lunes, 11 de febrero de 2013

Post-it


Encubridores 


¿Qué pasará con el Órgano Superior de Fiscalización (OSF) del estado? ¿Seguirá Francisco Rullán Silva como fiscal superior generando sospechas de que con su trabajo encubre a quienes desvían para su provecho personal los recursos públicos? ¿Seguirán los saqueadores del erario haciendo de las suyas mientras el ente fiscalizador se hace de la vista gorda con quienes le dan su mochada? 

Fernando Hernández Gómez / fdohernandezg@hotmail.com


La respuesta todavía no la sabemos. Falta que el gobierno del cambio verdadero clarifique ese punto pendiente en la agenda de la alternancia. El hecho de que el fin de semana el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Rafael Abner Balboa Sánchez, al dar a conocer que ya se reunió con el titular del OSF —un viejo amigo suyo—, aclarara que no le ha dado ningún ‘voto de confianza’ al trabajo de Rullán, no es garantía de nada.
Las respuestas que el jefe de la bancada mayoritaria —la perredista— dio a los reporteros son ambiguas. ¿Qué es eso de que “hay que confiar en el OSF para que haya capacidad para revisar”? ¿Qué debemos entender cuando Balboa dice que “tenemos que confiar que haya gente preparada, capacitada, con principios, para decir qué cosas están bien y qué cosas están mal”?
Tengo la impresión que el legislador teapaneco desea que Rullán continúe en el cargo el resto del sexenio, pues según su opinión es una ‘gente capacitada’. Y esta percepción la refuerza el que ahora busque que todos los coordinadores de fracciones se reúnan con el fiscal superior, y también el que anuncie que harán una visita a las instalaciones del OSF para verificar si en el edificio que renta cuenta con los espacios suficientes para trabajar. ¿Para qué?
Pero si la actitud de Rafael Abner Balboa es vacilante, la de su compañera de bancada Neyda García Martínez, quien preside la primera Comisión Inspectora de Hacienda, resulta fuera de toda proporción, pues anunció la posibilidad de que el Congreso local contrate despachos externos para que auditen la cuenta pública del último año de Andrés Granier Melo, a fin de que su informe lo empleen en su calificación.
Y es que según la legisladora perredista “no hay ninguna confianza en el Órgano (OSF). Obviamente nosotros, de nuestra parte, vamos a investigar. Ya tenemos una denuncia ciudadana hecha por una fundación y de ahí vamos a partir para poder abrir esa parte, que es un gasto de 35 mil pesos diarios que se daba en la Quinta Grijalva, 150 personas trabajando ahí, y sí se va a investigar en todo lo que podamos, en los tiempos que marca el Congreso”.
El punto es que no hay confianza en Rullán Silva. Si los diputados tienen dudas acerca de la imparcialidad con que debe conducirse el fiscal superior, entonces ¿para qué lo mantienen en el cargo? 
Si en el último sexenio una pandilla asaltó el erario público fue porque, sin ninguna duda, tuvo la complicidad del Órgano Superior de Fiscalización. Francisco Rullán es culpable, en el menor de los casos, de omisión, por no haber hecho bien su trabajo. Pero bien puede enjuiciársele por ser encubridor.
El diputado federal del PRD Marco Rosendo Medina Filigrana lo cataloga como ‘corresponsables’ de que en la administración estatal se haya incurrido en gastos excesivos y en saqueo indiscriminado del erario.
“La cuenta pública de 2012 —dijo— todavía está en revisión. Se va a aprobar hasta diciembre y ahí también tiene que cumplir su función el OSF, que no lo hizo en estos cinco años. O sea, hay corresponsables en esto, no nada más Granier. Francisco Rullán es corresponsable, porque él maquilló las cifras durante este tiempo. El senador Humberto Mayans es corresponsable porque fue el secretario de Gobierno tras el trono durante estos cinco, seis años de Granier. Hay muchos que ahorita quieren esconderse y cargarle todo a Granier, pero hay varios corresponsables del saqueo desmedido que se hizo”.
El meollo del asunto no es si el trabajo de Rullán y el OSF cumplen con estándares de calidad, que parece ser la preocupación del diputado Balboa. Eso no está a discusión, pues el tipo es un simulador profesional, un maquillador, como bien lo tilda el legislador Medina Filigrana.
Llámesele corresponsable, o como quiera, pero el señor fiscal superior es un encubridor, un cómplice de los saqueadores y merece ser sancionado por ello.
No habrá combate a la corrupción, a la impunidad, como lo prometió y pretende el gobernador Arturo Núñez Jiménez, si Rullán Silva sigue como responsable del órgano que califica la actuación de los funcionarios en el manejo de recursos públicos.
Falta la calificación de la cuenta pública del último año de Granier Melo y los 17 ayuntamientos, y —lo subrayamos— el trabajo de Rullán no es fiar. ¿Por qué esperar más tiempo para removerlo e incluso entablarle un juicio político por su presunta responsabilidad en actos de omisión o connivencia ante el saqueo de que fue objeto el estado?

¿LE LLEGÓ LA HORA A DÍAZ URIBE?
Hace poco más de una semana, el Sindicato de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (Sicobatab) le dio la bienvenida al nuevo director del Cobatab, Jaime Mier y Terán Suárez, con un paro de brazos caídos en protesta porque éste quitó al hermano del líder del gremio, José Ramón Díaz Uribe, de la Dirección de Control Escolar, y a dos de sus allegados, Gladys Castillo, como contralora interna y Aníbal López Montiel, como secretario técnico.
El dirigente del Sindicato Independiente Democrático del Cobatab, Ramón Beltrán Chaires, señala que el nuevo titular de la institución parece decidido a cerrar la válvula por la que se fugaban cuantiosos recursos públicos para satisfacer la ambición desmedida del cacique sindical.
De entrada, dice Beltrán Chaires que Mier y Terán le suspendió la entrega al Sicobatab de 330 mil pesos mensuales, “para la operatividad del sindicato”, y canceló también la entrega de 10 millones de pesos que se le daban de manera periódica, “para fondear” la caja de ahorro de dicho gremio, recurso que —indica— en anteriores administraciones era extraído indebidamente del Programa Operativo Anual del Colegio de Bachilleres.
Ninguno de los anteriores directores del Cobatab había enfrentado al dirigente del sindicato y permanecido en el cargo para contarlo.
Y desde esa perspectiva Mier y Terán estaría jugando con fuego. Mira que despedir al hermanito de José Ramón. ¿Hará lo mismo con la demás parentela de Díaz Uribe y sus recomendados que tiene como aviadores o comisionados al sindicato con cargo al presupuesto del Cobatab?
Siempre en defensa de sus oscuros intereses particulares, a Díaz Uribe no le ha importado dejar sin clases a casi 55 mil alumnos del Cobatab, como ya lo hizo a fines de enero. Pero —eso cree— debía hacer sentir su fuerza a la nueva dirección del subsistema para que Jaime Mier y Terán sepa en qué aguas navega.
Si el nuevo titular del Cobatab lograr quitarle sus privilegios, sus canonjías a esa lacra, el gobierno de Arturo Núñez estará enviando una señal de que el cambio verdadero va en serio.
Y como de todo hay en la viña del señor, parece que por ahí hay quienes no han entendido que la población ya no quiere funcionarios que lleguen a los cargos públicos a despacharse con la cuchara grande, como el director de la Administración Portuaria Integral de Tabasco, Julio César Vidal Pérez, quien sin el menor empacho tiene trabajando en ese organismo a hija, su yerno y su sobrino. ¿El nepotismo verdadero?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario