De enero a junio de este año en el TSJ se
iniciaron 28 mil 115 juicios civiles y penales,
un incremento de mil asuntos con respecto al
mismo periodo de 2010 y un porcentaje de 2.8%
Para agosto del año próximo el Tribunal Superior de Justicia iniciará en Jalpa de Méndez y Macuspana con los juicios orales que por ley se implantarán en todo el país antes del 18 de junio de 2016.
De este sistema acusatorio, el magistrado Samuel Ramos Torres indicó al inaugurar el curso de capacitación Litigación Oral que “la comunidad jurídica de Tabasco está dispuesta a prepararse para pasar de los juicios mixtos a los orales, dar mayor rapidez a los procedimientos y contribuir a abatir la impunidad”.
Resaltó el hecho de capacitarse a tiempo, porque a partir del próximo año, cuando entren en vigor los juicios orales, las audiencias públicas dejarán al descubierto las deficiencias de quienes no se están preparando.
“No hay que perder de vista que la legislación faculta a los jueces para que en caso de que el defensor no domine las destrezas de litigación oral, pueda ser sustituido con la intención de garantizar la defensa adecuada”, advirtió.
El magistrado penal insistió en que la capacitación constituye un factor crítico de éxito o fracaso en la operatividad de los juicios orales y las salidas alternas al proceso —como la de Mediación— y ésta debe llegar a policías, agentes del Ministerio Público, defensores de oficio y abogados litigantes.
De acuerdo con otra fuente, quienes se han rezagado en la capacitación son precisamente los cuerpos de seguridad pública y ministerial.
Productividad del juez y demanda de claridad
El sistema judicial vigente prácticamente está colapsado aunque, como en Tabasco, los juzgadores tengan una alta productividad, pero el elevado número de casos que resuelven da margen a prácticas viciadas que se reflejan en la película “Presunto culpable” y en el documental “El túnel”.
En este esquema, el presidente del TSJ, Campos Montejo, informó el 15 de julio pasado que tan sólo en este semestre atendió personalmente a más de dos mil 500 personas que solicitaron la revisión de sus expedientes.
Esta cifra con que se demanda claridad es alta si se tiene en cuenta que también es grande el número de presentación de presuntos delitos porque tan solo de enero a junio de este año se iniciaron 28 mil 115 juicios civiles y penales, lo que representa un incremento de mil asuntos con respecto al mismo periodo de 2010 y un porcentaje de 2.8 por ciento.
En promedio, detalló Campos Montejo, los jueces de primera instancia recibieron más de cuatro mil nuevos asuntos al mes y cada juzgador ha atendido aproximadamente 330 asuntos en los primeros meses del año.
Destacó que los jueces mantienen una alta productividad y en promedio cada uno de ellos dicta alrededor de cien sentencias mensuales, mientras los magistrados de la segunda instancia tramitan en apelación 90 por ciento de los asuntos iniciados, y en materia de amparo es un porcentaje mínimo el que conceden las autoridades federales a los justiciables.
En su mayoría, los amparos son para efectos, esto es para revalorar elementos ofrecidos durante el procedimiento, no para echar abajo una sentencia, y ello refleja la solidez de las resoluciones.
De este sistema acusatorio, el magistrado Samuel Ramos Torres indicó al inaugurar el curso de capacitación Litigación Oral que “la comunidad jurídica de Tabasco está dispuesta a prepararse para pasar de los juicios mixtos a los orales, dar mayor rapidez a los procedimientos y contribuir a abatir la impunidad”.
Resaltó el hecho de capacitarse a tiempo, porque a partir del próximo año, cuando entren en vigor los juicios orales, las audiencias públicas dejarán al descubierto las deficiencias de quienes no se están preparando.
“No hay que perder de vista que la legislación faculta a los jueces para que en caso de que el defensor no domine las destrezas de litigación oral, pueda ser sustituido con la intención de garantizar la defensa adecuada”, advirtió.
El magistrado penal insistió en que la capacitación constituye un factor crítico de éxito o fracaso en la operatividad de los juicios orales y las salidas alternas al proceso —como la de Mediación— y ésta debe llegar a policías, agentes del Ministerio Público, defensores de oficio y abogados litigantes.
De acuerdo con otra fuente, quienes se han rezagado en la capacitación son precisamente los cuerpos de seguridad pública y ministerial.
Productividad del juez y demanda de claridad
El sistema judicial vigente prácticamente está colapsado aunque, como en Tabasco, los juzgadores tengan una alta productividad, pero el elevado número de casos que resuelven da margen a prácticas viciadas que se reflejan en la película “Presunto culpable” y en el documental “El túnel”.
En este esquema, el presidente del TSJ, Campos Montejo, informó el 15 de julio pasado que tan sólo en este semestre atendió personalmente a más de dos mil 500 personas que solicitaron la revisión de sus expedientes.
Esta cifra con que se demanda claridad es alta si se tiene en cuenta que también es grande el número de presentación de presuntos delitos porque tan solo de enero a junio de este año se iniciaron 28 mil 115 juicios civiles y penales, lo que representa un incremento de mil asuntos con respecto al mismo periodo de 2010 y un porcentaje de 2.8 por ciento.
En promedio, detalló Campos Montejo, los jueces de primera instancia recibieron más de cuatro mil nuevos asuntos al mes y cada juzgador ha atendido aproximadamente 330 asuntos en los primeros meses del año.
Destacó que los jueces mantienen una alta productividad y en promedio cada uno de ellos dicta alrededor de cien sentencias mensuales, mientras los magistrados de la segunda instancia tramitan en apelación 90 por ciento de los asuntos iniciados, y en materia de amparo es un porcentaje mínimo el que conceden las autoridades federales a los justiciables.
En su mayoría, los amparos son para efectos, esto es para revalorar elementos ofrecidos durante el procedimiento, no para echar abajo una sentencia, y ello refleja la solidez de las resoluciones.
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