Autoridades culturales en la entidad celebran el 116 aniversario del natalicio del Poeta de América
Samuel L. Soto Giles / gi_les@hotmail.com
“Para Pellicer no hubo límites entre el discurso poético y el discurso de la naturaleza: los complementaba, dando una mixtura de razón poética, más penetrante que la razón pura, más amada que la naturaleza misma”, indicó la directora del Instituto Estatal de Cultura, Gabriela Marí Vázquez, al celebrar el 116 aniversario del natalicio del Poeta de América en la explanada del museo de Antropología.
En su disertación frente a la burocracia cultural, la titular de esa dependencia calificó a Pellicer como un hombre de acción porque cambió la manera de escribir poesía en el México de la primera mitad del siglo XX y se comprometió con la vanguardia.
“Ligado al grupo de la revista Contemporáneos, y secretario del mítico José Vasconcelos, Carlos Pellicer fue partícipe de una etapa histórica y de una dinámica de vida intensa de viajes, libros escritos, ideario bolivariano, entusiasmos políticos, entusiasmo religioso y entusiasmo antropológico por la cultura Olmeca”, señaló.
Sus viajes, dijo, fueron viajes geográficos pero también viajes al interior de sí mismo, cuyo resultado fueron libros decisivos para la literatura mexicana y para la de Tabasco.
Marí Vázquez destacó que son muchas las generaciones que se han sensibilizado con El discurso por las flores, El canto del Usumacinta, Cuatro cantos a mi tierra, y el Romance de Tilantongo, donde encontramos la definición más sublime del pozol:
Yo que de Tabasco vengo
con nudos de sangre maya
donde el cacao molido
le dio un nuevo sentido al agua.
Del poeta figurativo, paisajista, humorista y sencillo, en mayo de 1976 la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco publicó la antología Cuerda, percusión y aliento, en el mismo año en que aparecen Esquemas para una oda tropical, que es el canto máximo, hasta ahora inigualable de un poeta a la selva de Tabasco.
ACTIVISMO POLÍTICO
Marí Vázquez también se refirió a la pasión política de Carlos Pellicer, al ideario bolivariano y a su americanismo.
Después de ser un promotor de ideas democráticas e impulsor de cuadros políticos y literarios jóvenes fue electo senador por Tabasco en 1976.
“Su galería de héroes que dejó traslucir en sus poemas y vida diaria fueron Bolívar, Artigas, Martí, y los muchos y muy ilustres de la historia mexicana, pero también su constante referencia a los héroes anónimos, al pueblo que a fin de cuentas es el que hace a sus grandes próceres”, dijo la directora de Cultura.
POETA DE LA SELVA
En la explanada del museo de Antropología que lleva el nombre del poeta, Marí Vázquez dijo que a la pasión americana pelliceriana sólo competía con su pasión por el trópico de Tabasco.
“Él mismo decía creerse un árbol y el agua era el elemento fundamental de su creación poética”, señaló
Así, el vigor del agua es el vigor de Pellicer, a tal grado que escribió en el prólogo de su primer libro, Colores en el mar: “Tengo veintitrés años y creo que el mundo tiene la misma edad que yo”.
“La profundidad de la poesía de Pellicer apasiona, seduce y enseña. Como él escribió en su último libro publicado en vida: Todo será posible menos llamarse Carlos”, concluyó Marí Vázquez.
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