El esplendor de la naturaleza serrana perdió el encanto que llevó al gobierno federal a designar a Tapijulapa “Pueblo Mágico”, aunque con ello no disminuyó la pobreza en que viven la mayoría de sus habitantes, principalmente indígenas
TACOTALPA, TAB.- Sin camisa, sentado a horcajadas en una hamaca de hilos policromos, el campesino desenvaina la porción de frijol que le obsequió uno de sus hermanos, a quien no hace mucho acompañó a levantar parte de la cosecha del grano en las ahora peligrosas faldas de la sierra tabasqueña...
La tranquilidad de la zona fue rota con la aparición de los cuerpos sin vida de Ingrid Yarely Cruz Juárez, Graciela Pérez López y Durvin Ramírez Díaz, así como de Clever Martínez Martínez, en parajes de los ejidos La Pila y La Cumbre y en las aguas del río Oxolotán. Antes, la población de la Villa Tapijulapa también vivió momentos trágicos con los infanticidios registrados en la primavera de este año.
Desde entonces, todo el esplendor de la naturaleza de la región pierde el encanto que llevó al gobierno federal a designar a Villa Tapijulapa como “pueblo mágico” aunque con ello no disminuya la pobreza y marginación en que vive la mayoría de los 46 mil 302 habitantes de 10 mil 828 viviendas, entre ellos 14 mil 542 indígenas choles, tzeltal, tzotzil y zoques.
Tacotalpa, según la delegación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), está entre los seis municipios con más de cinco mil habitantes indígenas: Centla, Centro, Macuspana, Nacajuca, Tacotalpa y Tenosique, acumulan el 86.0 de la población nativa estatal que en la primera década del siglo disminuyó 11.09 por ciento.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), la población indígena equivalía a 130 mil 896 habitantes en 1 mil 246 de un total de 2 mil 605 comunidades que conforman Tabasco. Pero tras el corte informativo del jueves 18 de agosto de 2005 —y a pesar del imparable ritmo de crecimiento demográfico estatal acumulado de 18.33 por ciento—, el número de habitantes auto definidos como indígenas disminuyó en 2010 a 116 mil 386 mil naturales radicados en los 17 municipios de la entidad.
Tacotalpa —la cuna del revolucionario Lino Merino y del poeta de América, Carlos Pellicer Cámara, además del cantautor popular Manuel Pérez Merino—, está incluido también entre los seis municipios con 178 localidades con menos de mil habitantes.
Y por si faltara, Tacotalpa que aparece en la historia política estatal como sede de los poderes del estado hasta en dos ocasiones, asimismo está entre los cuatro municipios que presentan “un alto grado” de marginación: Centla, Jonuta, Tacotalpa y Huimanguillo.
Pero Tacotalpa, no obstante su alto índice de analfabetas —17.09 por ciento contra el promedio estatal de 6.19— y a pesar de que la tercera parte de su población gana menos de un salario mínimo y por ello la migración a otras entidades es cada vez más numerosa, el 1 de julio pasado salió a votar y terminó con la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las urnas.
Con una diferencia de alrededor de tres mil votos, Alterio Ramos Pérez ganó la contienda a los candidatos de la alianza PRI-Panal-PVEM, así como del Partido Acción Nacional (PAN), respectivamente, Pedro Pérez Luciano y Deysy Marcín Hidalgo.
En un hecho inédito, con el respaldo ciudadano el diputado local del PRD venció al ex rector de la Universidad Intercultural de Tabasco y a la representante del CNI. A la fecha, el priista está desempleado, en tanto que la panista volvió como delegada de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
La jornada democrática fue una tregua entre el infanticidio y los feminicidios registrados en este municipio antes y después de la elección de julio.
RECAPITULACIÓN
Tras considerar como “urgente” que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) estatal cuente “con un protocolo para actuar en el caso de mujeres y niñas desaparecidas”, el 25 de septiembre la diputada Alma Rosa Juárez Córdova recordó al Congreso local que “en lo que va del año se han presentado hechos lamentables en el municipio de Tacotalpa”.
