martes, 13 de septiembre de 2011

Monchito Díaz Uribe, réplica de Elba Esther Gordillo


Al igual que ocurre con la SEP federal y el manejo de las políticas educativas en el país, controladas por la maestra Elba Esther Gordillo, en Tabasco Ramón Díaz Uribe se ha convertido en una réplica fiel de la lideresa del SNTE, pues al igual que ella se ha eternizado en el liderazgo sindical del Sicobatab, ha hecho a la institución rehén de sus caprichos y chantajes, y no rinde cuentas a nadie.
Aquel “Monchito”, carismático y buena gente que se promocionaba a mediados de los 90 para dirigir el sindicato del Cobatab, hoy es todo un cacique, señor de horca y espada al que empleados, maestros y hasta los titulares del Colegio deben rendirle pleitesía.
Los profesores Óscar Enrique Ramón Méndez y Máximo Fernando Sánchez, afiliados al Sindicato Independiente Democrático del Colegio de Bachilleres de Tabasco, narran que Díaz Uribe se ha reelecto en tres ocasiones durante más de 15 años de estar al frente del sindicato. Ya no hay necesidad de realizar asambleas electivas, pues antes de culminar cada periodo él ya se reeligió.
Monchito es hábil, ambicioso y siniestro. Pues cada vez que se reelige cumple las formalidades, aunque —señalan sus acusadores— todo lo maneja él, al grado de reformar los estatutos en los últimos días de diciembre cuando todos se van a sus casas; de ahí que se aprovecha para comprar congresistas y reparte dinero hasta a los padres de familia.

PRÁCTICAS ARCAICAS Y CORRUPTAS
Se trata, recalcan los dos agremiados al sindicato disidente, de un líder antidemocrático, de prácticas arcaicas y corruptas, de un sindicato al servicio del PRI, porque su aspiración es llegar a ser diputado federal o local por la vía plurinominal.
Como el legendario caudillo potosino Gonzalo N. Santos, El Alazán Tostado, para quien “la moral es un árbol que da moras”, con sus prácticas autoritarias, Ramón Díaz Uribe “al cinismo le llama sinceridad, y al abuso y soberbia les denomina liderazgo, porque aplica el veto cuando algún maestro no está de acuerdo con él”, expresan ambos catedráticos.
De los recursos que capta el Sicobatab por concepto de millonarias cuotas sindicales, los agremiados no saben en qué se invierten, porque está vetado pedir informes sobre sus aportaciones.
“Por eso no hay duda de que quien manda en el Cobatab es Ramón Díaz Uribe. De ahí que las mejoras que llegan al Colegio de Bachilleres son sólo para quienes están en su sindicato”, remarcan.

DEFENSOR DE
MAESTROS ACOSADORES
Acusan que algunos profesores pertenecientes al Sicobatab que fueron acusados por acoso sexual Díaz Uribe los defendió, pero como los padres de familia exigieron justicia, están presos; sin embargo, sus horas-semanas de clases y sus derechos “están vigentes para cuando salgan”.
El líder del Sicobatab se la pasa viajando entre Villahermosa y la Ciudad de México —con cargo al presupuesto del Cobatab— porque dirige además una parte del sindicato nacional, aunque también se ha acercado a algunos colaboradores de Enrique Peña Nieto para venderles la idea de que tiene organizaciones de jóvenes y de mujeres, todo un potencial de votos a disposición del virtual candidato presidencial del PRI.
Algo similar hizo con Roberto Madrazo siendo candidato presidencial. Tanto, que en una visita del abanderado priista en 2006, le organizó un mitin en la calle Moreno Irabién, frente a la sede del Sicobatab, en la colonia Primero de Mayo.
El negocio de Díaz Uribe también alcanza lo académico, pues es quien suministra de libros de apoyo a los 98 planteles del Colegio de Bachilleres en el estado; es decir, a miles de alumnos a través de la editorial Bookmark, aun cuando el material no sea el indicado para estudiantes de nivel medio superior.

EN POS DE LA CABEZA DE ABDÓ
Las relaciones con Jorge Abdó, actual director general de Cobatab, no han sido llevaderas. En los últimos días, “Monchito” Díaz Uribe amenaza con paralizar labores, y hasta boicoteó un evento deportivo organizado por la institución.
Este año se otorgó un incremento salarial de 3.9 por ciento a los trabajadores del Cobatab. Díaz Uribe está exigiendo otro 3.8 por ciento y amaga con un paro indefinido a partir del 19 de septiembre si no se los pagan. Quiere, además, que le entreguen en bandeja de plata las cabezas de los directores técnico y jurídico, para colocar ahí a allegados suyos.
Y le ha advertido a Abdó Francis que “si después del primer día de paro siguen sin respuestas, la renuncia que pedirán será la suya”.

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Un cuervo alimentado por Andrés Madrigal


Cuando Martha Victoria Andrade Alcocer llegó a la Dirección General del Cobatab, en 2005, tras dejar la presidencia del CDE del PRI, pensó que trabajaría sin sobresaltos en la formación de los estudiantes de educación media superior, pero se equivocó: se encontró con que su antecesor Andrés Madrigal Hernández —actual subsecretario de Gobierno— sucumbió a las presiones del dirigente del Sicobatab, Ramón Díaz Uribe, y acabó entregándole el control de toda la institución.
Tanto era el dominio del líder sindical que cuando Martha Andrade pensó en hacer cambios para formar su propio equipo de trabajo, no pudo mover ni una plaza en la Dirección General, porque le advirtieron que quien había hecho las designaciones era Ramón Díaz Uribe.
“Maestra, tampoco vaya a cambiar a los directores de los 98 planteles del Cobatab sin consultar a don Ramón”, le dijo uno de los funcionarios que allí encontró.
La ex lideresa de la Sección 29 del SNTE casi se va de bruces cuando al revisar la nómina del Cobatab se encuentra a 800 aviadores, y todos eran gente afín o recomendados de Díaz Uribe.
Con esos antecedentes, Andrade Alcocer elaboró un documento interno que hizo llegar al más alto nivel, advirtiendo que la relación Cobatab-Sicobatab era un ‘problema de Estado’ y que en cualquier momento reventaría.
Ya no vivió para contarlo. Hoy paga los platos rotos de esa relación nefasta, alimentada por Andrés Madrigal, el actual director general Jorge Abdó Francis.
Y Díaz Uribe se lo hizo saber desde el primer momento: el día que aquél asumió el cargo (25 de agosto de 2009) no acudió ningún director de los 98 planteles del Cobatab por órdenes del líder sindical.
Por si no bastara con el poder que ya detenta, ahora Ramón Díaz Uribe quiere ser diputado. Eso, si las autoridades estatales no le ponen freno a su desbocada ambición.

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