martes, 10 de abril de 2012

Cartas de López y Vázquez

De las encuestas hay poco por decir. Todas hablan de holgada y cómoda ventaja del priista Enrique Peña Nieto sobre la panista Josefina Vázquez Mota y el perredista Andrés López.

 José Ureña / primercirculo@hotmail.com


Holgada para los especuladores, cómoda a condición de cuidarla. Conocidos los números, hablemos de la estrategia. Doña Pina anda en busca de temas e iniciativas para posicionarse como opción de gobierno. No ha encontrado cómo hacerlo y sus estrategas tienen el dilema: no puede desatarse del panismo porque fue titular de Sedesol con Vicente Fox y de Educación y coordinadora parlamentaria con Felipe Calderón. Tampoco puede marcar distancia porque se vería mal agradecida y falsa. La sociedad no se traga las conversiones súbitas estilo López, quien de rijoso y pendenciero durante decenios pasó a pastor del amor. Con esos antecedentes, Vázquez Mota parece condenada a estar ligada permanentemente al panismo, con sus saldos de bajo crecimiento económico, incremento de la pobreza, caída en picada de la educación, violencia sin freno, incremento de la burocracia, 50 mil muertos…

¿COALICIÓN?
Varios de aquellos datos negativos dan al rostro de Josefina Vázquez Mota. Ella debía atacar la pobreza durante el foxiato y, aunque presuma grandes avances, no está en condiciones de ofrecer frutos maduros. Si ella no fue brillante, menos sucesores suyos como Ernesto Cordero. Le comparto datos del académico José Luis de la Cruz, del Tecnológico de Monterrey, quien explica en la presentación de su estudio: “Si las complicadas cifras del Coneval señalaban hace días que 52 millones de mexicanos viven en pobreza… estamos ya ante 60 millones de pobres que las políticas del PAN no han revertido ni en tiempos de bonanza ni en tiempos de crisis”. Otro factor adverso es la educación. Dígalo el flamante secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova, cuya instrucción presidencial es sacar adelante la Alianza por la Calidad de la Educación. Justo lo incumplido por sus antecesores Vázquez Mota y Alonso Lujambio. Tras el fiasco del Estadio Azul y los ataques pinistas a la UNAM, el gobierno ha acercado asesores a la panista con la encomienda de reorientar la campaña. Aunque usted no lo crea, no hay muchas pistas. Y sólida sólo una: gobierno de coalición. La tirada es clara: llevarse ciudadanos libres y a quienes no coinciden con sus adversarios —Enrique Peña Nieto y Andrés López— con la zanahoria del hueso futuro. ¿Se imagina un priista en Gobernación? Esa es una pista.

REFRITO
Andrés López, en cambio, trata de aprovechar el destino. Su falsa presentación como candidato del amor le ha servido para quitarle negativos, pero para darle muy pocos positivos. Por lo tanto, piensa mutar hacia propuestas de moral pública. El punto de partida es la Cartilla Moral de Alfonso Reyes. Es un tratado donde habla de educar al hombre para el bien. Si lo duda, a ver si le da idea esta frase de la Lección I: “Podemos figurarnos la moral como una Constitución no escrita, cuyos preceptos son de validez universal para todos los pueblos y para todos los hombres. Tales preceptos tienen por objeto asegurar el cumplimiento del bien, encaminando a este fin nuestra conducta”. ¿No le suena a refrito la frase pejista de dar al país una constitución moral? Esa será su propuesta mayor. Lo demás será la división del voto en tercios para colarse. De lo contrario, López está convencido, adiós Presidencia.

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