Jesús Alí: la confrontación internaGraham: reiteradísima unidad
Después de la complicada selección de su candidatura al Gobierno de Tabasco, Jesús Alí de la Torre tiene ahora que lidiar con nuevos problemas y en particular contra los desacuerdos que privan al interior de su propio equipo y de los que se sumaron o le anexaron como parte de una presunta estrategia que buscaba originalmente desactivar los conflictos políticos que de manera automática se generaron con su elección como representante del PRI para las elecciones del próximo 1 de julio.
Javier Marín Hernández / clip.marin@gmail.com
Javier Marín Hernández / clip.marin@gmail.com
El alcalde con licencia desde esa perspectiva parece destinado a enfrentar problemas de manera continua, se ha deslindado en privado y con los actores políticos más representativos de su partido del reparto y asignación de candidaturas a las presidencias municipales y diputaciones locales, esto con la finalidad de quitarse presión y problemas adicionales a los que ya enfrenta, pero pocos le creyeron y algunos señalan a integrantes de su equipo como los enlaces para empujar a quienes son considerados cercanos a su corriente política.
La incorporación de Guillermo Narváez Osorio, un prominente miembro del equipo que impulsó y consolidó el ex gobernador Salvador Neme Castillo, con quien en la parte final de su frustrada administración enfrentó una notable diferencia, que pudo superarse, desde hace un mes forma parte de la primera línea del equipo del candidato del PRI.
Acostumbrado al viejo esquema de hacer política en donde la prioridad es tomar y tener el control de todas las decisiones que atañen al candidato, aunque eso no sea lo más adecuado, ha generado profundos desacuerdos que sin duda van a impactar en la campaña del propio candidato.
La primera de esas discusiones estuvo centrada en la postura que se asumió en relación con las impugnaciones en contra del proceso interno de selección del candidato al gobierno que han impulsado Jaime Mier y Terán Suárez y Evaristo Hernández Cruz.
Al final el equipo más próximo al candidato, entre los que destaca Adrián Hernández Balboa, como el principal operador político y el grupo que ahora coordina Narváez Osorio, no alcanzaron un acuerdo y comenzaron las fricciones.
La fundamentación del equipo de siempre del candidato es que las dificultades que están enfrentando no son las primeras ni serán las últimas, por lo que hay que tomarlas en su justa dimensión y tratando de generar los menores efectos negativos en la campaña.
Los que recientemente se han integrado al equipo de Alí de la Torre han comenzado una serie de diálogos en donde aseguran a sus interlocutores, lo mismo a simpatizantes que a detractores del candidato, que todo forma parte de un “mismo paquete” y que a partir de ahora todas las decisiones importantes pasarán por el filtro que ellos han instaurado.
Para esos efectos han habilitado, además, otras figuras importantes que juegan un papel fundamental en la sociedad a partir de su enlace con las masas.
La confrontación actual se asemeja mucho a las disputas que se vivieron hace ya más de dos décadas. ¿Acaso esos mismos que frustraron proyectos y carreras son ahora los que harán posible un cambio?
Graham: unidad
La característica dialéctica más importante del discurso del candidato a la alcaldía de Centro, Luis Felipe Graham Zapata, ha sido el de su reiterada convocatoria a la unidad, en la que a pesar de las diferencias y las renuncias de cuadros destacados de este partido en el municipio han convergido varias corrientes y grupos que se mantenían ajenos a la contienda.
Está claro que el ex secretario de Salud lleva un trecho importante en la consolidación de su candidatura, pero aún falta conocer el nombre de quien será el candidato de las izquierdas, el que seguramente será competitivo.
En una facción importante del PRD hay un exacerbado ánimo en impulsar a uno de los externos que recién acaba de renunciar al PRI, otro grupo (tribu) empuja a otro de los externos para que se convierta en el candidato de las izquierdas.
Cualquiera de los dos, en caso de que así lo confirme la encuesta interna, tendrá ante sí un enorme reto que ambos aspirantes no consideran definitiva.
La incorporación de Guillermo Narváez Osorio, un prominente miembro del equipo que impulsó y consolidó el ex gobernador Salvador Neme Castillo, con quien en la parte final de su frustrada administración enfrentó una notable diferencia, que pudo superarse, desde hace un mes forma parte de la primera línea del equipo del candidato del PRI.
Acostumbrado al viejo esquema de hacer política en donde la prioridad es tomar y tener el control de todas las decisiones que atañen al candidato, aunque eso no sea lo más adecuado, ha generado profundos desacuerdos que sin duda van a impactar en la campaña del propio candidato.
La primera de esas discusiones estuvo centrada en la postura que se asumió en relación con las impugnaciones en contra del proceso interno de selección del candidato al gobierno que han impulsado Jaime Mier y Terán Suárez y Evaristo Hernández Cruz.
Al final el equipo más próximo al candidato, entre los que destaca Adrián Hernández Balboa, como el principal operador político y el grupo que ahora coordina Narváez Osorio, no alcanzaron un acuerdo y comenzaron las fricciones.
La fundamentación del equipo de siempre del candidato es que las dificultades que están enfrentando no son las primeras ni serán las últimas, por lo que hay que tomarlas en su justa dimensión y tratando de generar los menores efectos negativos en la campaña.
Los que recientemente se han integrado al equipo de Alí de la Torre han comenzado una serie de diálogos en donde aseguran a sus interlocutores, lo mismo a simpatizantes que a detractores del candidato, que todo forma parte de un “mismo paquete” y que a partir de ahora todas las decisiones importantes pasarán por el filtro que ellos han instaurado.
Para esos efectos han habilitado, además, otras figuras importantes que juegan un papel fundamental en la sociedad a partir de su enlace con las masas.
La confrontación actual se asemeja mucho a las disputas que se vivieron hace ya más de dos décadas. ¿Acaso esos mismos que frustraron proyectos y carreras son ahora los que harán posible un cambio?
Graham: unidad
La característica dialéctica más importante del discurso del candidato a la alcaldía de Centro, Luis Felipe Graham Zapata, ha sido el de su reiterada convocatoria a la unidad, en la que a pesar de las diferencias y las renuncias de cuadros destacados de este partido en el municipio han convergido varias corrientes y grupos que se mantenían ajenos a la contienda.
Está claro que el ex secretario de Salud lleva un trecho importante en la consolidación de su candidatura, pero aún falta conocer el nombre de quien será el candidato de las izquierdas, el que seguramente será competitivo.
En una facción importante del PRD hay un exacerbado ánimo en impulsar a uno de los externos que recién acaba de renunciar al PRI, otro grupo (tribu) empuja a otro de los externos para que se convierta en el candidato de las izquierdas.
Cualquiera de los dos, en caso de que así lo confirme la encuesta interna, tendrá ante sí un enorme reto que ambos aspirantes no consideran definitiva.
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