Por cada 100 mujeres de 15 años o más que han tenido pareja, 47 han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante su actual o última relación
Alejandro Esquivel C. / alesquivelc@hotmail.com
Para nadie es un secreto que el machismo es un mal aún muy arraigado entre los tabasqueños, quienes siguen creyendo que sus mujeres —novias, esposas, concubinas— son de su ‘propiedad’, mostrando con ello que todavía les falta mucho para domesticar ese comportamiento animal.
Casi a diario, en periódicos locales se publican infinidad de casos de muchos cobardes o abusadores (no existen mejores calificativos) que golpean a sus parejas por hablar con un amigo, utilizar lo que a su parecer es ropa muy corta o provocativa, creer que los engañan con alguien o porque simplemente llegan borrachos y se les pega la gana agredirlas.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer —establecido por la ONU y conmemorado cada 25 de noviembre—, el INEGI publicó resultados sobre este tema en México.
De acuerdo con esa encuesta, la violencia más extendida continúa siendo la ejercida por el actual o último esposo o compañero, ya que por cada 100 mujeres de 15 años o más que han tenido pareja, 47 han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante su actual o última relación.
Las agresiones más ampliamente experimentadas por las mujeres son las de carácter emocional, pues 43.1 por ciento ha vivido —al menos una vez a lo largo de su relación— insultos, amenazas, humillaciones y otras ofensas de tipo psicológico o emocional.
El documento da cuenta que cerca de la mitad de todas las mujeres actualmente casadas o unidas ha sido agredida por su pareja o esposo, al menos, una vez a lo largo de su vida en común, esto equivale al 44.8 por ciento; mientras que entre las féminas de 50 años o más, se ubica la mayor proporción de quienes han enfrentado agresiones físicas y sexuales.
Asimismo, señala que el 10 por ciento de las mujeres casadas o en concubinato han tenido dos o más matrimonios o uniones, y son las más agredidas por sus actuales parejas o esposos, mientras que solamente el 25 por ciento de casadas o unidas que padecieron violencia física o sexual por parte de su pareja recurrió a alguna autoridad en busca de apoyo.
Ello, sin contar que 26.6 por ciento de las mujeres asalariadas —6.1 millones— han sido discriminadas en sus trabajos por el hecho de ser mujeres. Michoacán, Chihuahua, Durango, Puebla y Tlaxcala presentan las prevalencias más altas; por el contrario, Querétaro y Distrito Federal se ubican en el nivel más bajo.
AL HOSPITAL, 4 MIL GOLPEADAS
En Tabasco, la Secretaría de Salud del estado ha atendido más de cuatro mil mujeres por algún tipo de violencia, cifras con las que nuestra entidad ocupa el décimo tercer lugar en violencia de pareja en México.
De acuerdo al Programa de Prevención y Atención a la Violencia Familiar y de Género, en la entidad 60 por ciento de las atenciones otorgadas en los servicios especializados de salud han sido por maltrato psicológico, y 25 por ciento de tipo física, y el resto violencia sexual, por abandono y económica.
Ana Luisa Trinidad, coordinadora estatal de dicho programa, señala que aunque la dependencia cuenta con 10 servicios especializados de atención a la violencia en la entidad —espacios dedicados especialmente a brindar a atención a mujeres, adolescentes y niñas que son víctimas de maltrato, violación y abusos—, los casos siguen registrándose.
No obstante, señala, con base en los programas aplicados “vemos que hay un impacto fuerte en la cultura de la denuncia; esto se refleja en el número de mujeres que ya asiste a los servicios. “En otros años veíamos 800 mujeres y ahorita son cuatro mil; esto es muy bueno porque hay un buen avance en las que alzan la voz”, manifiesta.
LEY VS. MACHISMO, ‘DE ADORNO’
Para erradicar la violencia, ese organismo implementó el Programa de Reeducación a Hombres, en el cual se trabaja con la masculinidad enseñándoles que reconozcan que ejercen violencia hacia sus parejas y al interior de sus familias. Actualmente trabaja con 250 hombres en las jurisdicciones de Cunduacán, Cárdenas y Centro.
No obstante, para la presidenta de la asociación civil Somos Iguales, Violeta Alicia García, en Tabasco la situación es grave, pues si bien entró en vigor la Ley Estatal de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, pareciera que está de adorno.
Prueba de ello es el desconocimiento total de la ley por parte de los ministerios públicos, y a pesar de los casos de violencia contra las mujeres que publican en los medios, no ha habido una modificación al Código Civil en materia de género, en que Tabasco está entre los diez estados con más violencia hacia las mujeres, acusa.
Y LA AGRESIÓN SE VUELVE ‘NORMAL’
La activista afirma que al no aplicarse bien las leyes, la violencia se va naturalizando, “pues lo vamos viendo como normal y no tan grave. Si nadie le dice al señor que lo que está haciendo es un delito, lo seguirá haciendo y en su medio lo verán como algo natural, y lo peor es que así crecen los niños, con esa visión de la ‘normalidad’ familiar”, señala.
Indica que la educación es también muy importante, toda vez que si se siguen reforzando patrones, por más mínimos que sean, en los cuales se les siga dando mayor importancia a los varones y menos a las mujeres, se estarán promoviendo conductas machistas.
EL ‘MACHISMO’ HA COBRADO VIDAS
Para la socióloga de la UVM María Esther Farías, el feminismo se define como un conjunto heterogéneo de ideologías y movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
“¿Sí notan la diferencia?”, cuestiona. Y explica que el feminismo promueve la igualdad entre hombres y mujeres, mientras que el machismo promueve la sumisión de la mujer y superioridad del hombre.
“Son dos conceptos total y absolutamente diferentes y que, sin embargo, a veces son utilizados como si significaran lo mismo. El feminismo jamás ha matado; el machismo sí”, asegura lapidaria.
Existen muchas formas de machismo; la más grave es la violencia contra las mujeres, que muchas veces es tolerada y aceptada por los mitos y creencias que existen en torno a ella y que en una sociedad machista se ve como ‘natural’ que los hombres violenten a las mujeres.
Cuando se habla de violencia no sólo nos referimos a golpes, también a agresión psicológica, sexual y económica, indica.
EDUCAN A ‘MACHOS
Muchas veces se ha escuchado decir que el machismo existe porque hay mujeres que educan ‘machos’. Aquí valdría la pena aclarar que si bien la educación es parte del problema, tampoco lo es todo, toda vez que vivimos en un mundo en el cual nuestras abuelas y bisabuelas cuentan cómo vivieron siempre a la sombra y a disposición de sus esposos.
Expresiones como “Tú estás para cuidar a los hijos”, “La mujer como la escopeta: cargada y detrás de la puerta”, “Váyanse a su casa a lavar”, “Deja que la vea el marido y la va a poner como campeón”, “Que estudie el niño, la chamaca ¿para qué?, si se va a casar”, y muchísimas otras siguen siendo muy comunes en nuestra sociedad.
Y no solamente frases; también actitudes, pues todavía hoy en día hay mujeres que tienen que pedir permiso a sus parejas para trabajar, para salir, para gastar y hasta para emitir una opinión en público, etcétera.
Por eso, en materia de equidad y erradicación de la violencia contra las mujeres, es importante lanzar un llamado a las autoridades federales, estatales y municipales que intensifiquen sus acciones para evitar que el machismo siga llevándose más vidas y deje en la orfandad a más niños.
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