El proselitismo entre las féminas será determinante para influir en el resultado de la elección para gobernador, ya que este sector poblacional es mayoría en el padrón electoral
Luis Enrique Martínez / luisenriquemarh@hotmail.com
A tal grado está de competida la elección de gobernador que las esposas de dos de los tres candidatos también andan en campaña.
Salvo en algunas excepciones, las señoras Martha Lilia López y Gabriela Fojaco aparecen con sus respectivos cónyuges. Pero en otras, salen solas a promover el voto a las comunidades urbanas, suburbanas y rurales de la entidad, además en el ámbito social en el cual se desenvuelven.
La aparición pública de las esposas de Arturo Núñez Jiménez y Jesús Alí de la Torre se justifica por tres razones inocultables: la mujer es mayoría en la población, también en la lista nominal de electores y, por si faltara, es la que más sale a votar.
Son tres indicadores que hasta el momento no aplican al candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Gerardo Priego Tapia, pues su esposa Mónica González Guerra está alejada de los reflectores. Sólo estuvo en su registro oficial como candidato panista ante el órgano electoral estatal.
Mientras tanto, las esposas de los abanderados de las coaliciones Compromiso por Tabasco y Movimiento Progresista por Tabasco cuentan hasta con equipos propios de logística y comunicación para organizar y difundir sus actividades de proselitismo.
La historia política contemporánea del estado no registra acciones de ese tipo en las parejas de los candidatos. Ni cuando el PRI era el único partido que hacía campaña se veía tal actividad femenina a excepción, claro, después de la elección de gobernador.
Un caso singular, sin embargo, fue la del matrimonio de Salvador José Neme Castillo y Celia Sastré González en 1988. Desde esa campaña que la oposición empezó a hacer competida al lanzar a Andrés Manuel López Obrador, no hay registro de otra pareja promoviendo el voto ciudadano en año electoral.
En las elecciones ordinarias de gobernador de 1994, 2000 (y también la extraordinaria de 2001) y 2006, todos los candidatos del PRI, PRD y PAN a la elección de gobernador hicieron campañas solos. Algunos, no todos, simplemente se hicieron acompañar por sus parejas a la hora del registro oficial.
Ahora es diferente. Y no es porque aquellas no fueron competidas. Tan de mayor calado estuvieron que trascendieron al ámbito nacional. Ejemplos: la de 1994 con las cajas de la ignominia y el brutal desalojo de militantes de PRD que se mantuvieron apostados en Plaza de Armas hasta el 19 de enero de 1995.
Políticos que operaron ese histórico lanzamiento por la fuerza pública y pandilleros convocados por el PRI —que permitió el ingreso de Roberto Madrazo a Palacio de Gobierno—, ahora militan o son aliados del PRD: Pedro Jiménez León y Arturo Núñez Jiménez, quien era funcionario federal por esa fecha.
Y ya no se diga la elección de 2000 que el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial terminó por anular a fines de diciembre de ese año.
En efecto, también la de hace seis años estuvo de igual competida pero la distancia de votos obtenidos entre el candidato ganador y el segundo lugar de la competencia no originó conflictos poselectorales.
Sin embargo, la elección 2012 parece que trascenderá la frontera local y terminará en los tribunales de la federación. De ahí el interés de las esposas de los principales candidatos de participar en campañas paralelas a las de sus respectivos maridos.
SON MAYORÍA
Según el Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), la población de Tabasco era de 2 millones 238 mil 603 habitantes. La relación hombre-mujer equivalía al 96.7 por ciento.
Por otra parte, la lista nominal del Instituto Federal Electoral (IFE), al corte del 3 de febrero de este año, registraba un millón 501 mil 493 ciudadanos con credencial con fotografía para votar. De ese total, 774 mil 754 pertenecía a la población femenina en tanto que 726 mil 737 a la masculina.
La diferencia entre esos indicadores es notable. Sobre todo en el correspondiente a electores porque la diferencia de 48 mil 017 votos podría impactar en el resultado de la elección de gobernador del 1 de julio próximo.
En la primera semana de campaña, las esposas de los candidatos del PRI y PRD —que son las cabezas de las alianzas partidistas— salieron a buscar esos votos. Pero parece que no están interesadas en hacerlos en mil 133 secciones electorales sino en las comunidades densamente pobladas.
Particularmente en las comunidades de los municipios donde se concentra el mayor número de población y de votos: Centro, Cárdenas, Comalcalco, Huimanguillo, Macuspana, Nacajuca y Paraíso. En estas siete demarcaciones viven 563 mil 423 electoras. Esto es, casi el número de votos con el cual López Obrador ganó la elección presidencial de 2006 en Tabasco.
Con la excepción de Centro, en el resto de esos municipios la alternancia política no es extraña para una polígono demográfico que con 975 mil 949 habitantes representa más de la población total de la entidad.
La proporción de habitantes y electores potenciales de los municipios citados con relación a los 10 restantes impulsa a las corrientes políticas que se disputan el Poder Ejecutivo a realizar campañas tan agotadoras como las que llevan a cabo las esposas de los principales contendientes.
Sobre todo porque la cercanía de los municipios con mayor número de electores contrasta con la lejanía de los ubicados en la zona fronteriza de México con Guatemala. Aunque se antoja difícil que no sean visitados por las señoras Gabriela Fojaco y Martha Lilia López. Al menos, las cabeceras municipales.
La visita de las cónyuges de Jesús Alí y Arturo Núñez no sólo es de cuerpo presente. Reciben peticiones y saludan a sus anfitriones como si ellas fueran las candidatas y no sus esposos. Aquí un ejemplo:
“En la campaña que no tiene grandes reflectores ni concentraciones multitudinarias pero que no deja de ser intensa y apasionada, (Gabriela) Fojaco de Alí caminó y estrechó la mano sincera de los tabasqueños…”, dice un boletín de prensa enviado por correo electrónico al reportero para dar a conocer por menores de la visita de la esposa del candidato del PRI a la Villa Macultepec, el jueves 17.
Y así por esa línea, también se mueve la señora Martha Lilia López de Jiménez.
La disputa del voto femenino es un compromiso de pareja. No sólo del candidato.
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