La esposa, la hermana y los más allegados del líder del Sicobatab cobran puntualmente sus quincenas sin dar golpe; están ‘comisionados’
Ernesto Sanabria A. / netosanabria@hotmail.com
El Sindicato de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (Sicobatab) se ha convertido en un cáncer para la educación media superior del estado y para la formación de más de 50 mil alumnos que acuden a los 49 planteles del Cobatab, pues no sólo somete a este subsistema educativo a los caprichos de su dirigente José Ramón Díaz Uribe, sino que el presupuesto y los recursos humanos de la institución están prácticamente a su disposición, pues tiene invadidas todas las áreas con aviadores y personal sindicalizado comisionado de su absoluta confianza que cobran puntualmente sus quincenas sin dar golpe.
La ‘nómina secreta’ del Colegio de Bachilleres de Tabasco la conforman 81 personas, entre familiares y personal sindicalizado allegado a Díaz Uribe, que le cuestan al erario estatal más de un millón de pesos al mes, que se incluyen en el presupuesto de 60 millones de pesos que mensualmente se desembolsan por el total de empleados sindicalizados y de confianza de la institución.
A los dos mil 500 trabajadores sindicalizados —entre docentes y administrativos— se le descuenta el 3% de su ingreso mensual, que en total representan dos millones de pesos en cuotas sindicales que mes a mes se le entregan al Sicobatab, sin que su comité directivo rinda cuentas del ejercicio de esos recursos a sus agremiados.
Entre el personal ‘comisionado’, que al igual que Díaz Uribe cobra sin trabajar, se encuentran: Verónica Hernández Medina, esposa del dirigente sindical; su cuñada Adriana Hernández Medina; su hermana Rosario Díaz Uribe; el diputado local por Macuspana, Fernando Morales Mateos; el actual secretario del ayuntamiento de Centro, Manuel Vargas Ramón; y el presidente de la asociación priista ‘Leandro Valle’, Luis Alberto May López, entre otros.
Según documentos en poder de Clip / Reporte Semanal, José Ramón Díaz Uribe percibe al mes uno de los sueldos más altos asignados al personal sindicalizado del Cobatab: 31 mil 116 pesos; su cónyuge Verónica Hernández cobra 24 mil 811, y el diputado Morales Mateos 23 mil 846 pesos.
Aunadas a estas canonjías que se otorgan al Sicobatab y a su líder, los principales cargos en el Cobatab, después de la Dirección General a cargo de María de los Ángeles Ocaña Rodríguez, son para allegados de Díaz Uribe: el secretario técnico, Aníbal López Montiel; su hermano Óscar A. Díaz Uribe es director de Registro y Control Escolar, y la Contraloría Interna la tiene Gladys del Carmen Castillo Castillo, sin contar las direcciones de la mayoría de los planteles en el estado que son para sus recomendados.
En la lista de personal ‘comisionado’ al Sicobatab figuran lo mismo empleados sindicalizados que de confianza, como es el caso de tres jefes de oficina.
Con recursos del Cobatab, el secretario general sindicato tejió una red de complicidades: en el Congreso local tiene como protector al diputado priista por Macuspana, Fernando Morales Mateos, y sus tentáculos llegan a otros gremios que aglutinan a maestros, como Diego Ánimas Delgado, dirigente del SITEM-Tabasco, quien también figura en esta nómina con un sueldo mensual de siete mil 261 pesos.
Los profesores que aparecen en la nómina con promedio de 40 horas, son de tiempo completo y perciben, sin trabajar, ingresos mensuales que oscilan entre 24 mil y 30 mil pesos.
Entre el personal ‘comisionado’ hay asesores que deberían trabajar de tiempo completo en comunidades rurales, algunas de ellas marginadas, como Bitzal Sexta Sección y Boca de Aztlán.
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