Sospechas de mano negra en las encuestas para apuntalar a Jesús Alí prende ‘focos rojos’ en la cúpula tricolor; será la Convención de Delegados quien diga la última palabra
Ernesto Sanabria A. / netosanabria@hotmail.com
Ernesto Sanabria A. / netosanabria@hotmail.com
La crisis para elegir al candidato del PRI al gobierno del estado llegó a niveles insospechables; de ahí que se valore ir con un tercero, y no precisamente salga entre los cinco aspirantes finalistas.
La polarización entre el Comité Ejecutivo Nacional y el PRI Tabasco es evidente, pues quieren desde Insurgentes Norte imponer a Jesús Alí y aquí en el estado se inclinan por Luis Felipe Graham.
En el primer círculo estatal se habló de Enrique Priego Oropeza como el tercero en discordia, pero en el Distrito Federal se presiona para meter a Francisco Herrera.
Fuentes del CEN filtraron los resultados de la encuesta realizada este fin de semana, y Alí de la Torre sospechosamente habría quedado ‘muy por encima’ de los otros aspirantes.
Se rumora que hubo mano negra y todo apunta a que reventará el proceso interno, a menos que haya acuerdos para una candidatura de unidad con un tercero ajeno al grupo de aspirantes recién sometidos a una medición de popularidad.
Contrario a las negociaciones que se han dado en otras entidades para definir candidatos a las gubernaturas, en Tabasco ya resultan irreconciliables los intereses del centro del país con los locales.
Ninguno de los aspirantes cedió un ápice en su pretensión de ser candidato y la guerra sucia entre ellos evidenció el tamaño de la ruptura que podría desencadenarse si los resultados de la encuesta no convencen a nadie.
Ninguno hizo el menor intento por abstener a promocionarse todo este lapso, como si hubiese sido un sondeo general a toda la ciudadanía y no sólo a 3 mil 300 que fueron visitados en sus domicilios por los encuestadores.
El momento decisivo será este miércoles, cuando la cúpula priista dé a conocer el resultado de las dos encuestas que el viernes, sábado y domingo midieron a sus cinco aspirantes, aunque dicho sea de paso el ganador no necesariamente será candidato del PRI a la gubernatura, puesto que los focos rojos parecen indicar que habrá un golpe de timón en la convención de delegados.
La polarización entre el Comité Ejecutivo Nacional y el PRI Tabasco es evidente, pues quieren desde Insurgentes Norte imponer a Jesús Alí y aquí en el estado se inclinan por Luis Felipe Graham.
En el primer círculo estatal se habló de Enrique Priego Oropeza como el tercero en discordia, pero en el Distrito Federal se presiona para meter a Francisco Herrera.
Fuentes del CEN filtraron los resultados de la encuesta realizada este fin de semana, y Alí de la Torre sospechosamente habría quedado ‘muy por encima’ de los otros aspirantes.
Se rumora que hubo mano negra y todo apunta a que reventará el proceso interno, a menos que haya acuerdos para una candidatura de unidad con un tercero ajeno al grupo de aspirantes recién sometidos a una medición de popularidad.
Contrario a las negociaciones que se han dado en otras entidades para definir candidatos a las gubernaturas, en Tabasco ya resultan irreconciliables los intereses del centro del país con los locales.
Ninguno de los aspirantes cedió un ápice en su pretensión de ser candidato y la guerra sucia entre ellos evidenció el tamaño de la ruptura que podría desencadenarse si los resultados de la encuesta no convencen a nadie.
Ninguno hizo el menor intento por abstener a promocionarse todo este lapso, como si hubiese sido un sondeo general a toda la ciudadanía y no sólo a 3 mil 300 que fueron visitados en sus domicilios por los encuestadores.
El momento decisivo será este miércoles, cuando la cúpula priista dé a conocer el resultado de las dos encuestas que el viernes, sábado y domingo midieron a sus cinco aspirantes, aunque dicho sea de paso el ganador no necesariamente será candidato del PRI a la gubernatura, puesto que los focos rojos parecen indicar que habrá un golpe de timón en la convención de delegados.
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