lunes, 12 de noviembre de 2012

POLICRONÍA SEMANAL


CFE. ¿Mal necesario?


Siendo este espacio encauzado a escudriñar lo que hay por mejorar, hoy tocaremos un tema en verdad espeluznante y que oscurece el bolsillo de los mexicanos: el sangrado que el gobierno federal hace a los millones de mexicanos, en el uso de un servicio básico como es el suministro de energía eléctrica...


Rosa Elvia Bracamontes / rosaelviab@hotmail.com



De acuerdo a los usos y costumbres, algo se hace básico según las necesidades de un sector social y es sabido que la energía eléctrica —especialmente en Estados como el nuestro donde el calor hace enormes estragos— es indispensable para subsistir.
El Estado es responsable de proporcionarnos las condiciones propicias para alcanzar los derechos y garantías consagrados a nuestro favor por la Constitución Mexicana. Esto incluye justamente dicho servicio que es indispensable para cualquier actividad humana.
Contrario a ello, los tabasqueños padecemos un verdadero viacrucis cada bimestre donde nos llegan sendas facturas con costos exorbitantes. Hoy tener un aire acondicionado pareciera cosa de ricos, cuando lo cierto es que estos enseres domésticos ya son de uso común en demarcaciones territoriales como la nuestra.
Echándole una vista pronta al hermano país de Norteamérica, es de encono constatar que ellos tienen asequible ese servicio con tarifas justas y que de ningún modo agravian su poder adquisitivo. México es otro cantar. Acá te pudres de calor o frío en vez de comer o viceversa.
Cada vez es más reiterada la idea de convertir nuestros hogares a la energía sustentable. Adoptar  paneles solares que se estilan en otros países y Estados de nuestro país y cortar con ello de tajo, el abuso que día con día se genera contra nuestro patrimonio.
Pero, ahí viene el pero: Siempre hemos de contar con la astucia de nuestros hermosos legisladores que amparando siempre el interés de quienes sangran a nivel federal, resulta que la ley de la materia simple y llanamente no permite tal desvinculación, so pena de que si no les consumes a ellos, el mexicano se verá en la necesidad de ser enjuiciado penalmente.
¡No, si la tenemos de gane siempre! No hay forma de que las necesidades más básicas de este país se vean colmadas. Que los pobres tengan un plato de comida digno; que haya trabajos con salarios dignos; que el analfabetismo y la criminalidad, entre muchos temas, sean abatidos. Caray, y dispensen la letra indignada, pero eso está remotamente lejos.
Ah pero eso si, a ese pobre sin comida, seguro que no le afecta en mucho no tener una bombilla de luz, pues no tiene para comprarlo y el trabajador, pues con su pírrico salario mínimo no tiene excepción alguna para poder alumbrar la vivienda “digna” en la que seguramente tendrá confinada a su prole y vida.
La resistencia civil ha sido una charada insostenible ya por el partido político que la auspició. Ahora la amenaza es contractual y encauza demandas judiciales que amenazan o agravian al deudor de la famosa CFE. Eso sí, los trabajadores de la empresa viven a nuestras costillas.
Tabasco ya debe resolver de una buena vez el tema de las onerosas tarifas. Hemos sido objeto de los manejos de las hidroeléctricas de la CFE, por ello es inconcebible que sigamos siendo tratados como “ashushados” por quienes tienen la capacidad de enderezar este rumbo.
Autoridades tabasqueñas, ahora que vienen con tantas ganas, ¡a ver si a como roncan duermen!  

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