Nada queda de aquellos tiempos en que el aromático, junto con el cacao, era sinónimo de riqueza y abundancia en Tabasco
La pimienta es usada en todo el mundo como condimento y Tabasco llegó a ser primer productor mundial en la década de los setenta, pero hoy esta especia —que en la Edad Media fue un producto tan raro y caro que era usado como moneda de cambio, como el cacao en la Mesoamérica prehispánica— se encuentra en peligro de desaparecer de las tierras cultivables de la entidad por diversos factores que han ocasionado que dejara de ser una actividad rentable.
Tras el desplome en la producción atribuidos, primero a las cenizas que lanzó a esta región el volcán Chichonal en 1982, y después a la lluvia ácida de los mechones de Pemex, hoy la debacle en el cultivo del condimento milenario se adjudica al desinterés de apoyar a los pimenteros por las instituciones relacionadas con el campo; a plagas y enfermedades que atacan al árbol; el coyotaje que acapara la poca producción a precios bajos, y en los últimos años a las inundaciones y sequías prolongadas que hacen que la arboleda desaparezca año con año.
Hasta hace no más de dos décadas la pimienta tabasqueña abastecía todo el mercado nacional y tenía un lugar preponderante en países europeos y del Medio Oriente, por la alta calidad del aromático grano.
Al igual que las demás ramas agrícolas, la producción de pimienta ha sufrido un desplome dramático —hasta de 85 por ciento— en los últimos años, sin que los gobiernos federal y estatal contemplen programa alguno para reactivar el cultivo de este condimento en el que Tabasco llegó a ubicarse como el primer productor mundial.
En Villahermosa, la sede de la Asociación de Productores de Pimienta del estado de Tabasco, ubicada en Ciudad Industrial, se encuentra cerrada desde 2007 y no hay para cuándo pueda volver a abrirse ante la poca importancia que representa el cultivo para los productores.
Hace casi dos décadas, los productores de pimienta se hicieron de una planta extractora de aceite y esencia del fruto, pero nunca tuvieron la capacidad ni el apoyo del gobierno para ponerla a funcionar y elaborar un producto que sería enviado al mercado internacional, ya no sólo en grano, sino también en aceite, esencias y otros derivados.
Tras el desplome en la producción atribuidos, primero a las cenizas que lanzó a esta región el volcán Chichonal en 1982, y después a la lluvia ácida de los mechones de Pemex, hoy la debacle en el cultivo del condimento milenario se adjudica al desinterés de apoyar a los pimenteros por las instituciones relacionadas con el campo; a plagas y enfermedades que atacan al árbol; el coyotaje que acapara la poca producción a precios bajos, y en los últimos años a las inundaciones y sequías prolongadas que hacen que la arboleda desaparezca año con año.
Hasta hace no más de dos décadas la pimienta tabasqueña abastecía todo el mercado nacional y tenía un lugar preponderante en países europeos y del Medio Oriente, por la alta calidad del aromático grano.
Al igual que las demás ramas agrícolas, la producción de pimienta ha sufrido un desplome dramático —hasta de 85 por ciento— en los últimos años, sin que los gobiernos federal y estatal contemplen programa alguno para reactivar el cultivo de este condimento en el que Tabasco llegó a ubicarse como el primer productor mundial.
En Villahermosa, la sede de la Asociación de Productores de Pimienta del estado de Tabasco, ubicada en Ciudad Industrial, se encuentra cerrada desde 2007 y no hay para cuándo pueda volver a abrirse ante la poca importancia que representa el cultivo para los productores.
Hace casi dos décadas, los productores de pimienta se hicieron de una planta extractora de aceite y esencia del fruto, pero nunca tuvieron la capacidad ni el apoyo del gobierno para ponerla a funcionar y elaborar un producto que sería enviado al mercado internacional, ya no sólo en grano, sino también en aceite, esencias y otros derivados.
PRODUCTORES, EN BANCARROTA
A nivel municipal la situación es grave. Productores de Huimanguillo, Comalcalco, Cárdenas, Jalpa de Méndez y Nacajuca, donde se concentran 771 hectáreas dedicadas todavía al cultivo de este producto (64 por ciento de la superficie total cultivada en el estado), se declararon en bancarrota desde hace tres años, lo que impacta en la economía de cientos de familias que dependen de alguna manera de ese cultivo, declara Lauro Magaña Ocaña, integrante del gremio pimentero de la Chontalpa.
