De comentes y pactos
En el desfile de actores políticos que circula en la entidad, las críticas de la sociedad no se hacen esperar al notar la inclusión de personajes relacionados íntimamente con la administración granierista. Repudio hay ante la idea de que formaron parte de aquéllos que llevaron a la catástrofe hoy anunciada por la nueva administración.
Rosa Elvia Bracamontes / rosaelviab@hotmail.com
Juicio social sí, legal no. Todo permanece en lo mediático. Acusaciones, sospechosismos; declaraciones de los debes y haber que encuentran en las áreas, pero será hasta pasado el mes de instalado el nuevo gobierno que —según expresan— podrán decir en cuánto más o menos fue saqueado el erario.
Cabe señalar que ello amerita una serie de consecuencias administrativas, penales y hasta civiles, según los casos. Sorprendente sería que ello ocurriera en Tabasco, donde no sucede nada al respecto.
La labor de procuración de justicia tiene al frente a un hombre proveniente del priismo que justamente por la oligarquía del partidazo se sumó a las filas perredistas en una estrategia que para muchos fue una traición.
Término que a la fecha ya no aplica y menos en política, donde los acuerdos intrapartidistas se dan entre unos cuantos, impidiendo que activos de sobrada capacidad y vocación de servicio puedan trascender en beneficio del partido y de la misma sociedad.
Pero lo que trasciende ahora es mirar con ojo clínico si se tendrá lealtad hacia el pueblo de Tabasco al realizar una adecuada labor de investigación o sucederá lo que ancestralmente opera en esos medios: impunidad total por acuerdos políticos en lo oscurito.
Que se debe dinero a la CFE, que no se puede cobrar el predial porque el listado de ciudadanos obligados desapareció misteriosamente. Etcétera. Lo hecho o dejado de hacer no está sujeto a la casualidad o voluntad caprichosa del funcionario público. Existe una serie de ordenamientos legales que determinan el ‘abc’ de lo que a cada cargo corresponde.
La ignorancia de ello no exime a nadie de responsabilidad. Principio de Derecho. La lesión al interés público en cualquier modalidad que se presente debe ajusticiarse correctamente y, en un ejemplo sin precedentes, restituir lo mal habido.
Todo paso dado en el gobierno está documentado e incluso la falta de ello, se presume a título doloso y apareja consecuencias. Si no sucede nada a futuro, se llamará encubrimiento y sus autores, los actuales. Ahí no cabe especular. Somos o no somos.
El tiempo de las retóricas electoreras ha pasado y ahora amerita acción. Filtrar todas las irregularidades que van encontrando en las áreas gubernamentales es un bocado muy apetecible que está creciendo en enormes proporciones y no sea que al tiempo alguien se vaya a atragantar, contrario a lo que ha ocurrido en el pasado, claro está.
Ahora que está en la mesa el Pacto por México, desde este humilde espacio se apoya la iniciativa de pactar por nuestro querido Tabasco y las fuerzas políticas se dejen de inútiles rencillas. Es tiempo de trabajar en unidad y coordinación política para impulsar el desarrollo de la grandeza tabasqueña. Es tiempo de trabajar por el progreso.
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