En el marco del 72° aniversario de su fundación, Acción Nacional se confirma como una organización permanente de todos aquellos que, sin prejuicio, resentimientos ni apetitos personales, quieren hacer valer en la vida pública su convicción en una causa clara, definida, coincidente con la naturaleza real de la nación y conforme con la dignidad de la persona humana.
En sus inicios, Manuel Gómez Morín consideraba que lo más urgente era crear conciencia ciudadana para que los mexicanos se percataran de los problemas que tenía el país y despertara en ellos el deseo de participar en la solución. Hoy esa posición sigue latente, Acción Nacional sí es un partido que busca acceder al poder, no por el poder mismo, sino como un medio para generar el bien común. Ganar elecciones es la forma en que puede traducirse la acción política al servicio de todos, con gobiernos humanistas que eleven el respeto a la eminente dignidad de la persona humana.
Empero, este instituto político, como en sus raíces, también es una escuela ciudadana, una formadora de ciudadanos interesados en los asuntos públicos, que generen una sinergia ciudadana que engrandezca a nuestro país; he ahí la verdadera vocación de Acción Nacional.
Durante más de 60 años Acción Nacional fue una oposición responsable, antepuso los intereses de los mexicanos a la promoción partidista; el Partido Acción Nacional fue el principal promotor del derecho a la mujer de votar y ser votada en la década de los años cincuenta. Acción Nacional se manifestó contundentemente contra la represión de los jóvenes estudiantes en la década de los sesenta, congruente con la proyección de sus principios de libertad a la manifestación de las ideas, derecho del cual gozamos deliberadamente hoy los mexicanos. En las crisis económicas de los años setenta, sumidas por gobiernos del antiguo sistema, el PAN fue oposición seria en la crítica y coadyuvancia legislativa para sacar al país adelante.
En los años ochenta, la generosidad de Manuel Clouthier cimbró al país, ya que sin importar las ideologías políticas distintas a la suya, abanderó la causa en contra del fraude electoral cometido por el PRI. En la década de los noventa, Acción Nacional consolidó desde el Congreso de la Unión las instituciones que hoy le dan forma libre y democrática a nuestro México, en 1997 apenas, por primera vez, el PRI no tuvo mayoría absoluta en el Congreso de la Unión.
En el año 2000, la alternancia en el poder generó que una revolución democrática moviera a México; 11 años de Acción Nacional dirigiendo los rumbos de México en el gobierno federal, acompañado de más de 80 años de gobiernos locales del Partido Revolucionario Institucional, contrapuesto con años de sumisión del antiguo partido en el poder.
Sin duda la historia califica a Acción Nacional como el mejor partido que ha gobernado este país, un partido con rumbo y con amor por México.
Empero, este instituto político, como en sus raíces, también es una escuela ciudadana, una formadora de ciudadanos interesados en los asuntos públicos, que generen una sinergia ciudadana que engrandezca a nuestro país; he ahí la verdadera vocación de Acción Nacional.
Durante más de 60 años Acción Nacional fue una oposición responsable, antepuso los intereses de los mexicanos a la promoción partidista; el Partido Acción Nacional fue el principal promotor del derecho a la mujer de votar y ser votada en la década de los años cincuenta. Acción Nacional se manifestó contundentemente contra la represión de los jóvenes estudiantes en la década de los sesenta, congruente con la proyección de sus principios de libertad a la manifestación de las ideas, derecho del cual gozamos deliberadamente hoy los mexicanos. En las crisis económicas de los años setenta, sumidas por gobiernos del antiguo sistema, el PAN fue oposición seria en la crítica y coadyuvancia legislativa para sacar al país adelante.
En los años ochenta, la generosidad de Manuel Clouthier cimbró al país, ya que sin importar las ideologías políticas distintas a la suya, abanderó la causa en contra del fraude electoral cometido por el PRI. En la década de los noventa, Acción Nacional consolidó desde el Congreso de la Unión las instituciones que hoy le dan forma libre y democrática a nuestro México, en 1997 apenas, por primera vez, el PRI no tuvo mayoría absoluta en el Congreso de la Unión.
En el año 2000, la alternancia en el poder generó que una revolución democrática moviera a México; 11 años de Acción Nacional dirigiendo los rumbos de México en el gobierno federal, acompañado de más de 80 años de gobiernos locales del Partido Revolucionario Institucional, contrapuesto con años de sumisión del antiguo partido en el poder.
Sin duda la historia califica a Acción Nacional como el mejor partido que ha gobernado este país, un partido con rumbo y con amor por México.
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