lunes, 10 de diciembre de 2012

Entre irresponsabilidad, fiasco y ridículo, concluye la 60 Legislatura


El Congreso local es corresponsable con los actuales consejeros electorales de llevar al IEPCT a una de sus etapas más oscuras y cuestionadas en la historia de Tabasco. Y eso que el resto de los anteriores consejeros no se quedaron atrás en su ruta antidemocrática 


Roberto Barboza Sosa / rbarbozasosa@hotmail.com



Los ‘líderes’ de la 60 legislatura, principalmente el grupo mayoritario que manda en el Congreso local, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), demostraron su incapacidad y estulticia política en la designación del consejero presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT).
En un lapso de ocho meses, los diputados locales no lograron escoger a un ciudadano tabasqueño —Tabasco cuenta con más de un millón y medio de personas empadronadas— para que presidiera el organismo electoral.
El viernes 7, ante el fracaso y ridículo, la 60 Legislatura optó por la salida fácil al desechar completamente el proceso de selección del consejero presidente del organismo electoral, que inició en comisiones con la aprobación de la convocatoria, el 27 de marzo de este año.
Incluso, en el portal de internet del Congreso local aparece todavía el banner que anuncia y lleva a la convocatoria para la elección del consejero presidente de dicho órgano.
El Congreso local ha sido corresponsable con los actuales consejeros electorales de llevar al organismo a una de sus etapas más oscuras y cuestionadas en la historia de Tabasco. Y eso que el resto de los anteriores consejeros no se quedaron atrás en su ruta antidemocrática.

DEJAN DIPUTADOS UN IEPCT ACÉFALO
Desde el 21 de marzo último, cuando dimitió al cargo el consejero presidente Alfonso Castillo Suárez, hasta la fecha el IEPCT quedó incompleto en su integración, con seis de los siete consejeros que establecen las leyes.
A pesar de que faltaban tres meses y medio para que se celebraran las históricas elecciones, tanto por su homologación cronológica con las federales y una nueva redistritación, como por la competitividad que se avizoraba, los legisladores fueron incapaces de completar al Consejo Estatal del IEPCT.
Las elecciones se tuvieron que realizar con un presidente provisional al frente del organismo electoral ante la incompetencia, inexperiencia y torpeza legislativa.
La falta de sanciones por el incumplimiento de sus facultades constitucionales permite a los diputados realizar lo que se les venga en gana sin rendir cuentas por quebrantar las leyes.

INCOMPLETO, PERO ‘SATISFECHO’
Al desechar el dictamen para la elección del presidente del IEPCT —el viernes 8 de diciembre, en la sesión pública—, la 60 Legislatura dejó en manos de los próximos diputados que entrarán a partir de enero la responsabilidad de designar al presidente de ese organismo.
La 60 legislatura dictaminó en sesión vespertina que “luego de que ninguna de las nueve personas propuestas para consejero presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, obtuviera la votación requerida para ocupar el cargo, el Congreso local ordenó desechar y archivar el expediente y concluir el asunto por haber satisfecho todas las etapas de la convocatoria”.
El presidente de la Cámara de Diputados por diciembre, Javier Calderón Mena, aclaró que ningún nuevo proyecto sobre el tema podrá ser presentado durante este periodo ordinario de sesiones, luego que el dictamen para elegir al consejero presidente del IEPCT fuera sometido a votación por cédula y ninguno reunió las dos terceras partes de la votación requerida para ocupar el cargo.
Entre los aspirantes a ocupar la presidencia del Instituto Electoral, que según versiones sin comprobar señalaban que les entregaron los resultados del examen presentado, estaban: Ricardo Casasnovas Beltrán, Arturo Russean Casasnovas Feria, Julio César Fajardo Álvarez, Nidia del Carmen Gallegos Pérez, Normando Xavier Granados Maldonado, José Óscar Guzmán García, Ernesto Martínez Durant, Beatriz Salgado Hernández y Miguel Valdivieso Cervantes.
A través del Oficial Mayor del Congreso local se informará a los consejeros electorales en funciones y al secretario ejecutivo de la resolución correspondiente que “da por concluido el proceso de elección” iniciado en la convocatoria expedida por la 60 Legislatura el 28 de marzo.