Benito López Landero, presidente la Asociación Agrícola Local de Productores de Pimienta del municipio de Jalpa de Méndez, expresa que la sequía que se vivió hace un par de años durante los meses de mayor producción —julio, agosto y septiembre— repercutió severamente en el campo, además de la falta de capital para reactivar la producción.
Para el poco acopio que realizan las agrupaciones de productores de pimienta en la Chontalpa, éstas se han visto en la necesidad de conseguir dinero alquilado; en 2008 consiguieron 150 mil pesos para hacer frente a la compra del producto, pagando un 10 por ciento de rédito, lo que representó pérdidas al gremio.
ENTRE COYOTES Y ZORROS
El coyotaje representa un grave problema para los productores, asegura López Landero, y subraya que todo se traduce en pérdida constante en el valor de mercado.
Recordó que “en el 2008, el precio por kilo de la pimienta seca lo compraban a 24 pesos, un peso menos que en 2007; luego hasta en 18 pesos, a principios del 2009. Pero el coyotaje compra la pimienta verde cuando mucho a siete pesos el kilo”. Esto es una caída en el precio del 72 por ciento en promedio, acota.
En Centla, uno de los municipios con más plantaciones de pimienta, los productores de la esencia se encuentran esperando desde hace varios años que autoridades como la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca salgan al rescate de ese gremio que —dijeron— ha estado abandonando.
Desde hace casi cinco años su bodega se encuentra abandonada y se ha convertido en nido de ratas y zorros; no cuentan con recursos para acopiar el producto y ofrecer precios competitivos, por lo que las ganancias se las llevan los coyotes que pagan al productor precios bajos.
El problema por el que atraviesan los pimenteros le fue planteado al primer titular de Sedeco en esta administración, José Carlos Ocaña Becerra, pero nunca puso interés por el rescate de ese sector, cuyo producto se cotiza en dólares en el mercado internacional.
MACHETES Y LIMAS ¡PARA EL RESCATE!
En la villa Ignacio Allende, donde se encuentra la bodega almacenadora abandonada (como ocurre con casi todas), los productores desean se reactive la Unión local, y se emprendan verdaderos programas que hagan resurgir la producción.
Como si fuera burla, recuerdan, a su petición de ayuda, las autoridades municipales sólo les dieron unos sacos, lima y machetes para algunos productores, pero su petición de incentivos económicos para comprar la cosecha a precios competitivos, jamás llegó.
Benito López Landero, presidente la Asociación Agrícola Local de Productores de Pimienta del municipio de Jalpa de Méndez, expresa que la sequía que se vivió hace un par de años durante los meses de mayor producción —julio, agosto y septiembre— repercutió severamente en el campo, además de la falta de capital para reactivar la producción.
Para el poco acopio que realizan las agrupaciones de productores de pimienta en la Chontalpa, éstas se han visto en la necesidad de conseguir dinero alquilado; en 2008 consiguieron 150 mil pesos para hacer frente a la compra del producto, pagando un 10 por ciento de rédito, lo que representó pérdidas al gremio.
ENTRE COYOTES Y ZORROS
El coyotaje representa un grave problema para los productores, asegura López Landero, y subraya que todo se traduce en pérdida constante en el valor de mercado.
Recordó que “en el 2008, el precio por kilo de la pimienta seca lo compraban a 24 pesos, un peso menos que en 2007; luego hasta en 18 pesos, a principios del 2009. Pero el coyotaje compra la pimienta verde cuando mucho a siete pesos el kilo”. Esto es una caída en el precio del 72 por ciento en promedio, acota.
En Centla, uno de los municipios con más plantaciones de pimienta, los productores de la esencia se encuentran esperando desde hace varios años que autoridades como la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca salgan al rescate de ese gremio que —dijeron— ha estado abandonando.
Desde hace casi cinco años su bodega se encuentra abandonada y se ha convertido en nido de ratas y zorros; no cuentan con recursos para acopiar el producto y ofrecer precios competitivos, por lo que las ganancias se las llevan los coyotes que pagan al productor precios bajos.
El problema por el que atraviesan los pimenteros le fue planteado al primer titular de Sedeco en esta administración, José Carlos Ocaña Becerra, pero nunca puso interés por el rescate de ese sector, cuyo producto se cotiza en dólares en el mercado internacional.
MACHETES Y LIMAS ¡PARA EL RESCATE!
En la villa Ignacio Allende, donde se encuentra la bodega almacenadora abandonada (como ocurre con casi todas), los productores desean se reactive la Unión local, y se emprendan verdaderos programas que hagan resurgir la producción.
Como si fuera burla, recuerdan, a su petición de ayuda, las autoridades municipales sólo les dieron unos sacos, lima y machetes para algunos productores, pero su petición de incentivos económicos para comprar la cosecha a precios competitivos, jamás llegó.
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El campo “choco” perdió su principal condimento
La pimienta gorda fue utilizada por la cultura maya para embalsamar muertos; se le llegó a usar para curar la bronquitis y enfermedades respiratorias. En Europa llegaron a pagar con oro la especia que les llegaba de Oriente. En la actualidad, el fruto aromático se utiliza en todo el mundo como condimento, tanto en embutidos como mezcla para salmuera o en distintos guisos y platos salados.
El fruto y las semillas contienen un aceite esencial que se utiliza como agente aromatizante y como estimulante en medicina casera. Se emplea también para elaborar adobos y conservar pescado y carne.
La pimienta es un producto perteneciente al segmento de las especias que son plantas que poseen propiedades aromáticas, sirviendo para realizar el sabor y perfume de los alimentos, logrando de esta manera contribuir a la apetencia de los alimentos y a su digestibilidad.
Suelen proceder de los frutos de árboles o arbustos exóticos, como es el caso de las diferentes pimientas negra, blanca y rosa.
De las plantas aromáticas, la que sobresale por sus propiedades como saborizante y aromatizante, desde la antigüedad hasta nuestros días, ha sido la pimienta.
La pimienta es una planta perenne, nativa de la India, país que en la actualidad es uno de los mayores productores de esta especia.
En América Latina, el principal productor es Brasil y la nación que más la importa es Estados Unidos.
A partir de las frutas se elaboran las dos clases conocidas de pimienta: la negra en que la fruta entera es secada, y la blanca en que las frutas maduras son fermentadas para quitarle la cáscara y los granos que quedan son secados.
La pimienta es la más importante de las especias cuyo comercio mundial alcanza 509 millones de dólares, con muchos países que la importan y muy pocos producen, aun así, el gremio pimentero en Tabasco –al igual que los cacaoteros y copreros– se encuentran olvidados.
La caída del gremio pimentero se refleja en la pérdida de 50 millones de pesos por año para los productores, que en 2007 valuaron su producción en 58 millones 045 mil pesos y para el 2008 sólo se estimaban nueve millones y medio de pesos, de acuerdo con cifras de la Sagarpa. Y la tendencia sigue a la baja.
El fruto y las semillas contienen un aceite esencial que se utiliza como agente aromatizante y como estimulante en medicina casera. Se emplea también para elaborar adobos y conservar pescado y carne.
La pimienta es un producto perteneciente al segmento de las especias que son plantas que poseen propiedades aromáticas, sirviendo para realizar el sabor y perfume de los alimentos, logrando de esta manera contribuir a la apetencia de los alimentos y a su digestibilidad.
Suelen proceder de los frutos de árboles o arbustos exóticos, como es el caso de las diferentes pimientas negra, blanca y rosa.
De las plantas aromáticas, la que sobresale por sus propiedades como saborizante y aromatizante, desde la antigüedad hasta nuestros días, ha sido la pimienta.
La pimienta es una planta perenne, nativa de la India, país que en la actualidad es uno de los mayores productores de esta especia.
En América Latina, el principal productor es Brasil y la nación que más la importa es Estados Unidos.
A partir de las frutas se elaboran las dos clases conocidas de pimienta: la negra en que la fruta entera es secada, y la blanca en que las frutas maduras son fermentadas para quitarle la cáscara y los granos que quedan son secados.
La pimienta es la más importante de las especias cuyo comercio mundial alcanza 509 millones de dólares, con muchos países que la importan y muy pocos producen, aun así, el gremio pimentero en Tabasco –al igual que los cacaoteros y copreros– se encuentran olvidados.
La caída del gremio pimentero se refleja en la pérdida de 50 millones de pesos por año para los productores, que en 2007 valuaron su producción en 58 millones 045 mil pesos y para el 2008 sólo se estimaban nueve millones y medio de pesos, de acuerdo con cifras de la Sagarpa. Y la tendencia sigue a la baja.
