traigo una interpretación de abogados que debo de revisar a detalle; si esto llega a enero o tendría que ser a más tardar en diciembre. Es un criterio de ‘cuándo es’, pero en principio en diciembre”.
—Sus adversarios han dicho que usted es un hombre de rencores… —segundo buscapiés. Responde de buen ánimo. Dice:
“Mis adversarios no sólo han dicho eso, han dicho más cosas. Pero eso es lo menos que han dicho. Yo primero, en términos de temperamento, carácter, personalidad, nada más ajeno que el rencor, la revancha o la venganza propia de mis emociones. Mi personalidad y temperamento más bien está centrada en el sentido del humor, con mucha alegría de vivir y no me consumo en esas pequeñeces, máxime cuando Tabasco está tan complicado para distraerse en eso”.
De inmediato saca de su archivo mental sus virtudes: “Déjenme contarles otras razones por las que no soy así: soy el más suave, conciliador, el más respetuoso que ustedes se pueden encontrar. Pero cuando me buscan, me encuentran; soy el más frontal, saco lo que tengo que sacar, no me lo guardo para andar rumiando”.
Agrega: “Dicen que juego que tiene desquite, ni quien se pique. Yo actúo de inmediato; en eso soy muy tabasqueño, frontal, no soy marrullero… no traigo pendientes, ajustes, no soy hombre de rencores en definitivo”.
—¿Es usted neurótico? —se le punza.
“¡Nooooo. No. Te digo que no, te estoy diciendo que no soy neurótico! —responde en broma y suelta una sonora carcajada.
Luego, expresa: “obviamente soy un ser humano con virtudes, seguramente con muchos defectos, pero la política requiere disciplina y trato de domesticar los aspectos más negativos de mi personalidad para subordinarlos a la función que requiere un líder político, un dirigente”.

COMO GATO
BOCA ARRIBA
Admite que toda contienda electoral es una lucha, “pero una vez que se tiene un resultado electoral, un triunfador, lo que sigue es volver a construir la unidad de Tabasco. Eso lo tengo muy claro y de aquí al día de la elección, ésta puede ser una lucha muy enconada, particularmente porque la larga permanencia en el poder del PRI, 82 años al 2011 en el poder en Tabasco, pues puede llevarlos a defenderse como gato boca arriba para conservarlo, porque hay algunos grupos que tienen intereses y que obtienen muchos beneficios y no quieren perderlos, pero yo creo que al día siguiente uno tiene que ponerse una sola camiseta que es Tabasco”, acota.
De su salida del partido en que se formó, revela: “Debo decir que no me peleé con el PRI. Tomé mi decisión no al calor de la contienda, como me lo pidieron muchas gentes en el 2000 que pedían ‘alianza’; yo de frente dije: ‘no voy, no estoy preparado para eso’ y, además, había algunas circunstancias que quisieron apostar a mi capital político nacional; simultáneamente se perdió la Presidencia de la República; eso y una decisión de no aceptar una candidatura de senador que me ofreció el entonces candidato del PRI, Francisco Labastida Ochoa, me llevaron a mi caso y lo asumí con toda dignidad”.
Entonces —recalca—, “yo no tengo pleito con el PRI ni con los priistas. Tengo pleito con quienes han llevado a Tabasco hasta donde está; eso sí me indigna, porque ha habido mucho dinero. Si no hubiera dinero habría una atenuante, pero dinero sí hay; el enriquecimiento de unos cuantos ha sido en detrimento de la situación de una gran mayoría de tabasqueños, pero pleito personal no”.

NO VOY A RECURRIR A ‘LA PACA’
—¿Abriría una línea de investigación para revisar el pasado inmediato, reciente? —se le pregunta en el ocaso de la charla.
“Yo creo que el ejercicio de las funciones públicas se rige por la ley. Si nos tropezamos con que se violó la ley, pues hay que sancionar y si no nos tropezamos, pues no. Si fuera el caso de que llegara a ser gobernador, yo no voy andar haciendo cacería de brujas, ni inventando delitos, ni voy a sembrar cadáveres, ni voy a recurrir a clarividentes como La Paca, para inventar culpables; de ninguna manera. Nada más ajeno con esas actitudes. Yo soy una gente seria, pero también estoy comprometido con el mandato de la ley y el compromiso con los tabasqueños. Encubridor no seré de nadie, cómplice menos, pero que yo ande buscando de manera deliberada dañar a alguien por algún ajuste de cuentas, de ninguna manera”.

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