De Tenosique, el contingente de la caravana Paso a Paso hacia la Paz arrancó con 250 migrantes, y 70 activistas de derechos humanos, con una cobertura de por lo menos 15 medios internacionales, y ‘gente del ejército’ vestidos de civil, al parecer, dice el representante de Codehutab, cuidando que todo se realice con normalidad.
Efraín Rodríguez León sostiene que esa seguridad debería brindarse a diario, no sólo cuando viajan en el tren activistas de derechos humanos y medios de comunicación internacionales, sino cuando se trasladan migrantes que también tienen derecho a que se respete su dignidad e integridad física.
Asegura que cuando se llega a una comunidad por donde pasan los migrantes, la misma gente ubica a los infractores, por lo que no es posible que la autoridad que cuenta con gente especializada no los ubique, “más bien —subray—, no quiere combatir ese delito porque hay intereses de por medio”.
Explica que la práctica consiste en que cualquier corporación policiaca detiene al migrante; si lleva dinero se lo quita y lo deja continuar, pero si viaja con las bolsas vacías, lo asegura y lo entrega a Migración para ser deportado.
Al parecer, el Ejército mexicano es la única autoridad que no los agrede, solo les pide identificación, revisan sus mochilas y los dejan ir, según expresan los propios migrantes.
En la caravana también participan activistas religiosos a través del albergue ‘La 72’, de Tenosique que dirigen sacerdotes de la orden franciscana, entre ellos, el organizador de esa caravana, fray Tomás González Castillo.
El clérigo, quien administra la Casa del Migrante, reprueba que se pida tener más vigilancia en la Frontera Sur con el objeto de ‘criminalizar a los migrantes’; debe haber vigilancia, pero cada autoridad en su función, sin tratar a los migrantes como delincuentes, sino como personas que dejan su lugar de origen para ir por mejores condiciones de vida.
No se duda —reconoce— que entre los 60 mil migrantes que pasan anualmente por territorio tabasqueño, podrían ir algunos que “no son de fiar”, pero no se puede generalizar, porque la inmensa mayoría va en busca de trabajo.
MUJEROS Y NIÑOS, LOS MÁS VULNERABLES
El INM asegura entre 20 mil y 22 mil indocumentados al año, pero se dice que por cada migrante que se asegura, cuatro logran pasar, muchos de los cuales para evitar asaltos y secuestros, en lugar de treparse al lomo de ‘La Bestia’, prefieren aventurarse a caminar por la vía del tren y entre los montes.
En los últimos diez años, la población migrante ya no sólo la integran hombres; a ellos se suman hoy mujeres y niños, que son comunes ver en las caravanas de centroamericanos.
Señala que si de por sí la población migrante es vulnerable, las mujeres y niños migrantes son aún más.
El asesor de Codehutab indica que una prueba de este desinterés del gobierno federal por el problema migratorio, es que funcionarios que son acusados de corrupción y malos tratos, como el ex delegado estatal del INM, Juan Jacobo Pérez Cornelio y quien fuera responsable de la oficina en Tenosique, Luis Alberto Molina Ríos, no fueron destituidos, sino sólo removidos.
Al referirse al secuestro, fray Tomás González indica que desde el 2009, el plagio de migrantes ha generado ganancias por más de 50 mil millones de dólares para el crimen organizado, y agrega que por el rescate llegan a cobrarse de mil a siete mil dólares, a sus familias en Centroamérica, sin importar si viven en situación de pobreza extrema.
Muchos de estos secuestros —se lamenta— terminan en muerte.
Y esta vez, activistas recrearon la ruta del migrante para padecer “un tanto lo que sufre el migrante en esta ruta de la muerte”, dice el defensor de migrantes de Huimanguillo, Rubén Figueroa.
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Migrantes, víctimas de sus paisanos: Tequextle
Los problemas que enfrentan migrantes en los municipios de Balancán y Tenosique, en la Frontera Sur de Tabasco, se agravan porque éstos son víctimas de sus propios paisanos, señala el procurador de Justicia estatal, Gregorio Romero Tequextle, quien refiere que se trata de centroamericanos que “no vienen en busca de trabajo sino son personas que han desertado del ejército de su país o allá mismo ya forman parte de la delincuencia organizada, y vienen a hacer sus actividades a esta zona”.
Resalta que existen varios casos de guatemaltecos y hondureños que han detectado dentro de las bandas capturadas, y apunta que se requiere mayor apoyo de la Federación para garantizar la seguridad en la Frontera Sur.
Sobre este punto, el jueves en Ixtepec, Oaxaca —una escala de la caravana Paso a Paso hacia la Paz—, el relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Felipe González, adelantó que dicho organismo multinacional recomendará al gobierno de México y a las autoridades estatales del país adoptar políticas públicas que garanticen que la protección de los migrantes y de los defensores de los derechos humanos sea eficaz y diligente.
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