A pesar de la indiferencia de los legisladores del PRI, PRD, PAN, PT, PVEM y Panal, relató que el 27 de abril fueron hallados muertos cuatro niños de entre 10 y siete años. “Tres niños y una niña. Tres de ellos hermanitos”, dijo compungida.
Con el mismo pesar, recordó que casi cuatro meses después de aquellos infanticidios, el 28 de agosto fue encontrada sin vida la joven Ingrid Yarely Cruz, de 15 años de edad, con huellas de tortura y violación sexual. Ese mismo día, dijo, desapareció la bióloga Durvin Ramírez Díaz, profesora de la Universidad Intercultural de Tabasco. La también investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) aparecería muerta cuatro días después.
Por esas mismas fechas y también con huellas de tortura y violación sexual, apareció el cadáver de la joven de 20 años Graciela Pérez López. Antes, añadió la legisladora, en la misma zona, sobre el río Oxolotán fue encontrado muerto el joven Clever Martínez Martínez.
Asimismo, Juárez Córdova mencionó como desaparecidas a dos mujeres más: Isidra Montejo Hernández y Liliana Pérez Encino; así como a los jóvenes Juan Manuel Cruz Velasco y Luis Reynaldo Roblero.
“Estos acontecimientos han generado mucho terror e incertidumbre en las comunidades de la zona, las clases se suspendieron por varias semanas, el Ejército y la policía estuvieron vigilando la región. Aparecieron los supuestos responsables pero la violencia no se ha resuelto”, narró la legisladora. Y en seguida pidió que el Instituto Estatal de las Mujeres se sumara a las investigaciones para “declarar la alerta de género en el municipio de Tacotalpa”.
LA CÉLULA
Tanto en la primavera como en el verano, el gobernador Andrés Granier Melo condenó los hechos señalados y deslizó la posibilidad de que en la región conviva con la población una célula del crimen organizado.
Después de operativos mixtos, uniformados capturaron a los presuntos asesinos de los feminicidios de agosto. Posteriormente, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), boletinó lo siguiente:
“Luego de un minucioso análisis, el juez primero penal de Centro, José Jesús de la Rosa Rosales, dictó auto de formal prisión a tres individuos acusados de la violación y muerte de cuatro personas en Tacotalpa, y a uno más señalado por asociación delictuosa y encubrimiento.
“El juzgador encontró suficientes indicios en la averiguación previa I-TAC-0248/2012, por la que el Ministerio Público ejercitó acción penal contra Héctor López Torres, alias El Toro; Ángel Vázquez Pérez, alias El Simpson, y Camilo Jiménez Pérez, alias El Dado, a quienes enjuiciará penalmente por los delitos de feminicidio y violación, cometidos en contra de la maestra Durvin Ramírez Díaz, la jovencita Ingrid Jarely Cruz Juárez y Graciela Pérez López.
Asimismo, bajo el expediente penal 172/2012 se someterá a proceso a estas tres personas por el delito de homicidio calificado, registrado en agravio de Clever Martínez Martínez, de 30 años, de oficio taquero, quien fue encontrado el pasado 28 de agosto en el río Oxolotán. Éste fue asesinado porque anteriormente ya lo habían robado y temían ser denunciados.
De acuerdo con su declaración ministerial, Héctor López Torres y Ángel Vázquez Pérez acudieron en apoyo de otra persona cuyo padre tenía problemas con la maestra Durvin Ramírez Díaz, bióloga egresada de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) e integrante del Colegio de la Frontera Sur.
El 28 de agosto cerca de las 11 de la mañana, los dos sujetos interceptaron a la maestra Ramírez Díaz, de 23 años, cerca del ejido La Pila, de Tacotalpa, con un machete la amenazaron y la obligaron a sostener relaciones sexuales, para posteriormente darle muerte.
Explicaron que la asesinaron porque ella sabía quiénes eran sus agresores y una vez muerta abandonaron el cadáver entre unos matorrales, debajo de unos árboles cerca de las 12:20 del día.
