martes, 31 de julio de 2012

Punta Fina



El triste adiós de Madero 



Las apuestas se multiplican entre panistas. ¿Quién ganará, el presidente o Gustavo Madero? Usted no lo dude: Felipe Calderón. Sus personeros ya comenzaron a trabajar la salida del presidente formal del PAN aunque muchos militantes no están convencidos de relevarlo de inmediato.

José Ureña / primercirculo@hotmail.com



De inmediato es el 11 de agosto, cuando habrá Consejo Nacional y se discutirán muchas cosas:
En primer lugar, la derrota a la luz de la mala candidata, el nulo apoyo del Comité Ejecutivo Nacional de Madero a Josefina Vázquez, las traiciones de cuadros destacados como Vicente Fox, el distanciamiento de la abanderada con el gobierno de Calderón, las imposiciones de estrategas desde Los Pinos, las contraórdenes del PAN y el equipo de campaña…
Eso y mucho más.
Luego, con el fracaso desentrañado, vendrá la pregunta de qué hacer, a qué aspirar, hacia dónde ir, cómo caminar y sobre todo poner metas a mediano plazo.
Calderón ya tiene el objetivo inmediato: recuperar la Presidencia de la República.
Claro, dirá usted, eso sería hasta 2018.
Pero en política los frutos tardan y si lo duda pregúntele a los priistas, quienes con su experiencia y gobiernos estatales tardaron 12 años en volver.

TERCIA DE MUJERES
Si se ponen de acuerdo sobre el futuro del PAN y cómo lograrlo, vendrá la pregunta clave:
—¿Quién lo va a hacer?
Gustavo Madero ha declarado a todos los consejeros su deseo de seguir al frente del partido al menos hasta fin de año.
Lo mismo piensan muchos otros miembros del comité ejecutivo, pero no olvide un hecho: todos ellos fueron llamados por Madero y la permanencia de Madero es su propia permanencia.
No piensan lo mismo otros como Diego Fernández de Cevallos, Luis H. Álvarez, Héctor Larios, Santiago Creel y muchos panistas más de prosapia pero ahora relegados por la camada de Madero.
Ellos y otros disidentes de Madero tienen voz y voto.
Ahí ha comenzado a trabajar en terreno fértil Felipe Calderón.
No pocos han aventurado posibles nombres de candidatos.
Curioso, pero el desfile de prospectos incluye básicamente a mujeres:
Josefina Vázquez, cuya imagen de derrota sería difícil de borrar y, además, no es de confianza de Calderón porque en aras de ser diferente no difundió los logros de los gobiernos panistas.
A veces hasta renegó de ellos, dicen en Los Pinos, como su promesa de cambiar la estrategia de seguridad y sus críticas a malos manejos desde el poder.
También se menciona a Luis María Calderón, la famosa Cocoa y hermana del presidente, capaz de reposicionar al PAN en Michoacán y relegar al tercer lugar al candidato del perredismo gobernante.
Y como de quedar bien con el presidente se trata, pues no pocos mencionan a Margarita Zavala, la esposa de Calderón.
Pero no.

EL IMPULSO A VEGA
Felipe Calderón tiene otro favorito.
Michoacano de nacimiento, amigo suyo, ex colaborador a quien encargó investigaciones cuando se trataba de apretar a panistas o de asustar a adversarios políticos.
Es Salvador Vega Casillas.
Del afecto presidencial hay constancia.
Juntos caminaron por legislaturas y posiciones partidistas, al grado de designarlo coordinador operativo de la campaña presidencial de 2006.
Al inicio del sexenio se le mandó de subsecretario a la Función Pública, pero era el enlace con el presidente para los casos delicados.
Por encima del titular Germán Martínez, lo cual da idea.
En 2007 lo ascendió a secretario y mandó de candidato al senado por Michoacán.
Vega perdió, pero Calderón le conserva la fe y la confianza porque le ha sido leal a lo largo de años y ya hace labor de convencimiento por él.
No ha faltado quién mencione ante Calderón el mayor déficit de Vega: su poco liderazgo con el panismo.
Pero si el PAN ha tenido a Germán Martínez, César Nava y Gustavo Madero como presidentes, un doctrinario conciliador no le vendría mal, habría argumentado el mandatario.
La campaña calderonista por Vega está en marcha.
El 11 sabremos el desenlace.
Por ahora el escenario tras bambalinas es claro: Madero se ha atrincherado con menos de un centenar de consejeros, mientras Calderón estudia cómo echar a caminar la estructura con más de medio centenar y medio.
Pronóstico: Madero no tendrá tiempo de llevar el PAN al cuarto lugar. 

OLIVA BUSCA SER FACTOR DE CONTROL
De repente Gustavo Madero ha encontrado un aliado muy importante.
Es Juan Manuel Oliva, cabeza visible del Yunque, miembro del Comité Ejecutivo y con cara de victorioso tras la debacle electoral y política del gobernador de Jalisco, Emilio González.
Oliva, no sin despecho, opera a favor de Madero porque se siente traicionado por doble vía.
Josefina Vázquez lo sacó del gobierno del estado de Guanajuato para luego ningunearlo y traerlo como empleado y sin poder durante la fracasada campaña.
Y Calderón nada ha hecho por rescatarlo y hasta presionó para arrebatarle la sucesión en Guanajuato, finalmente ganada por Oliva con Miguel Márquez.
En el abandono y con Márquez en picada, Oliva fue al rescate del estado y fue la única sonrisa panista de julio.
Madero lo rescató y le ha dado fuerza como secretario general adjunto de Elecciones del PAN, cargo desde el cual ya prepara alianzas con el PRD para derrotar al PRI en estados como Baja California.
Ese Oliva agradecido ha ofrecido al Yunque -45 votos muy valiosos- a fin de forzar la permanencia de Madero hasta una Asamblea Nacional en mayo del 2013.
¿Cómo sabremos quién va a ganar el 11 de agosto?
Simple: si la Asamblea se hace en noviembre, el triunfo será de Los Pinos.
Y si no, pues ni pregunte: Madero habrá vencido a Calderón. 

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