Punta Fina

Gordillo negoció salida de Jonguitud, no la suya

Elba Esther Gordillo tuvo capacidad de negociar la salida de Carlos Jonguitud Barrios, mas no la suya. Se lo plantearon y ella jugó las reglas.

José Ureña / primercirculo@hotmail.com

Justo hace un año comenzó a circular la versión de su inminente renuncia a la presidencia del SNTE, al cual maneja desde 1989.

—Está negociada —me dijeron entonces fuentes allegadas a la cúpula priista.

De acuerdo a aquella versión, el compromiso incluía respetos de ambas partes: Gordillo se iría y el relevo sería terso, sin complicaciones en el gremio.

Las mismas fuentes proporcionaban santo y seña:

—En su lugar quedará Juan Díaz de la Torre, su hombre de confianza.

Se convino realizar el congreso del SNTE en Baja California, dada la facilidad de La Maestra para viajar desde San Diego al lado mexicano y el apoyo del gobernador panista Guadalupe Osuna, a cuyo triunfo ayudó en agosto de 2007 contra el priista Jorge Hank Rhon.

Del tema hablé con Díaz de la Torre, uno de sus cachorros:

—La renuncia de La Maestra no está contemplada en el Congreso magisterial.

—¿Seguirá al frente? En el gobierno de Felipe Calderón y en el PRI ya dan por hecho ese paso para dejarlo a usted como máximo dirigente del SNTE…

—Para nosotros ese no es tema.

Y sí, no fue tema: la señora Gordillo trasladó el Congreso a la Riviera Maya y se reeligió.

SALINAS Y CAMACHO LE ENTREGARON EL SNTE

El ascenso de Elba Esther Gordillo se decidió dos años antes de ser designada secretaria general del sindicato.

En 1987 el entonces guía moral y presidente de Vanguardia Revolucionaria del SNTE, Carlos Jonguitud Barrios, se lanzó contra el secretario de Programación y Presupuesto.

—No nos ha entregado diez mil millones de pesos que nos debe de cuotas sindicales —acusó.

Ese secretario era Carlos Salinas.

El 1 de diciembre de 1988 devino en presidente de la república y ajustó cuentas con quien se las debía: los dirigentes petrolero Joaquín Hernández Galicia La Quina en enero de 1989 y magisterial Jonguitud Barrios en abril de 1989.

Para el primer operativo utilizó la fuerza púbica, para el segundo no. Pero no porque no quisiera, sino a petición expresa de La Maestra:

Cuando decidió deshacerse de Jonguitud Barrios, Salinas lo urdió con dos de sus principales consejeros: José Córdova Montoya y Manuel Camacho Solís.

El operador fue el más salinista de todos, Camacho Solís.

A la sazón jefe del DDF, Camacho Solís sugirió como relevo de Jonguitud Barrios en el SNTE a Gordillo y personalmente se encargó de llevarla Los Pinos para su ungimiento.

—Sí acepto —le respondió La Maestra a Salinas—, pero le pido que no le imponga la misma suerte que a Joaquín Hernández Galicia.

—¿Qué sugieres?

—Dele una salida digna.

Ese mismo día Jonguitud Barrios fue llamado a Gobernación por el secretario Fernando Gutiérrez Barrios y recibió el plazo perentorio.

—Aquí tiene los boletos para irse inmediatamente del país.

 PERSEGUIDO DEL SISTEMA

Regresado del exilio en Estados Unidos, un día me comentó Jonguitud Barrios:

—No me dieron tiempo ni de empacar mi ropa. Apenas dos boletos, uno para mi esposa y otro para mí.

—Muy duro —le contesté.

—No sabes lo que es ser perseguido por el sistema —dijo más como reflexión.

—¿Piensa en la reivindicación? —le pregunté.

—No, ¿para qué?

El no, pero su hijo sí.

—Llevo varios años trabajando y ya tengo más de 150 mil afiliados —me aseguró Carlos Jongitud Carrillo en octubre pasado en el restaurante El Cardenal de Avenida Juárez.

—¿De qué lugares?

—De todo el país. No afiliamos secciones sino personas, militantes de carne y hueso.

—¿Va contra Elba Esther Gordillo?

—No exactamente: queremos dignificar al gremio y lo vamos a lograr.

El lunes, coincidencias de la política, Jonguitud Carrillo presumía tener 290 mil afiliados.

Se dispone a presentar su solicitud de toma de nota ante las autoridades laborales.

—Hoy queremos existir y ser escuchados —dijo.

Horas después era detenida Elba Esther Gordillo, quien a principios de junio me dijo en su departamento de Galileo, en la colonia Polanco:

—Sí me voy a ir, pero yo decidiré con los trabajadores cuándo.

No fue así y está por verse la suerte de Juan Díaz de la Torre y Carlos Jonguitud Barrios.

Ellos pueden luchar por el magisterio, Elba Esther deberá concentrarse en su defensa porque ya sintió el peso del sistema con un operativo impecable, sin filtraciones, impresionante.

LEGISLADORES TIENEN ASESORES, NO EXPERTOS

1.- Habrá telebancadas en el Congreso de la Unión, pero los partidos no tienen expertos para conducirlos en el embrollo de las reformas a telecomunicaciones.

Los legisladores participantes en la redacción de la iniciativa pretenden incluir todo en la Constitución, desde la creación de un Instituto Federal de Telecomunicaciones hasta la licitación de cadenas de televisión, bandas anchas y el must carry y must offer.

Los cambios constitucionales para el must carry (obligación de concesionarios de TV restringida de incluir canales de televisión abierta) y must offer (obligación de TV abierta de ofrecer señales a la televisión restringida) pasaría por alto litigios como los derechos de autor.

Las constituciones de todo el mundo tienen por objeto establecer derechos y obligaciones del Estado, no todo. Y si lo hacen así priistas, panistas, perredistas, etcétera, ¿entonces qué incluirán en la Ley Federal de Telecomunicaciones?

Y 2.- En el Estado de México se presentó una iniciativa de efectos múltiples: transparencia, lucha anticorrupción y reducción del costo de las licitaciones.

En la Ley de Contratación Pública del Estado y Municipios el gobernador Eruviel Avila se ordena centralizar las compras para disminuir costos y se abrirá un portal para sistematizar y transparentar procedimientos

Los ahorros irán a programas sociales, prometió el mandatario.