lunes, 16 de julio de 2012

POLICRONÍA SEMANAL


Imposición o no “imposición. Esa es la cuestión

 

 La vida política del país se sostiene en un ambiente de inestabilidad. Los resultados comiciales federales, mantiene una lucha por el posicionamiento del líder izquierdo —pese a los más de 3 millones de votos de diferencia con el triunfo— bajo la leyenda: “NO A LA IMPOSICIÓN”, en contraste con la mayoría, que no sufragó por él, pero espera paciente la labor institucional. 

Rosa Elvia Bracamontes rosaelviab@hotmail.com


Vivimos bajo el impero de la Ley, que en muchos casos es letra muerta y en otros su aplicación suele ser desventurada; sin embargo, es lo que medianamente sostiene al país en un ambiente de gobernabilidad y condiciones que han permitido el subdesarrollo.
Las movilizaciones sociales han logrado cambios en sociedades con graves conflictos. La historia de México ha tenido lamentables pasajes y existe inconformidad por incompetencias políticas e institucionales, pero todo esto se ha dado con la anuencia nuestra, por comodidad, conformismo o ignorancia.
La puja de hoy no mueve a la generalidad social, pues surge en medio de una contienda electoral que ha mantenido dividido al país durante todo el año. Lo que pudo ser una causa de lucha por el respeto a los principios democrático se ha sesgado al acusar al priismo, solapando a las izquierdas y con ello se reviste de un claro partidismo, impidiendo la suma de todo el pueblo.
Aducen fraude electoral. Los mexicanos vivimos las prácticas electorales cada tres años, donde somos inundados de propaganda y enseres utilitarios de los candidatos y partidos políticos, pero votamos por quien preferimos. Sucedió en 2000, como máxima prueba a nivel federal y Tabasco es muestra inequívoca de ello.
De ahí lo infundado y hasta insultante de la actitud de las izquierdas y simpatizantes al sostener que la balanza electoral favoreció al tricolor, por un sociedad vendida y manipulada; el problema educativo que nos caracteriza no impide que la gente sea incapaz de evaluar si permanece en las condiciones de siempre o se decide por quien les ofrece sacarlos de pobres en un abrir y cerrar de ojos.
Si algo no termina de convencer es lo consciente que están las mayorías que la compra del voto es una práctica ya común en las fuerzas políticas. Las redes sociales fueron un excelente portal para difundir lo que ocurría en cada rincón de estas tierras y así vimos camionetas oficiales repletas de propaganda de López Obrador o gente recibiendo tortas y refrescos en el clásico acarreo.
Justo esto impide la suma de voluntades en general. El doble discurso se rechaza tajantemente. El acusar a otros sin aceptar lo propio genera resistencia a pugnar por exigir lo correcto. Para nadie es un secreto que tratándose de política y religión, el divisionismo es una constante. Más cuando se esgrimen verdades a medias.
Este pasaje fue histórico. Una democracia que aunque imperfecta, fue muy participativa y custodiada pues además de los clásicos candados de la Ley Electoral, tuvimos la colaboración de los MORENOS y del movimiento 132 en cada casilla. 
La lucha fue ejemplar entre los contendientes, pero la voluntad popular de las mayorías decidió en las urnas. Ahora sólo resta esperar y respetar el fallo del Tribunal Federal. He ahí también el meollo del asunto. ¿Habrá violencia social? Eso depende del liderazgo de López Obrador. ¿Que será más importante para el: la paz y bienestar de los mexicanos o la obtención del poder?  

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