José Enrique Rovirosa fue despedido tras acumular seis años consecutivos de fracaso, aunque la nueva directiva parece ser “más de lo mismo”;
Luis Enrique Martínez / luisenriquemarh@hotmail.com
Seis años de fracasos consecutivos después, José Enrique Rovirosa Priego fue despedido de la presidencia del club Olmecas de Tabasco. Sin embargo, el futuro del equipo de beisbol propiedad del gobierno estatal no es nada halagüeño porque su relevo parece más de lo mismo.
El cese del empresario agropecuario fue dado a conocer el martes 6 en el inicio de la Convención de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) que se llevó a cabo en Cancún, Quintana Roo, en donde representantes de los equipos empezaron a programar la temporada de verano 2013.
La primera señal del despido del presidente ejecutivo apareció tras el resultado de la elección de gobernador del 1 de julio que ganó el candidato opositor al Partido Revolucionario Institucional (PRI), Arturo Núñez Jiménez. Y la especie sería confirmada en la XLII Convención Nacional de Beisbol Mexicano que tuvo como sede la capital de Tabasco.
Antes, empero, el jueves 21 de septiembre, el gobernador electo presentó a Carlos Elías Dagdug Martínez así como a los hijos de éste Carlos José y Juan Luis Dagdug Nazur como sus interlocutores ante el presidente de la LMB, Plinio Escalante Brito.
Un día después, en la ceremonia de inauguración del evento que se desarrolló entre el 22 y 23 de septiembre en el hotel Hilton de la ciudad de Villahermosa, el gobernador Andrés Granier Melo emitió un mensaje en el cual prácticamente dejó a Rovirosa Priego fuera del equipo que fuera campeón de la LMB en el verano de 1993.
Aquí un extracto de su intervención:
“…a mí me gusta el béisbol y me ha gustado siempre el beisbol, por eso cuando voy al estadio y veo a este señor nos sentamos en regulares y nada más lo volteo a ver allá arriba a este señor, yo le echo la culpa a él, porque el estadio me la echa a mí, entonces como sí voy al estadio, me gusta estar en el estadio, no nada más verlo por la televisión…”
CLAROSCUROS
La presentación de los nuevos integrantes del Consejo Directivo del club Olmecas de Tabasco originó confusión entre más de un aficionado al beisbol. El desconcierto no fue la confirmación de que el gobierno estatal es el accionista mayoritario del equipo sino la designación de los sustitutos de Rovirosa Priego.
“No hay garantías de que el equipo vuelva a campeonar”, dice uno de ellos al saber que al frente de la novena estarán Carlos Elías Dagdug Martínez y Humberto Tapia Córdova, dos viejos conocidos por la fanaticada que llegan como presidente y vicepresidente; así como la ratificación de Roger Silvano Pérez Evoly como parte de la directiva, ahora como tesorero del club.
Asimismo, la inquietud del aficionado y especialistas en la disciplina que en Tabasco pierde adeptos frente a la masiva práctica del futbol, se manifestó por la inclusión de los hermanos Dagdug Nazur en la administración del equipo. Carlos José como responsable de las operaciones deportivas y financieras, en tanto que Juan Luis como presidente Ejecutivo. Raúl Cano Cano, el manager de los recientes fracasos, será el gerente.
Para intentar despejar las dudas de los seguidores del equipo local, se aclaró que el arribo de Dagdug Martínez a la presidencia del Consejo Directivo no es casual sino que corresponde al ejercicio del derecho de éste por las acciones que tiene en el club. En cuanto a su hijo Carlos José se dijo ejercerá la representación de las acciones de los fallecidos Evelio Brito y Diego Rosique Palavicini.
La inclusión de Humberto (Beto) Tapia Córdova, según el equipo de transición del gobernador electo, radica en su afición al beisbol y porque es reconocido como tal por directivos de la LMB. Con esa misma experiencia fue ratificada la presencia de Pérez Evoly, quien aún es secretario de la Contraloría estatal y que después de más de tres décadas en la burocracia se asume como neoempresario.
Cuando los medios de comunicación dieron a conocer los nombres del nuevo cuerpo del Consejo Directivo del club Olmecas de Tabasco, la afición empezó a especular respecto a que el futuro del equipo será “más de lo mismo” aunque algunos observaron que antes de remover la directiva mejor se hubiera transparentado el uso de los recursos del erario.
Los cuestionamientos empiezan con el regreso de Dagdug Martínez y Beto Tapia: “Cuando estuvieron al frente del equipo no fueron más que fracaso tras fracaso”, dice Eulalio Martínez Sastré, un viejo aficionado que, a pesar de los resultados adversos del equipo en los últimos 18 años, no deja de asistir al Parque Centenario “del 27 de Febrero”.
Y así como quizá este desconocido fanático opinan otros seguidores de la novena que por la falta de transparencia administrativa se desconoce la aportación de los empresarios accionistas, aunque del gobierno estatal se sabe que equivale al 60 por ciento del presupuesto anual del Instituto de la Juventud y el Deporte de Tabasco (Injudet), según reveló en su oportunidad la titular de esa dependencia Melchi Franco Ruiz.
Para este año, el presupuesto del Injudet ascendió a más de 72 millones de pesos. En su momento, la revelación de Franco Ruiz no fue desmentida ni aclarada y mucho menos confirmada por la administración de Rovirosa Priego. Así es que partiendo de tal hipótesis se podría concluir que en los últimos seis años, Olmecas de Tabasco costó al gobierno estatal alrededor de 240 millones de pesos.
Es un cálculo conservador que la nueva administración debería dejar aclarado antes que en marzo del próximo año arranque la temporada de verano de la LMB.
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