Roberto Barboza Sosa / rbarbozasosa@hotmail.com
Cuando impulsaba y pedía el apoyo para que Óscar Cantón Zetina fuera nominado a la Cámara Alta, porque “es la persona que puede representar y defender al PRD”, Juan Manuel Fócil llamaba a los perredistas a impedir que el gobierno siguiera metiendo la mano en los asuntos del partido del sol azteca, pues era “ilógico que nuestro partido lleve a un hermano del que es candidato del PRI al Senado de la República, que es Humberto Mayans, un adversario y enemigo acérrimo de Arturo Núñez”.
También —como lo denuncian perredistas inconformes—, Fócil Pérez afirmaba que la postulación “que se pretende legitimar con una encuesta, que no le tengo confianza, favorecería a ese parentesco, a esa hermandad y que esa hermandad puede perjudicar muchísimo a nuestro candidato al gobierno del estado, Arturo Núñez”.
Y denotando desesperación insistía: “Con mucha responsabilidad estoy pidiendo al perredismo, a la sociedad civil se apoye a Óscar Cantón”.
Incluso, señalaba que existía una campaña para desacreditarlo, “con mentiras, acusándome que vendo candidaturas”, y afirmaba que cuando fue dirigente estatal “tuvimos muchos éxitos, que es la primera vez que ganamos seis diputaciones federales y dos senadurías”, sin darle ningún mérito al fenómeno del Efecto Peje, como realmente ocurrió.
“Así que me queda muy claro que hay mano negra en las encuestas”, divagaba el hoy candidato a diputado plurinominal al pedir al PRD cerrar filas en todo Tabasco y ver a los candidatos “que nos pueden fortalecer, porque se pone en riesgo el proyecto del cambio con Arturo Núñez”.
HMC, IMPULSOR DEL ‘VOTO CRUZADO’
El jefe del grupo que controla al PRD imaginaba, en esa ocasión, “una asociación, en los movimientos que está haciendo el gobierno, para favorecer al hermano de Humberto Mayans”.
“El doctor Fernando (Mayans) merece mi respeto, pero desde el año 2000, queda muy claro en la sociedad de Tabasco, cuando Raúl Ojeda era nuestro candidato a gobernador, que Fernando se suma como diputado local y Humberto Mayans Canabal operaba a favor de Ojeda, de Fernando y de Granier en el PRI, para perjudicar a Manuel Andrade y perjudicar a Fócil, su servidor, que fue candidato a la presidencia municipal”.
Recordó que desde ahí ha observado el voto cruzado. “El grupo de Granier-Mayans ha operado a lo largo de todo este tiempo, desde el 2000 para acá, para su grupo en particular”, sostuvo.
Según Fócil, estaba “fácilmente comprobable, simplemente con los resultados electorales que hemos tenido desde el 2000 en adelante”.
Tal vez Fócil sabía que Fernando Mayans aventajaba al integrante de su grupo, por lo que el ex dirigente perredista presupuso que se metería al candidato del “grupo político de los Mayans-Granier, para jugar con el voto cruzado como lo han hecho en otras ocasiones”.
Y lo subrayó:
“Ya es hora de hablar, ya es hora de que dejemos el silencio y que la gente sepa que ese grupo ha actuado perversamente siempre para favorecerse únicamente ellos”.
Ahora, son los perredistas inconformes que acusan a su ex líder estatal de actuar contra ellos, con alevosía para beneficiar a su grupo con el objeto de detentar el poder y control sobre el partido.
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