El en evento auspiciado por la Sociedad de Escritores ‘Letras y Voces de Tabasco’ y la Escuela de Escritores ‘José Gorostiza’, se abordaron temas como el suicidio, acoso y discriminación
Samuel L. Soto Giles / gi_les@hotmail.com
Para hacer cine en Tabasco hacen falta personas preparadas, comprometidas y organizadas, dijo el cineasta Ricardo Guzmán al impartir, del 13 al 16, el taller La narrativa frente al guión, a tres caídas sin límites ni tiempo, auspiciado por la Sociedad de Escritores ‘Letras y Voces de Tabasco’ y la Escuela de Escritores ‘José Gorostiza’.
Señaló que las principales ciudades donde se presentan festivales de cine son: Morelia, Guadalajara, Ciudad de México, Guanajuato y Monterrey.
En las aulas de la escuela José Gorostiza, ubicada en el edificio de la UJAT de la colonia Reforma, Ricardo Guzmán expuso que todo arte es revolucionario, contestatario, que presenta elementos de una realidad que surge ante patrones caducos, es un experimento de la nueva sociedad.
De los temas tratados se abordó el de una adolescente que por acoso sexual del padrastro y la indiferencia de la madre se ve orillada a cortarse las venas, sin embargo sobrevivió y buscó la estabilidad emocional, la felicidad en uno de sus amigos que estuvo pendiente de su recuperación. Aunque ella se enamoró de él, éste le aclaró que su relación era sólo de amistad.
Después de redactar el perfil del protagonista, de la anécdota y del esquema de comprobación, se concluyó con la premisa: La felicidad depende de uno mismo.
EL CINE EN LA PROBLEMÁTICA SOCIAL
El fenómeno de la inmolación está creciendo entre los adolescentes y la juventud a causa del divorcio en que los hijos se encuentran indefensos. En caso de que se filmara este tema estaría clasificado como melodrama.
El cine —dijo Ricardo Guzmán— se clasifica en dos géneros: el documental y el de ficción. Como subgéneros se tienen a la Pieza, que es la tragedia moderna, la Comedia y el Melodrama.
En la Pieza, que persuade, se filman las contradicciones de las clases sociales, representan a esa calma chicha que precede a la tempestad, anuncian el cambio; es la metáfora social de la demanda, la voz y el pensamiento de que ya no funcionan las instituciones; es el experimento emergente de la nueva sociedad.
El cine de Comedia seduce, hace apología de los valores de la burguesía, no es catártica y el ridículo da pena ajena. En esta clasificación se ridiculiza al transgresor; la risa es una salmodia, te ríes de ti, te advierte de que si tu conducta rebasa lo establecido puedes llegar al ilícito.
En tanto, el Melodrama convence, manipula, es el género por excelencia y el protagonista no tiene control de su destino sino que está sujeto a las circunstancias.
También dijo que el cine europeo recibe apoyo del Estado y trata temas sociales, en cambio el norteamericano está orientado para mantener su hegemonía en el mundo, es de difusión imperial.
ANÁLISIS DE GUIÓN
En la Escuela de Escritores se estudió la película francesa: El Odio, La haine (1994), dirigida por Mathieu Kassovitz y estrenada en 1994 que narra la vida de tres jóvenes desheredados de la sociedad (un judío, un árabe y un negro) en un suburbio de París a mediados de la década de los noventa.
Durante unos disturbios en la ciudad un joven árabe es hospitalizado a causa de los malos tratos recibidos por la policía.
En esa misma noche, Vinz, uno de los tres protagonistas, se hace con un revólver de la policía y asegura, con un gran odio, que con él asesinará a un miembro de las autoridades si el joven hospitalizado muere.
La película transcurre durante ese mismo día, y en la larga noche en la que los protagonistas deambulan por todo París se enteran de que el muchacho árabe ha muerto en el hospital. Sin embargo, Vinz, aunque le corroe el odio, decide no asesinar a nadie.
Finalmente los protagonistas vuelven a su casa al amanecer con la desgracia de encontrarse con la policía, y en el cacheo uno de los tres protagonistas es asesinado accidentalmente por un policía.
La película, rodada en blanco y negro, es un estudio sociológico que muestra la cruda realidad de los suburbios de París, en los que sus habitantes se enfrentan al racismo, a la discriminación y al paro, con ira pero también con cierto escepticismo como el caso de Said.
El film reflexiona sobre la situación política, social y económica en la que viven los jóvenes marginados de los suburbios.
La anécdota de un hombre cayendo al vacío y pensando que por el momento todo va bien, con la que comienza el film, es la imagen estremecedoramente real con la que Mathieu Kassovitz logra describir desde un principio esa tensión absurda de vértigo, por un lado, y falta de rumbo, por el otro, con la que viven los jóvenes marginales en París.
Otra de las películas revisadas fue Más extraño que la ficción, en que una mañana un agente de Hacienda aparentemente normal y generalmente solitario llamado Harold Crick empieza a escuchar una voz femenina que narra todas sus acciones, pensamientos y sentimientos con un detalle alarmantemente preciso.
La vida cuidadosamente controlada de Harold se ve sacudida por esta narración que sólo él puede oír, y cuando la voz declara que Harold Crick está afrontando la muerte inminente, se da cuenta de que debe descubrir quién está escribiendo su historia y convencerla para que cambie el final.
La voz en la cabeza de Harold resulta ser la anteriormente famosa, aunque ahora casi olvidada novelista Karen “Kay” Eiffel (Emma Thompson), que lucha por encontrar un final para lo que podría ser su mejor libro. El único desafío que le queda es encontrar un modo de matar a su personaje principal, pero no sabe que Harold Crick está vivito y coleando y que inexplicablemente es consciente de sus palabras y de sus planes para él. Para empeorar las cosas, el editor de “Kay” ha enviado a una dura “asistente”, Penny Escher (Queen Latifah), para obligar a Kay a terminar su novela y acabar con Harold Crick.
Desesperado por tomar el control de su destino y evitar un fallecimiento prematuro, Harold busca ayuda de un teórico literario llamado Jules Hilbert (Dustin Hoffman), que sugiere que Harold debe ser capaz de cambiar su destino cambiando la historia de una tragedia a una comedia.
El profesor Hilbert sugiere que Harold trate de seguir una de las fórmulas más elementales de la comedia: una historia de amor entre dos personas que se odian. Su sugerencia lleva a Harold a iniciar un extraño romance con una panadera de espíritu libre llamada Ana Pascal (Maggie Gyllenhaal).
Al final, la autora cambia en la novela la muerte del protagonista por una salida heroica en que al salvar la vida de un infante en su bicicleta se expone a que fuera atropellado por un autobús del servicio público.
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