Después de ser exportador de cacao a Europa –a ese continente se enviaba más del 90 por ciento de lo cosechado en Tabasco y Chiapas–, México está convertido ahora en importador del grano que procesan los industriales chocolateros, trayéndose de fuera actualmente alrededor de 20 mil toneladas anuales.
Productores tabasqueños señalan que las pérdidas han sido cuantiosas por la falta de asesoría técnica en el cultivo y la caída del precio, emanada de la importación de derivados del teobroma, como chocolates, dulces, vinos de cacao y la grasa vegetal, además, por la carencia de recursos para el combate de las plagas y enfermedades.
En los municipios de Cárdenas, Cunduacán, Comalcalco, Jalpa de Méndez, Huimanguillo y Paraíso –los de mayor producción en la Chontalpa–, ante la caída del precio del cacao, muchos productores abandonaron el cultivo; en algunos casos talaron los árboles para sembrar papaya, naranja o maíz.
Se estima que, al menos, unas cuatro mil plantas han sido derribadas luego de que la enfermedad conocida como moniliasis afectara severamente la producción.
El desplome en la producción del grano que un día sirvió como moneda a los aztecas, hizo reducir la exportación a países como España, Italia, Holanda y Francia –donde el producto era muy apreciado–, pues hasta hace dos años sólo se enviaron 2.5 toneladas del producto, cifra que contrasta con las tres mil 43 toneladas registradas en 2007.
Los dirigentes cacaoteros han señalado la urgente necesidad de otorgar apoyos al sector a fin de continuar con los cacaotales y evitar que los daños que provocan plagas y enfermedades sean mayores, pero sostienen que sus reclamos no han sido atendidos por la Sagarpa, lo que los mantiene en la zozobra.
CORRUPCIÓN, SELLO DE LA UNPC
La corrupción en el gremio hizo caer a uno de sus dirigentes, Antonio Naranjo Cobián, quien fue enviado a prisión a mediados de los noventa luego del escándalo de 20 mil millones de pesos que el gobierno federal había destinado para el programa Solidaridad en la entidad. El caso nunca estuvo claro y se dijo entonces que el dirigente había ido a la cárcel como venganza política del gobernante en turno.
Durante la dirigencia de Naranjo Cobián, aún se mantuvo la exportación de cacao a Europa, lo que permitió que miles de productores recibieran hasta dos veces al año sus remanentes en efectivo.
Tan mal quedaron sus finanzas, que la UNPC se vio en la necesidad de vender la flotilla de aviones fumigadores y tráilers, entre otros activos.
CRECIÓ PRODUCCIÓN… DE MENTIRAS
A pesar de la baja en la producción, el 4 de agosto de 2008, el entonces secretario de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca, José Carlos Ocaña Becerra –hoy líder del Congreso local– se atrevió a señalar que Tabasco continúa situado dentro de los primeros lugares a nivel nacional en la producción de cacao. Esto, sin precisar que sólo dos estados –Tabasco y Chiapas– son los que aportan casi el 100 por ciento del grano al mercado nacional y desde los aztecas la provincia de Tabasco ya era productora.
Puntualizó en esa ocasión que “la entidad mantiene una posición importante en la producción agrícola, dado que ocupa el primer lugar en toda la República en cuanto a la producción de cacao, a pesar del problema que representa la presencia de la moniliasis en buena parte de las plantaciones en la zona cacaotera de la Chontalpa”.
El hoy diputado local priísta enfatizó que se ha logrado mantener una producción superior a las 20 mil toneladas del grano, 12 mil de ellas registradas en las bodegas de la UNPC, además de una cifra similar de cacao orgánico, que representa alrededor de 60 por ciento de la producción anual; sin embargo el Programa de Cacao Orgánico sólo fue puesto en práctica en dos municipios.
El año pasado, la entonces delegada de la Secretaría de Economía en Tabasco, Gabriela Tello Maglioni consideró que en la entidad no se tiene una gran producción de cacao, si se habla competitivamente con otros países; sin embargo, agregaba que con el cacao son otras condiciones específicas organolépticas, se trata –acotab– de un cacao de nichos y por lo cual se debe exportar.
Precisaba que las exportaciones actuales del grano se dan de manera indirecta, “porque en México somos deficitarios en grano cacaotero y se tiene que importar cacao para los industriales chocolateros”.
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