MAL, DE PRINCIPIO A FIN
Desde un principio la fracción del PRI se empecinó en realizar mal el procedimiento de selección del nuevo consejero presidente que sustituiría al dimitente Alfonso Castillo Suárez.
En lugar de escoger de entre los consejeros propietarios y suplentes, los discriminó y dejó fuera al elaborar una convocatoria para que se registraran quienes aspiraran al cargo, se les aplicara un examen de conocimientos por una institución que carecía de experiencia en la materia —como la UJAT— (artículo 131: “debe ser realizado por una institución académica de reconocido prestigio a nivel nacional en materia electoral”); luego someterlos a evaluación en el Congreso y finalmente elegirlos con el voto de las dos terceras partes.
No sólo se perdió tiempo, sino también recursos físicos y económicos durante los ocho meses que se llevó el fracasado proceso legislativo.
El 27 de marzo, con el rechazo de la oposición, la Comisión de Asuntos Electorales del Congreso del Estado, presidida por el diputado de Macuspana, Fernando Morales Mateos, aprobó la convocatoria para elegir al consejero presidente del Consejo Estatal del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco.
En lugar de buscar el consenso para lograr los votos de las dos terceras partes de los legisladores, que se lograba sólo con la suma del PRD y el PAN, el PRI prefirió irse por el camino equivocado y se empecinó en continuar así directo al fracaso, sin importarle llevarse ‘entre las patas’ al organismo electoral.

LA LEY SE INTERPRETÓ ‘A SU MODO’
La bancada del PRI, presidida por la inexperta política, Marcela González, prefirió dar una interpretación de la ley a su manera, en lugar de facilitar el consenso y cumplir con sus obligaciones legales.
Jamás buscó a sus pares de oposición para acordar la mejor manera la designación del presidente del IEPCT.
El tercer considerando de la convocatoria aprobada por el PRI interpretó a su manera el artículo 130 de la Ley Electoral del Estado y vetó a los consejeros generales suplentes para designar de entre ellos al consejero presidente.
Igual, con el artículo 134, último párrafo, el PRI atropelló los derechos de los suplentes, al interpretar que no alcanzarían a cubrir los siete años que dura en su encargo el responsable del IEPCT.
El Congreso tenía la facultad de emitir el dictamen para designar de entre los suplentes y propietarios, por un nuevo periodo de siete años, al consejero presidente que sustituiría a Castillo Suárez.
Incluso, así lo establecía la convocatoria que aprobaron, al resaltar que en base al artículo 134, último párrafo de la Ley, lo procedente, en caso de renuncia o ausencia definitiva del presidente del organismo, es que el Poder Legislativo designe uno nuevo por el término de siete años.

CAPRICHOSA IRRESPONSABILIDAD
En su equivocado proceso, el Congreso local convocó a aspirantes para que entregaran las solicitudes los días 29, 30 y 31 de marzo, de nueve a 15 horas, en la mesa receptora integrada con personal designado por el presidente de la Comisión de Asuntos Electorales, que instaló en la planta baja del edificio del Poder Legislativo.
La comisión revisó luego que los aspirantes reunieran los requisitos y entregado la documentación requerida. Y el 2 de abril, la Comisión de Asuntos Electorales sesionó para determinar la lista de aspirantes, que luego publicó en la Biblioteca y en el portal de internet del Congreso del Estado.
A todos los que cumplieron los requisitos se les aplicó un examen para acreditar sus conocimientos en materia electoral (el 12 de abril) por parte de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, de donde supuestamente sólo aprobaron nueve aspirantes, pero que al final de nada les valió.
La caprichosa actitud de pretender imponer a un consejero presidente a modo, en lugar de designar a un profesionista conocedor de la materia electoral neutral, quien sólo iba a cumplir con la ley en la materia para garantizar una elección democrática, fue lo que llevó al Congreso local a tal irresponsabilidad.
Ahora la sociedad tabasqueña, que no los partidos, esperan que en la próxima legislatura, donde las organizaciones políticas llamadas de izquierda cuentan con mayoría calificada, realicen las reformas necesarias para lograr que una diversidad de instituciones cumplan debidamente con sus responsabilidades de manera profesional.  

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