La Universidad Popular de la Chontalpa perdió, bajo la rectoría de José Víctor Zárate Aguilera, el perfil de institución académica de excelencia que se había ganado a pulso desde que logró su registro como escuela oficial de educación superior, y se convirtió en trampolín político y campus de grillas.
Consolidar ese prestigio fue lo menos que interesó a Víctor Zárate, pues a la primera oportunidad dejó abandonada la institución y los problemas financieros y académicos que se acrecentaron bajo su gestión, y saltó en busca de ser postulado por el PRI para una diputación local por uno de los distritos de Cárdenas.
Sin importarle incurrir en delitos electorales, ni enlodar más el nombre de la UPCH, Víctor Zarate acudió el fin de semana con cientos de estudiantes acarreados en autobuses y vehículos de esa institución hasta la sede estatal del PRI para solicitar su registro como precandidato a diputado por el II distrito local de Cárdenas.
Como todos los aspirantes que acudieron al auditorio Luis Donaldo Colosio del CDE priista, el ex rector de la UPCH llegó con batucada, porras y pancartas, que fueron costeadas con recursos de esa casa de estudios.
Tras entregar su documentación, habló del “amor y pasión” que siente por representar a su municipio en el Congreso local; la misma entrega y compromiso que sentía el 29 de enero de 2009 cuando asumió la rectoría de la UPCH.
“Vamos a iniciar la transformación en unidad de esta casa de estudios. Inicia una nueva etapa, donde juntos pugnaremos por una UPCH moderna y acorde a las necesidades de la sociedad”, enfatizó aquella fecha.
Ahora que quiere ser diputado olvidó por completo la Universidad Popular de la Chontalpa. Al registrarse como aspirante a diputado, habló de un “cambio diferente… una tarea larga pero comprometedora que busca la unidad para que Cárdenas salga adelante”.
Zárate Aguilera presumió que como rector de la UPCH “he puesto el nombre de Cárdenas en alto. Mis experiencias me respaldan. Es por eso que quiero ser candidato a diputado”.
UPCH, SU CASA… DE CAMPÀÑA
Tan ‘alto’ puso a la UPCH, que a quien le sustituyó como encargado del despacho en la rectoría, Pedro Javier Muñoz Vergara, le heredó una deuda con la Secretaría de Finanzas del gobierno estatal y el Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco, que supera los 40 millones de pesos.
Sin embargo, el problema más grave de esta universidad no son sus adeudos financieros, sino el descrédito que está adquiriendo por la mala calidad académica a causa del tráfico de influencias para otorgar plazas de maestros a gente sin preparación y de la venta de calificaciones, incluso para obtener una licenciatura.
Con el compadre de Víctor Zárate despachando en la rectoría, la UPCH se perfila a convertirse en casa de campaña del candidato del virtual candidato del PRI a diputado por el segundo distrito de Cárdenas.
Y como activistas no cuenta con estructuras de promoción del voto formadas en el PRI cardenense, sino a un grupo de porros que son financiados desde la misma institución educativa y bajo el mando de Jesús Tamayo Alcalá, secretario de Extensión Universitaria.
Consolidar ese prestigio fue lo menos que interesó a Víctor Zárate, pues a la primera oportunidad dejó abandonada la institución y los problemas financieros y académicos que se acrecentaron bajo su gestión, y saltó en busca de ser postulado por el PRI para una diputación local por uno de los distritos de Cárdenas.
Sin importarle incurrir en delitos electorales, ni enlodar más el nombre de la UPCH, Víctor Zarate acudió el fin de semana con cientos de estudiantes acarreados en autobuses y vehículos de esa institución hasta la sede estatal del PRI para solicitar su registro como precandidato a diputado por el II distrito local de Cárdenas.
Como todos los aspirantes que acudieron al auditorio Luis Donaldo Colosio del CDE priista, el ex rector de la UPCH llegó con batucada, porras y pancartas, que fueron costeadas con recursos de esa casa de estudios.
Tras entregar su documentación, habló del “amor y pasión” que siente por representar a su municipio en el Congreso local; la misma entrega y compromiso que sentía el 29 de enero de 2009 cuando asumió la rectoría de la UPCH.
“Vamos a iniciar la transformación en unidad de esta casa de estudios. Inicia una nueva etapa, donde juntos pugnaremos por una UPCH moderna y acorde a las necesidades de la sociedad”, enfatizó aquella fecha.
Ahora que quiere ser diputado olvidó por completo la Universidad Popular de la Chontalpa. Al registrarse como aspirante a diputado, habló de un “cambio diferente… una tarea larga pero comprometedora que busca la unidad para que Cárdenas salga adelante”.
Zárate Aguilera presumió que como rector de la UPCH “he puesto el nombre de Cárdenas en alto. Mis experiencias me respaldan. Es por eso que quiero ser candidato a diputado”.
UPCH, SU CASA… DE CAMPÀÑA
Tan ‘alto’ puso a la UPCH, que a quien le sustituyó como encargado del despacho en la rectoría, Pedro Javier Muñoz Vergara, le heredó una deuda con la Secretaría de Finanzas del gobierno estatal y el Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco, que supera los 40 millones de pesos.
Sin embargo, el problema más grave de esta universidad no son sus adeudos financieros, sino el descrédito que está adquiriendo por la mala calidad académica a causa del tráfico de influencias para otorgar plazas de maestros a gente sin preparación y de la venta de calificaciones, incluso para obtener una licenciatura.
Con el compadre de Víctor Zárate despachando en la rectoría, la UPCH se perfila a convertirse en casa de campaña del candidato del virtual candidato del PRI a diputado por el segundo distrito de Cárdenas.
Y como activistas no cuenta con estructuras de promoción del voto formadas en el PRI cardenense, sino a un grupo de porros que son financiados desde la misma institución educativa y bajo el mando de Jesús Tamayo Alcalá, secretario de Extensión Universitaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario