El director Jaime Mier asegura que no se permitirá que la educación media superior siga secuestrada por intereses de grupo, aunque ve venir una escalada del Sicobatab para desestabilizar a la institución y al gobierno
Redacción / clip.redaccion@gmail.com
“No habrá dinero público que no sea el que le corresponde al sindicato”, sentencia Jaime Mier y Terán Suárez, director general del Colegio de Bachilleres de Tabasco (Sicobatab) al confirmar que el gobierno del ‘cambio verdadero’ le quitó al líder del Sicobatab, José Ramón Díaz Uribe el control de esa institución que maneja 49 planteles de educación media superior y una comunidad de 50 mil alumnos y le ‘cerró la válvula’ del dinero público que se le venía entregando desde hace tres sexenios y cuyo destino se desconoce.
El ex director del Hospital Gustavo A. Rovirosa y ex secretario de Salud, a quien el gobernador Arturo Núñez Jiménez encomendó dirigir desde el 1 de enero ese subsistema de enseñanza, manifiesta: “No podemos permitir que la educación media superior de Tabasco siga secuestrada por intereses y privilegios de personas y de grupos, y lo que vamos a ver en la siguientes semanas es la consecuencia de restringirles privilegios a personas y a grupos”.
Considera que “nadie va a perder privilegios de gratis… nos va a costar mucho trabajo”. Y es que desde la llegada de Mier y Terán a la dirección general del Cobatab le quitó al sindicato las direcciones que controlaba en las oficinas centrales —una de ellas a cargo de un hermano de Díaz Uribe— y le suprimió la entrega de hasta 50 millones de pesos del presupuesto de la institución para operatividad del sindicato y para fondear préstamos a los afiliados al Sicobatab.
El funcionario estatal ve venir una escalada de actos de inconformidad del principal de los dos sindicatos que existen en el Cobatab, como el paro de brazos caídos realizado a fines de enero y el convocado para el jueves 14 de febrero, que fue abortado de última hora por el líder del Sicobatab.
“Seguramente —declaró al noticiero Telerreportaje el 12 de febrero— se movilizaran para desestabilizar a un gobierno que entra y les dice: ya las cosas cambiaron; tenemos que trabajar con honestidad o tendremos otros seis años de debacle atendiendo a beneficios personales y de pequeños grupos”.
Para Jaime Mier y Terán, el inmenso poder alcanzado por José Ramón Díaz Uribe y las canonjías que recibía tienen su origen en la debilidad con que actuaron sus antecesores.
“Lo que pasa es que cuando sueltas la rienda el caballo se va para donde quiere, y aquí lo que pasó es que, con todo el respeto a todos los ex directores, se soltaron las riendas del liderazgo en el Colegio de Bachilleres”, le enfatizó a Jesús Sibilla en la amplia entrevista.
FIN A LOS PRIVILEGIOS
“Esto ya cambió y no podemos permitir que las cosas sigan igual”, apunta en alusión a que el PRI perdió el poder que ahora detenta la izquierda en Tabasco. Y recalca: “los privilegios millonarios se van a acabar”.
Indica que ante un gremio que sometió a por lo menos los últimos cuatro directores generales del Cobatab —Martha Andrade, Jorge Abdó, María de los Ángeles Ocaña y Normando Granados— “no quedan más que dos alternativas: o aguantamos el jaloneo que habrá con la pérdida de privilegios, o nos seguimos sometiendo y les seguimos dando los recursos públicos para la educación media superior”.
El ‘cambio’ en el subsistema, dice, empezó con la recuperación de todos los cargos en las direcciones de área del propio Colegio de Bachilleres, y añade que éste llegará hasta los directores de planteles que no funcionen por falta de capacidad o porque no tengan el perfil requerido, aunque reconoce que hay “excelentes” directivos.
Y para el Sicobatab, sostiene, “no habrá dinero público que no sea el que le corresponde al sindicato”.
¿‘DUEÑO’ DEL COBATAB?
Se le inquiere si Díaz Uribe “es el dueño del Cobatab”. Y contesta a su manera. Expresa: “Siempre que llegas a una institución te encuentras cosas buenas y cosas malas. Si algo he encontrado bueno, es a un cuerpo de maestros en 80 por ciento de ellos, además documentado, con capacidades muy buenas, y te lo pueden decir los alumnos: hay maestros extraordinarios. Lo que pasa es que cuando sueltas la rienda el caballo se va para donde quiere”, indica.
—¿Pero se le entregan recursos a la mano? —se le pregunta.
“Hay documentos públicos, por ejemplo, firmada una minuta, hace poco menos de un año, en donde se le otorgan 330 mil pesos al sindicato, para operación del sindicato, a parte de sus cuotas sindicales”, expone.
Añade que se hicieron adquisiciones con dinero público, como canastas navideñas o uniformes, “pero no los adquiría el Subcomité de Compras del Colegio de Bachilleres, sino los adquiría el sindicato, totalmente al margen de la ley de adquisiciones”.
“De manera que ahí sí hay responsabilidades, y desde luego, eso se ha dado parte a la Contraloría del Estado… habrá que hacer las investigaciones”, apunta.
FUERA DE TODA NORMALIDAD
Confirma lo que Díaz Uribe niega o exige que se lo prueben. “Sí, hay familiares de él que tienen plazas, por supuesto”, refiere aunque dice desconocer si sus parientes —entre éstos la esposa del líder sindical— las obtuvieron por recomendación suya o por méritos propios.
Eso puede ser hasta cierto punto normal, explica Mier y Terán. Y enseguida señala: “Lo anormal es que de una partida que no existe yo le dé dinero al sindicato; lo anormal es que yo le permita al sindicato que adquiera cuando yo tenga la responsabilidad de adquirir; lo anormal es que yo le dé del dinero de los planteles, de los libros, de las bibliotecas, de las computadoras, que yo le otorgue 40 ó 50 millones de pesos al año para préstamos, que están fuera completamente del contrato colectivo y fuera completamente de las atribuciones que tienen los servidores públicos”.
Y prosigue: “Hay una serie de concesiones que no pueden darse; eso que desde luego se tendrá que acabar, y va a generar muchas inquietudes: los vamos a ver, vamos a ver movilizaciones, vamos a ver paro de brazos caídos, vamos a ver cómo ya está sucediendo: abanderar causas ajenas al sindicato, como el tema de los exámenes, que no quieren el examen final, que tienen su razón de ser”.
El galeno dice no estar preocupado si por las decisiones que está tomando lo obligan a renunciar. “Si el problema de la educación media superior es Jaime Mier y Terán, que ‘no tiene perfil’, que ‘no sabe de políticas públicas’, que ‘no sabe de administración’, aunque tengo maestría en administración; si Jaime Mier y Terán es el problema, yo me quito mañana, ¿eh?”.
“Mi tirada —confiesa— no era ser director de Cobatab, pero mi compromiso es hacer el mejor Colegio de Bachilleres del país, como en alguna época mi compromiso fue hacer la mejor Secretaría de Salud del país y el mejor hospital del estado también”.
Y concluye: “Estamos ante una oportunidad histórica en Tabasco de llevar a esos jóvenes de entre 15 y 18 años, que ya están ‘a nada’ de entrar a la vida laboral y productiva en Tabasco, y hacer que no se les lleve el crimen organizado, que no se les lleven las adicciones, que no se les lleve el desempleo, sino orientarlos a la vida productiva que cambie el rumbo de Tabasco. Si no meditamos que las políticas públicas tienen que estar ahí, estamos perdiendo la oportunidad histórica de Tabasco y posiblemente del país”.
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