lunes, 23 de julio de 2012

Armando Chávez Rivera, sin moral para redirigir al Injudet


Montado sobre el triunfo electoral de Arturo Núñez, se promueve como posible sucesor de Melchi Franco argumentando avances del deporte tabasqueño en el ranking nacional durante su anterior gestión; mas esos logros no fueron propios 

Luis Enrique Martínez / luisenriquemarh@hotmail.com



La impronta de Armando Chávez Rivera en el deporte prácticamente lo inhabilita como prospecto a integrar el gabinete estatal que a partir del 1 de enero de 2013 encabezará Arturo Núñez Jiménez.
A Evaristo Hernández Cruz vendió sus haberes en el Instituto de la Juventud y el Deporte de Tabasco (Injudet) durante el régimen de Manuel Andrade Díaz. Así llegó a la dirección del deporte en el municipio de Centro en el periodo 2007-2009.
Aquel capital administrativo, sin embargo, no incluyó anomalías registradas en la remodelación de la Ciudad Deportiva y en la construcción de la Unidad Deportiva Olimpia XXI. Condescendiente, avaló todas las irregularidades cometidas en el sector deporte por el titular de la desaparecida Secretaría de Comunicaciones, Asentamientos y Obras Públicas, Jesús Tapia Mayans.
Ante el fracaso de la profesora Melchi Franco Ruiz en la dirección del Injudet, Chávez Rivera presumió ubicar a Tabasco a la mitad de la tabla de medallas, de puntos y eficacia en las Olimpiadas Nacionales Infantiles y Juveniles que se llevaron a cabo antes de 2007.
Esos números son luz frente a la oscuridad del presente. Así los vendió al candidato a gobernador de la coalición Movimiento Progresista por Tabasco. Y así se subió a la campaña de 45 días que concluyó con la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el pasado domingo 1.
Durante la contienda, Chávez Rivera sumó, más que profesionales del deporte —la excepción a la regla fue el profesor Felipe Cachón Gómez—, amigos y compadres. Fueron los mismos con los que administró el Injudet y a los que apoyó con todo a pesar que por su edad biológica no tenían nada que ofrecer al deporte, salvo la diversión y recreación entre los cuates fieles al softbol.
Al frente de esa cofradía, ahora promueve su inclusión en la lista de prospectos a suceder a Franco Ruiz. Y aunque sus bases de apoyo están en el organismo rector del deporte estatal, son profesores de educación física, entrenadores y presidentes de asociaciones deportivas quienes recuerdan su paso por el Injudet.
Lo menos grave que se dice es que Chávez Rivera saluda con sombrero ajeno: no fue él quien llevó al deporte a media tabla del ranking nacional sino la disciplina de luchas asociadas con el entrenador cubano Michel Penagos. 

ENCUBRIMIENTO
En los dos últimos años del quinquenio del gobernador Andrade Díaz, el Injudet dispuso de un presupuesto superior a 110 millones de pesos. La suma no incluyó el recurso destinado para el mantenimiento, remodelación y construcción de obras para el deporte por la secretaría a cargo de Tapia Mayans. 
Según el decreto 049 publicado en el Periódico Oficial de 2004, el Injudet dispuso de 54 millones 326 mil 301 pesos para el mantenimiento de la Ciudad Deportiva, Parque Centenario “del 27 de Febrero”, Palacio de los Deportes, Estadio Olímpico, Parque Infantil, Alberca Olímpica y la construcción de la Unidad Deportiva Olimpia XXI en 2005.
De acuerdo al documento citado, en la obra que distinguiría al régimen de Andrade Díaz en materia deportiva, el gobierno estatal invirtió 52 millones 781 mil 226 pesos. ¿Y qué pasó?
Además que no fue terminada, la monumental obra no es apta para competencias oficiales porque no cumplen con los requisitos de la Comisión Nacional del Deporte (Conade).
Por ejemplo, la cancha de futbol de pasto sintético no tiene las medidas oficiales de la Federación Mexicana de Futbol, Sector Amateur; y la pista de tartán, para variar, no tiene la orientación requerida por los organismos internacionales de atletismo.
Así pues, Olimpia XXI es sólo en un centro de recreación deportiva a donde no llegan iniciadores ni los jóvenes de alto rendimiento tanto en atletismo como en futbol. 
En el último año que Chávez Rivera estuvo al frente del Injudet, la dependencia utilizó recursos igual a 56 millones 343 mil 961 pesos. En el presupuesto de egresos de 2006, también se autorizó inversión para obras de mantenimiento de la Ciudad Deportiva y Olimpia XXI.
Y antes que concluyera el mandato de Andrade Díaz, la inconformidad de los asiduos a la Ciudad Deportiva reprobó la obra de Mayans Tapia que avaló en silencio Chávez Rivera. La queja no pasó a más por la apatía de la población.
Sin embargo, ahora que el gobernador electo Núñez Jiménez está en la definición de su gabinete, las voces discordantes empiezan a sonar contra la aspiración de Chávez Rivera de volver al Injudet que, dicen, pretende recontratar al entrenador cubano que actualmente se encuentra en Quintana Roo. El artífice de la efímera gloria que vende al gobierno del cambio.  

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