Alejandro Esquivel C. / alesquivelc@hotmail.com
En comparación con los últimos dos años, el robo de vehículos en el estado se ha ido incrementando, en especial los perpetrados en estacionamientos públicos. Sin embargo, lo más grave es que personas han perdido la vida en estacionamientos de plazas comerciales aun cuando han pagado a las mismas por el aparcamiento, razón por la cual debería también haber más ‘seguridad’.
El caso de un médico cirujano arteramente asesinado en el estacionamiento de Comercial Mexicana debe ser un llamado de alerta a las autoridades para que se apliquen en ese tema, pero también a los centros comerciales que deberán reforzar la seguridad para sus clientes.
Las autoridades reconocieron que en todo tipo de estacionamiento se da el despojo de carros; es alto el índice tanto en centros comerciales como en estacionamientos públicos.
Informaron que los delincuentes escogen las unidades para todo terreno y las más ligeras; entre los vehículos más robados se encuentran el Jetta, Bora, Malibú, Altima y Tsuru, pero también Xtrail, Golf, Eurovan y el Luppo, mientras que de la Chevrolet los que más se roban son los Chevys y los Spark, entre otros
Otra situación que señalan ciudadanos es la complicidad que se da entre los ladrones y los franeleros, “a quienes tanto las autoridades como los gerentes de las plazas comerciales y hasta líderes de sus sindicatos deberían solicitarles cartas de antecedentes no penales e investigarlos bien para evitar este tipo de actos”, dijo un entrevistado.
En el primer semestre de este año, los grupos delictivos dedicados al robo de autos se apoderaron de 71 coches más que en comparación con el mismo período de 2011, lo cual refleja un aumento de un 10 por ciento: esos hurtos han generado a los delincuentes ganancias superiores a los 10 millones de pesos.
Según las autoridades, en el municipio de Centro se concentra el 45 por ciento de la incidencia delictiva local, pues diariamente desaparecen cerca de tres carros.
Ese ilícito que representa para las bandas dedicadas a esta actividad un próspero negocio, poco atrás del secuestro y del tráfico de droga, ha obtenido cabida en esta capital debido a que los rateros actúan ‘por encargo’ y una vez que los autos son hurtados son vendidos a un costo menor a su precio comercial, reveló la Procuraduría de Justicia del estado (PGJ).
De los autos que se roban, afirma la Policía, sólo una de cada dos unidades regresan a sus dueños, mientras que una buena parte termina desmantelada y oxidada en los corralones, debido al costo que implica su recuperación.
Los dueños y las aseguradoras prefieren perderlos y dejar que los concesionarios se los adjudiquen.
En el municipio de Centro, los ladrones han escogido a Tabasco 2000 como su principal bastión, seguido de las colonias Las Gaviotas, 18 de Marzo, Guadalupe Borja, Tamulté de las Barrancas, Lagunas, Villa las Flores e Indeco, así como la Petrolera, José María Pino Suárez (Tierra Colorada), Primero de Mayo, Nueva Pensiones, Villa los Arcos y Espejo I y II.
ESTRATEGIA LOGÍSTICA
Para cometer los hurtos, estas mafias acostumbran a tener una estrategia muy bien estudiada y conocen el vehículo a la perfección. Se ha llegado a saber que en complicidad con los franeleros, los mismos hampones desconectan algunos cables de la unidad estacionada, con el fin de que al llegar el dueño, ellos mismos se ‘ofrezcan’ a arreglárselos y es ahí donde cometen el robo o hasta ‘secuestros exprés’.
En muchos casos, las unidades robadas son utilizadas en hechos delictivos y posteriormente se dejan abandonadas. Es ahí cuando empieza otro calvario para sus dueños.
“A uno le duele que le quiten algo aunque esté viejito; las autoridades se preocupan poco, además el personal del Ministerio Publico es grosero al atenderte”, declaró Jesús Avilés Cárdenas, a quien le robaron su vehículo precisamente en un centro comercial.
El robo de autos por asalto y amenazas a sus propietarios es un problema cada vez más agresivo, pues las personas que se niegan al despojo son agredidas.
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