La menor Ingrid Yarely Cruz Juárez tuvo la desgracia de pasar por el mismo sitio 40 minutos más tarde, cuando iba rumbo al ejido La Pila. Ángel Vázquez Pérez propuso esperarla “y aprovecharan el viaje, porque tenía problemas con el papá de la chava”. Procedieron de la misma manera que con la maestra Durvin Ramírez. Ángel la violó y posteriormente la ahorcaron con un hilo.
Graciela Pérez López, de 18 años de edad, fue secuestrada el 13 de agosto, alrededor de las 11 de la mañana, por Camilo Jiménez Pérez y Héctor López Torres, entre otros, y la trasladaron hasta unas cavernas cercanas donde la ultrajaron luego de golpearla porque opuso resistencia. Camino Jiménez estranguló a la hoy occisa y posteriormente la amarraron con una cuerda y abandonaron el cuerpo en la gruta.
Finalmente, por lo que se refiere al caso de Clever Martínez, el grupo de presuntos delincuentes lo asesinó el 25 de agosto. Fue encontrado el 29 de agosto en el río Oxolotán, a la altura del centro turístico Koleem-Ja. Al igual que a las dos primeras víctimas, lo acecharon en el monte muy cerca del ejido La Pila y lo amagaron con armas blancas y de grueso calibre con la intención de asaltarlo de nueva cuenta.
LA ZOZOBRA
Si no fuera por los retenes policiacos, cualquiera diría que, tal como pregona la publicidad turística, los pueblos serranos de Tabasco son mágicos…
En medio de las lluvias nocturnas de otoño —el sol incandescente del mediodía sólo desaparece con las tormentas eléctricas vespertinas—, persiste la zozobra entre la población rural y urbana del municipio. Y aunque faltan menos de tres meses para que concluya el mandato del alcalde Ulises Solís García, la ciudadana insiste en pedir el cese del director de la policía municipal, Juan Francisco Arias.
La inconformidad por la inseguridad prevaleciente en los pueblos serranos parece no tener fin a pesar de que las autoridades estatales de seguridad pública y de procuración de justicia se empeñan en señalar que la normalidad retornó a la región con la aprehensión de los culpables de los crímenes de agosto.
Como en los días posteriores a los crímenes, representantes comunitarios persisten en reunirse en el ejido Arroyo Chispa para presionar a las autoridades estatales y federales a que enviar guardias permanentes de policías y soldados: “No hay tranquilidad en la zona”, dice el labriego mientras deja caer en una tina de plástico los granos de frijol.
Al frente de la defensa comunitaria está Benito Martínez Alvarado. Hay 800 ciudadanos en la agrupación. Entre los firmanes aparece el campesino que acompañó a su hermano a recoger la cosecha de frijol en las faldas de la sierra y que pide el anonimato, pues es vecino de los infractores del verano pasado.
La tensa calma que predomina en la cabecera municipal responde a la inconformidad de los serranos por la inseguridad que prevalece en “los pueblos mágicos”. La mirada está puesta en el polígono que conforman los ejidos Arroyo Chispa, La Pila y La Cumbre. Pero también en las calles y colonias de Oxolotán, lugar en el que viven más de cuatro mil 800 personas.
En este último poblado en donde entre 1550 y 1560 se construyó el Templo y Convento de Santo Domingo de Oxolotán —que dio pie a las pugnas entre los dominicos y la representación católica romana en Yucatán—, la ciudadanía es la más interesada en pedir el cese del jefe policiaco municipal.
Con el temor dibujado en sus rostros, los padres de familia acompañan a sus hijos a los planteles de preescolar y primaria. El Plantel 19 del Colegio de Bachilleres de Tabasco y la Universidad Intercultural reanudaron clases a mediados de septiembre.
Tacotalpa no es lo que la publicidad turística difunde. A la pobreza y marginación, se le sumó la tragedia. El terror. La inseguridad. Y el yugo priista aún se mantendrá hasta el 31 de diciembre.
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