Luis Enrique Martínez luisenriquemarh@hotmail.com
La canícula alebrestó las enaguas. Al cuarto domingo posterior a la elección del 1 de julio, salieron a la calle a defender el paisanaje. Y amenazan con volver este viernes 27 a respaldar a Andrés Manuel López Obrador ante la presunta imposición de Enrique Peña Nieto como presidente de México.
Al frente del despliegue femenino aparecen Aracely Madrigal, Leticia Taracena, Lilia de los Santos, Ana Bertha Fócil, Lilia Izquierdo, Casilda Ruiz y… todas las mujeres que se sumen al inédito movimiento de las enaguas en Tabasco.
El posicionamiento político de la vanguardia femenina es el siguiente: No aceptar la imposición del candidato presidencial de la alianza electoral Compromiso por México; no a la manipulación de la “mercadotecnia ciudadana” y no permitir reformas estructurales al Estado Mexicano… y el plan de acción gira en torno a la “lucha de masas”, realizar marchas pacíficas, paros cívicos y huelgas generales…
Son ellas las representantes del Movimiento de Mujeres de Izquierda ante la Emergencia Nacional en un estado con población femenina mayoritaria: de los dos millones 238 mil 818 habitantes, un millón 137 mil 704 son hembras, según el Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI).
Representan además el 51.53 por ciento del listado nominal que participó en la contienda concurrente del segundo domingo del verano de 2012: 788 mil 446 contra 741 mil 696 hombres.
Algunas son parte de las 739 mil 917 mujeres que profesan la religión católica; otras están incluidas en el padrón de 220 mil 951 de las asociaciones religiosas protestantes y evangélicas (históricas, pentecostales y neopentecostales; Iglesia del Dios Vivo, Columna y Apoyo a la Verdad, la Luz del Mundo y otras).
Y otras más son parte de las 68 mil 456 adheridas a las agrupaciones religiosas identificadas como “bíblicas diferentes a las evangélicas”, según registro de la Secretaría de Gobernación: Adventistas del Séptimo Día, Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones) y Testigos de Jehová.
Seguramente en el movimiento femenino también participan algunas de las 86 mil 612 que al ser encuestadas se declararon sin religión o tal vez las 21 mil 451 que no especificaron su estado espiritual.
Para caminar del Parque Tomás Garrido Canabal a la Plaza de Armas, la vanguardia femenina hizo a un lado este domingo la profesión de fe y también su afiliación partidista pero las enaguas no. ¿Serán las Adelitas de la sociedad de la información?
LA INCONFORMIDAD
En Tabasco, la elección homologada pasó a la historia sólo por el hecho de que el electorado sacó al PRI de Palacio de Gobierno. Así, los papeles se invertirán después de 83 años de hegemonía priista a partir de enero de 2013: la oposición pasa al oficialismo y el PRI será la segunda fuerza política en la entidad.
La experiencia de la alternancia no es grata para algunos pobladores de los municipios donde ha gobernado desde 1992. De eso no saben los habitantes de Centro y Tacotalpa que el próximo año estrenan gobierno con representantes de las izquierdas a la cabeza aunque el origen de éstos sea el priato.
Lo mismo ocurrirá en el Poder Ejecutivo local. La oposición será gobierno con un Arturo Núñez Jiménez que hasta 2006 se afilió al Partido de la Revolución Democrática (PRD) tras militar en el PRI por más de tres décadas. Así es: como ya se dice en los mentideros políticos, en los casos citados los nuevos gobiernos serán la misma gata nada más que revolcada.
Y fue por ello que la defensa del paisanaje apareció un día después de la elección presidencial pero impulsada por la representación del movimiento universitario #Yosoy132. Y es por ello que la rebelión femenina apareció tres domingos después de la jornada electoral del 1 de julio.
La inconformidad de los jóvenes se placeó por Paseo Tabasco el lunes 2. Y la solidaridad de la dirigencia estatal del PRD con el fundador de ese partido en el estado la expresó Roberto Romero del Valle hasta el miércoles 18. Al día siguiente, las mujeres desplegaron las enaguas en defensa de López Obrador.
No fue una convocatoria similar a la emitida en 1915 por el general Salvador Alvarado, pero, en los hechos, es efecto de ese Primer Congreso Feminista que se llevó a cabo del 13 al 16 de enero de 1916 en el teatro “Peón Contreras” de la ciudad de Mérida, Yucatán. Es el efecto de la liberación femenina.
En aquellos tiempos el país se convulsionaba por el asesinato del presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez. La traición y la mano asesina habían disuelto el sufragio efectivo de los mexicanos que, más de un siglo después, las mujeres de Tabasco salen a defender por una presunta imposición presidencial.
La comparación quizá sea exagerada pero la historia la evocan las mujeres que se reunieron el domingo 22 alrededor de la estatua a “Tomás Garrido Canabal” para caminar hasta la Plaza de Armas. Y una de las consignas de la marcha, también recordaron el movimiento social de 1910: “Si hay imposición, habrá revolución”.
Debido a su geografía y la incomunicación que prevalecía en el siglo pasado, la participación de Tabasco en la guerra civil que enlutó a miles de familias acaso fue representada por la emblemática figura del vicepresidente Pino Suárez.
Eso es la historia. Y las mujeres que salieron a la calle este domingo quieren escribir una nueva aunque el motivo sea la defensa del paisanaje. Algo que no se hizo el siglo pasado ni tampoco en 2006 cuando Andrés Manuel López Obrador impugnó la elección presidencial de ese año.
La inconformidad femenina es inédita. Un precedente que amenaza con volver a tomar las calles este viernes 27 y caminar allende las fronteras antes del 6 de septiembre, fecha en la cual el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidirá si procede la causal de invalidez abstracta de la elección presidencial interpuesta por el Movimiento Progresista por México.
Si no es así, Enrique Peña Nieto será presidente de México a pesar de la rebelión femenina del verano caliente de Tabasco.
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