martes, 20 de septiembre de 2011

‘No soy Superman’


Recomponer Tabasco es tarea de todos los tabasqueños, no de un hombre solo, afirma el aspirante perredista a la gubernatura

“Encuentro un panorama bastante desolador”, manifiesta Arturo Núñez Jiménez cuando se le pide dar su visión de la realidad del Tabasco actual. Señala, incluso, que la entidad perdió la posición vanguardista en el Sureste que ostentaba hace tres décadas. Se lamenta que seis de cada diez tabasqueños estén en condiciones de pobreza. Y advierte: “todavía podemos retroceder más si viene otro ciclo de inundaciones”.
Aspirante a obtener la candidatura a gobernador por el PRD —partido que lo arropó hace apenas seis años—, el senador de la República declara, en entrevista con Clip / Reporte Semanal: “yo siempre digo que las siete plagas de Egipto se le vinieron al estado encima: inundaciones, inseguridad pública, desempleo, abandono del campo, problemas de cobertura y calidad educativa…”.
Se le pregunta si él podrá remontar ese escenario adverso; si podrá estar a la altura de las expectativas que ha creado con su aspiración. Responde: “Yo no concibo a la política como hazañas individuales, como exhibición de capacidades personales solamente. Es tarea en equipo, es responsabilidad compartida… Recomponer Tabasco es tarea de todos los tabasqueños, no del gobernador; el que sea. Arturo Núñez o el que fuera, no es Superman”.
—¿Cuál sería el problema más grave a resolver? —se le inquiere al político tabasqueño que, entre los aspirantes a la gubernatura, ha ocupado cargos prominentes en el país: subsecretario de Gobernación, director del Instituto Federal Electoral, titular del Infonavit, líder de la bancada priista en la Cámara de Diputados y, actualmente, vicepresidente del Senado.
“Se pueden jerarquizar —expone—, pero sin lugar a dudas las inundaciones, porque de que se resuelva éste dependen otros varios; en la medida que se resuelva, podemos emprender un agresivo programa de recuperación del campo. Si no lo hacemos previamente, cualquier esfuerzo podría ser echado literalmente al agua, porque al llegar la inundación anual se lo llevaría.
“El control de las inundaciones es lo fundamental”, incluso para atraer inversiones privadas y retener a los empresarios que ya se establecieron en la entidad, remarca.
El otro problema —prosigue— es la recuperación del campo tabasqueño. “Cuando empezó el auge petrolero se dijo que íbamos a sembrar el petróleo, queriendo decir con ello que el ingreso petrolero iba a servir para fomentar el desarrollo agropecuario y hoy vemos que lamentablemente no ocurrió así”, dice.
También, anota, el tema de la inseguridad pública es factor de incertidumbre, de zozobra para muchas familias y requiere de replanteamiento integral, de fondo.
“Hoy día traemos mejores indicadores en el sector comercial y de servicios que en el agropecuario e industrial, y aunque Villahermosa se está consolidando como líder en servicios en el sur-sureste del país, en términos generales hemos retrocedido respecto de los otros estados de la región”, observa.
Y sostiene: “Hace 30 años Tabasco estaba a la vanguardia del sureste, hoy yo no tengo dudas que está a la retaguardia”.
Para sustentar su dicho, cita que los niveles de pobreza en Tabasco son más altos que los promedios nacionales: 60 por ciento de su población está en pobreza, en tanto que el promedio nacional es del 47 por ciento, apunta.
En pobreza extrema o alimentaria “que no es otra cosa que desnutrición”, señala que Tabasco trae el 30%, cuando a nivel nacional es del 20 por ciento.
Hábil con el manejo de cifras, aporta más datos: entre julio y diciembre del año pasado ocupamos el primer lugar en desempleo nacional; en lo que va de este año ocupamos el lugar siete, de enero a julio. Pero a agosto ya ocupamos el seis, “y todavía podemos retroceder más si viene otro ciclo de inundaciones”, acota.

EL RELOJ NO ESTÁ AL DÍA
Lo mismo ocurre en materia política, resalta. “Tabasco se ha ido distinguiendo lamentablemente por estar en el rezago en proporción con el resto de las entidades federativas. Quizá algunos simples indicadores: es el primer estado donde se anuló una elección de gobernador, y es el último estado que tuvo legislación para la transparencia y acceso a la información pública gubernamental”, precisa.
“Todavía hoy en día —abunda— ofrece rezagos la representación; si no es por el mandato de la Corte de obedecer a un criterio territorial y no poblacional. La reciente reforma que se hizo a la ley electoral, estando todos de acuerdo en la homologación, no lo están en materia de radio y televisión y de financiamiento”.
Por ello, comenta que el PRD ha interpuesto una acción de inconstitucionalidad sobre esos temas, porque traemos rezagos importantes. “El reloj político de Tabasco no está puesto al día con el reloj político nacional”, sostiene.
Se le pregunta que si de ganar la postulación primero y la gubernatura después no se correría el riesgo de que deje incumplidas promesas de campaña o insatisfechos a quienes le ven como el estadista que trae varita mágica.
“Creo —responde— que en muchas ocasiones la expectativa es más allá de lo que los recursos pueden; no en sentido estricto de las personas, pero se concreta en las personas; sin embargo, yo he sido muy cuidadoso y prudente en hacer ver que ésta no es una tarea de Superman; lo que Tabasco requiere para retomar la senda de desarrollo y progreso es el trabajo de toda la gente, de todo el pueblo, no de un hombre solo, un llanero solitario”.

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