martes, 26 de febrero de 2013

Policronía Semanal


Justicia prontita, aunque sea malita 


Consecuente a la necesidad que impera en el país, de alcanzar la mayor eficiencia en la labor de procuración e impartición de justicia, en Tabasco se ha venido dando el proceso paulatino de transformación a fin de constituir servidores públicos aptos y suficientes para implementar la difícil labor de aplicar justicia. 

Rosa Elvia Bracamontes / rosaelviab@hotmail.com


Así vemos que en un acto de responsabilidad el Tribunal Superior de Justicia implementó una serie de cursos y actualizaciones con el fin de contar con personal capacitado en la implementación del nuevo sistema penal acusatorio adversarial.
Los juzgadores acreditaron el curso teórico, una simulación de un juicio oral en un curso-taller, un concurso de oposición público, en el que practicaron juicios orales, así como la evaluación integral de la carrera judicial.
Para esto se tomó en cuenta la preparación académica, antigüedad y experiencia en el cargo, así como su participación en la elaboración de leyes y en la capacitación a otros servidores judiciales, la posibilidad de que registren o no sanciones administrativas, además de los exámenes antidoping y de control de confianza.
Estos servidores judiciales se han preparado desde hace cuatro años, cuando entró en vigor la reforma penal del 18 de junio de 2008. El Poder Judicial ha impulsado un programa de capacitación, con el que se han beneficiado 12 mil abogados, no sólo del Tribunal Superior de Justicia, sino también de la Procuraduría de Justicia, Defensoría de Oficio, abogados litigantes y universitarios.
Tabasco cuenta con municipios donde a la fecha se desahogan los juicios orales y es evidente el esfuerzo implementado por el órgano impartidor de justicia para dotar a la sociedad de jueces debidamente capacitados para resolver conforme a Derecho en el nuevo sistema de justicia mexicano.
En teoría todo muy bien. La realidad es muy distante, tal como lo hizo ver en un discurso serio el titular del Ejecutivo del Estado, cuando informó a los medios que la PGJ Tabasco podrá ser auxiliada por la Procuraduría General de la República y la del Distrito Federal. ¿Motivo?: Tabasco anda por la calle de la amargura en el área de periciales.
Esto a colación del penoso pasaje donde la muerte de un ex presidente municipal dejara expuesto ante la opinión pública que Tabasco aún no tiene los elementos necesarios para que esos jueces, tan minuciosamente trabajados, puedan resolver con todos los elementos que la Procuraduría General de Justicia debe proveer e impedir con ello, impunidades como la del sonado caso de la francesa Florence Cassez.
Esto preocupa en particular al gremio de abogados litigantes y debe ser un tema de interés general, pues existen conductas delictivas que requieren con cuidado extremo de la labor de peritos especialistas, a fin de establecer con total claridad quién, cómo, cuándo, dónde y tal vez hasta por qué se perpetró un injusto.
La pregunta obligada: ¿Qué clase de fallos emiten los jueces orales a la fecha, sin la columna vertebral de la labor de procuración de justicia; sin el trabajo adecuado de la Dirección de Servicios Periciales? No todos los extintos que aparecen por ahí son asuntos relevantes ni ex servidores públicos de renombre, ni en todos estaremos molestando a la PGR ni a la PGJ del DF. ¿O sí?  

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