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Reverdecen posibilidades de un repunte productivo
En medio de tan desolador panorama se vislumbra una posibilidad para el repunte de la producción del aromático, que va de la mano con otro producto altamente rentable y que por diversas circunstancias está en franco declive, como es el cacao.
Durante una gira por Tabasco, en julio pasado, para presentar el Programa Trópico Húmedo, el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Francisco Javier Mayorga Castañeda, visitó el vivero de producción de plantas de cacao clonal del Centro Integral de Consultorías y Agroindustrias del Sureste (CICAS) ubicado en la villa Aldama, Comalcalco.
Ahí, el funcionario federal, acompañado por el titular de Sedafop, Ignacio Lastra Marín, recibió la propuesta de los productores cacaoteros para crear el Instituto del Cacao a fin de impulsar el estudio, tecnificación y producción de este cultivo que bajo condiciones adecuadas puede ser altamente rentable.
Dentro de ese proyecto, explica el director de Desarrollo del Ayuntamiento de Comalcalco, Domingo de la Cruz González, se considera a la pimienta como una parte fundamental del proceso, ya que el árbol que la produce es utilizado como sombra para las plantas de cacao. “Es decir, aunado al cultivo de cacao estaríamos cultivando también pimienta, lo cual es doblemente rentable”, agrega.
Con marcado optimismo, confía en que el gobierno federal, así como el estatal, respalden en mayor medida programas para la renovación de plantaciones de cacao con variedades resistentes a las enfermedades y plagas, y se puedan sembrar en esa misma superficie árboles de pimienta, con lo que se estaría dando un nuevo impulso a la producción del aromático.
Y da cifras de rentabilidad muy tentadoras: “Por cada hectárea cultivada con ambas especies, bajo condiciones adecuadas, podrían levantarse cosechas anuales de cacao por un monto de 100 mil pesos más otros 30 mil de pimienta, cantidades equivalentes a los precios actuales del mercado”.
Sin embargo, hay algunos obstáculos que deberán salvarse antes de concretar este proyecto, comenzando por la propia aprensión de la Sagarpa, cuyo titular dejó muy claro en su recorrido por el vivero que “de nada sirve que tengamos buenas cosechas si no encontramos dónde colocar el producto”, por lo que únicamente se comprometió a generar las condiciones “dentro de su competencia”, para integrar todas las cadenas productivas.
Durante una gira por Tabasco, en julio pasado, para presentar el Programa Trópico Húmedo, el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Francisco Javier Mayorga Castañeda, visitó el vivero de producción de plantas de cacao clonal del Centro Integral de Consultorías y Agroindustrias del Sureste (CICAS) ubicado en la villa Aldama, Comalcalco.
Ahí, el funcionario federal, acompañado por el titular de Sedafop, Ignacio Lastra Marín, recibió la propuesta de los productores cacaoteros para crear el Instituto del Cacao a fin de impulsar el estudio, tecnificación y producción de este cultivo que bajo condiciones adecuadas puede ser altamente rentable.
Dentro de ese proyecto, explica el director de Desarrollo del Ayuntamiento de Comalcalco, Domingo de la Cruz González, se considera a la pimienta como una parte fundamental del proceso, ya que el árbol que la produce es utilizado como sombra para las plantas de cacao. “Es decir, aunado al cultivo de cacao estaríamos cultivando también pimienta, lo cual es doblemente rentable”, agrega.
Con marcado optimismo, confía en que el gobierno federal, así como el estatal, respalden en mayor medida programas para la renovación de plantaciones de cacao con variedades resistentes a las enfermedades y plagas, y se puedan sembrar en esa misma superficie árboles de pimienta, con lo que se estaría dando un nuevo impulso a la producción del aromático.
Y da cifras de rentabilidad muy tentadoras: “Por cada hectárea cultivada con ambas especies, bajo condiciones adecuadas, podrían levantarse cosechas anuales de cacao por un monto de 100 mil pesos más otros 30 mil de pimienta, cantidades equivalentes a los precios actuales del mercado”.
Sin embargo, hay algunos obstáculos que deberán salvarse antes de concretar este proyecto, comenzando por la propia aprensión de la Sagarpa, cuyo titular dejó muy claro en su recorrido por el vivero que “de nada sirve que tengamos buenas cosechas si no encontramos dónde colocar el producto”, por lo que únicamente se comprometió a generar las condiciones “dentro de su competencia”, para integrar todas las cadenas productivas.
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