jueves, 11 de agosto de 2011

De Alto Nivel


* Los futuros chantajistas del tricolor
* ¿Dan la tela los delegados políticos?
* AG, equilibrio con sus funcionarios


A primera vista no se ve por dónde un 60 por ciento de los Delegados políticos del PRI en los municipios vayan a dar el ancho para batallar con los aspirantes a las alcaldías y diputaciones locales, en lo que será la madre de todas las batallas.



Lo central es cómo aglutinarlos en torno a quien lleve las preferencias. Desde luego, no es sólo tarea de los delegados políticos sino del propio aspirante, montado en el liderato. Y reforzado con el apoyo de la dirección estatal del tricolor, de la esfera del poder y del propio candidato a la gubernatura para pactar acuerdos.
Esta vez, quienes resulten candidatos, principalmente a las presidencias municipales, tendrán que negociar posiciones con todos los grupos. O sea, el pastel tendrán que repartirlo.
No pueden navegar con la menor fisura. Sería naufragar. Saben de antemano que van a afrontar chantajes, entre otras rudezas, “el voto de castigo al PRI”.
Entre esos hay que voltear a ver al Congreso local. A ver cuántos legisladores van a “vender caro su amor” al PRI, al no resultar candidatos. Y es como si los estuviéramos viendo cuando amaguen: “no voy a aprobar la cuenta pública ni este ni el otro año”.
Ese será parte del panorama de Miguel Romero. Esa posición de los delegados políticos no debe ser de cuota ni mucho menos de vendedores de ilusiones, como siempre ha sido.
Deben ir profesionales, que manejen la derecha y la izquierda. Que realicen una tarea para que el PRI se haga de la victoria y al final puedan ser premiados con cargos públicos. Ese debe ser el compromiso de adentro y hacia afuera.
La jornada electoral que viene será muy distinta y complicada para los del tricolor, pues en la banqueta de enfrente, en el PRD, con todo y su división, andan con la algarabía de que están tocando la puerta para meterse a la Quinta Grijalva.
Romero debe saber de ello. En sus recorridos ha encontrado reflejos de que las cosas no son suaves y ni tersas en ese sinuoso camino electoral.

DE BAJADA

a). Si bien hay voces, entre ellos, la mayor parte de los aspirantes a la gubernatura, que piden el cambio del delegado del CEN del PRI, Adrián Alanís, hay malas noticias. Lo van a ver un rato más. No se sabe si va a seguir hasta el 2012. Conociéndolo que es de mecha corta para tratar lo que viene con la indiada, de dejarlo se les puede complicar.
b). Muy animados se les vio el martes 2, en el hangar del aeropuerto de la capital tabasqueña, charlando a Benito Neme Sastré y Gustavo Rosario Torres.
c). Un paseo por Campeche. El gobernador Andrés Granier entró escoltado al Centro de Convenciones por el edil Jesús Alí y por el secretario de Salud, Luis Felipe Graham, al segundo informe de labores del gobernador Fernando Ortega. Es el equilibrio entre los funcionarios. El resto van solos.
d). El municipio de Champotón, Campeche, dejará de ser un pueblo de paso. Va a ser una parada obligada. Se vienen invirtiendo recursos en la remodelación del Centro Histórico, entre otros rubros para hacerlo un atractivo turístico. Lo anterior lo expresa el edil Xicoténcatl González. Y con razón está tomando otro rostro esa localidad.

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