jueves, 11 de agosto de 2011

Tabasco: sin negociadores


Dos ex secretarios de Hacienda, ex legisladores y algunos cuantos grupos políticos se disputan una buena parte de las asignaciones del Presupuesto Federal de Egresos de la Federación a los estados y municipios del país durante cada año.


Con la llegada del PAN a la Presidencia en 2000 esos grupos han crecido de manera importante, influyendo de manera determinante en el reparto de los recursos.
Para ellos su trabajo es permanente y los gestores naturales de los recursos, “los legisladores” solo duran tres o seis años, según sea el caso.
Chiapas el vecino estado, con el gobernador Juan Sabines Guerrero (del PRD) tiene un presupuesto asignado de 55 mil millones de pesos para este 2011 y que se mantiene en crecimiento, fundamentalmente porque aprovecharon la increíble bolsa de recursos, producto de los subejercicios y por la presentación de un sinfín de proyectos ejecutivos que promovieron sus principales negociadores, que no sólo radican en esa entidad sino en todo el país, incluso en el mundo.
El mandatario chiapaneco es uno de los políticos con mejor manejo en las relaciones públicas que cuentan y mucho, esa ha sido su constante, lo que le ha llevado a construir una sólida relación con el presidente panista Felipe Calderón, quien ha respaldado la gestión de Sabines y, por supuesto, de su entidad.
Desde luego, para alcanzar este crecimiento presupuestal constante hubo la necesidad de construir puentes y relaciones de todo tipo, donde jugaron un papel destacado los cabilderos o negociadores.
Chiapas fue incluso la primera entidad donde se erigió una estatua en honor a Juan Camilo Mouriño Terrazo, quien fue el colaborador —ya fallecido— más estrecho del presidente Calderón, el reconocimiento en realidad fue en función de lo que el campechano hizo para la consolidación y crecimiento en materia de infraestructura y de recursos de la Federación a favor de esa entidad.
Campeche es otro estado donde la gestión de Fernando Ortega Bernés ha buscado la asesoría de consultores expertos en el tema presupuestal y que poseen enlaces no sólo en el Congreso de la Unión, sino en la Secretaría de Hacienda y en las principales dependencias del Gobierno Federal; el trabajo no es fácil, pero para ello se requiere de experiencia y sobre todo de proyectos. El resultado: el incremento de su presupuesto.
Esa idea añeja de gobernadores acudiendo a la gestión coloquial de “Presidente, écheme la mano para mi estado” simplemente ya no funciona.
¿Y qué pasa con Tabasco?
Salvo la gestión del gobernador Andrés Granier, ha faltado una coordinación eficaz en el trabajo de los legisladores federales, la mayoría de los que actualmente representan a la entidad se la pasan construyendo alianzas, pero para seguir activos políticamente hablando, aunque olvidando lo sustantivo de su trabajo parlamentario.
Pero también han fallado los principales secretarios quienes o no saben o no tienen funcionarios especializados en los temas específicos y en la integración de éstos en proyectos.
Falta relativamente poco tiempo para que concluya esta administración, pero aún queda un año para poder negociar un buen presupuesto.
El ejemplo de Tabasco.
La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Cuando la rectora Candita Gil Jiménez conoció a detalle los lineamientos y requisitos para acceder a más recursos presupuestales durante su primer año de gestión, a partir de ese momento impulsó de manera sostenida el crecimiento de todos los indicadores de calidad académica, lo que le llevó a la certificación de todas las carreras y con ello la generación de más infraestructura moderna.
Los resultados están a la vista de todos. No se requieren más explicaciones..

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