Superado a medias el tema de la selección priista para la gubernatura, continúan los detalles que distinguen al proceso electoral local y que provienen del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, el cual enfrenta el encono del perredismo por haber dado banderazo a la coalición “Compromiso por Tabasco” negándola al “Movimiento Progresista por Tabasco”.
Rosa Elvia Bracamontes / rosaelviab@hotmail.com
Hoy el estado se divide en opiniones, en su mayoría descalificantes, sin que aún exista fallo definitorio del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de donde emitir verdadero juicio de valor.
Empero, esto se monopoliza por actores políticos, militantes y simpatizantes izquierdos en una convocatoria abierta a la revuelta social, en la cual, seguro enviarían al choque a los más fáciles de sacrificar —por supuesto, los que menos tienen— contra las instituciones del Estado.
Parece que no es importante que la ciudadanía sea detenida, lesionada o algo peor, en el posible enfrentamiento al cual instigan con sus constantes anuncios de “se presume estallido social”.
No. Acá lo que interesa es obtener su tajada electorera para erigirse como los redentores sociales —sin riesgo alguno, pues suelen ver todo desde la barrera—, lo cual para nadie es un secreto y esto es tajantemente rechazado por la sociedad harta de violencias.
Eso hasta López Obrador lo entendió y modificó sus modos de cara a la sociedad, aunque muchas de sus posturas sean incongruentes, como así se colige del camino que lleva hacia el proceso federal.
Esto, pues sin ningún problema, su movimiento posiciona a personas con apellidos tan desacreditados y ligados con el concepto corrupción, como el de Padierna y Bejarano, que ya se anuncian pomposamente para contender por una Senaduría y Diputación.
Es innegable que por más que nos venden la idea de que ellos sí saben hacer las cosas, el camino institucional en los ayuntamientos tabasqueños —nuestros parámetros— simplemente no cumplen los mínimos prometidos y el que la ciudadanía exprese esto genera beligerancia en ellos. El sol no lo tapan con un dedo.
La democracia se construye con hechos y compromisos viables que permitan a la sociedad elegir con plena libertad pero nunca imponiendo con agresión, como pretenden muchos operadores políticos del movimiento de Izquierda.
Es posible que no entiendan el mensaje del postulado de las izquierdas; es posible que su camino accidentado les lleve a sostenerse en prácticas que nadie quiere; es posible que no hayan tenido un diálogo convincente para conjuntar con modos, el granjear más adeptos a su movimiento.
También es posible que el amorío a los mexicanos sólo sea de ficción y que tirando la piedra y escondiendo la mano por encima sonrían, cuando la orden sea aplastar a quien se oponga a sus intereses y esto no lo necesita Tabasco.
La paz social es eje central de Estado y corresponsabilidad de todos, de ahí que aquél que por intereses de grupos de poder arriesgue el sagrado concepto, no le interesa el bien de la gente, así la use como estandarte en su lucha.
Los procesos electorales se rigen por normas y bajo ellas se definirá lo justo o injusto. CORDURA.
Empero, esto se monopoliza por actores políticos, militantes y simpatizantes izquierdos en una convocatoria abierta a la revuelta social, en la cual, seguro enviarían al choque a los más fáciles de sacrificar —por supuesto, los que menos tienen— contra las instituciones del Estado.
Parece que no es importante que la ciudadanía sea detenida, lesionada o algo peor, en el posible enfrentamiento al cual instigan con sus constantes anuncios de “se presume estallido social”.
No. Acá lo que interesa es obtener su tajada electorera para erigirse como los redentores sociales —sin riesgo alguno, pues suelen ver todo desde la barrera—, lo cual para nadie es un secreto y esto es tajantemente rechazado por la sociedad harta de violencias.
Eso hasta López Obrador lo entendió y modificó sus modos de cara a la sociedad, aunque muchas de sus posturas sean incongruentes, como así se colige del camino que lleva hacia el proceso federal.
Esto, pues sin ningún problema, su movimiento posiciona a personas con apellidos tan desacreditados y ligados con el concepto corrupción, como el de Padierna y Bejarano, que ya se anuncian pomposamente para contender por una Senaduría y Diputación.
Es innegable que por más que nos venden la idea de que ellos sí saben hacer las cosas, el camino institucional en los ayuntamientos tabasqueños —nuestros parámetros— simplemente no cumplen los mínimos prometidos y el que la ciudadanía exprese esto genera beligerancia en ellos. El sol no lo tapan con un dedo.
La democracia se construye con hechos y compromisos viables que permitan a la sociedad elegir con plena libertad pero nunca imponiendo con agresión, como pretenden muchos operadores políticos del movimiento de Izquierda.
Es posible que no entiendan el mensaje del postulado de las izquierdas; es posible que su camino accidentado les lleve a sostenerse en prácticas que nadie quiere; es posible que no hayan tenido un diálogo convincente para conjuntar con modos, el granjear más adeptos a su movimiento.
También es posible que el amorío a los mexicanos sólo sea de ficción y que tirando la piedra y escondiendo la mano por encima sonrían, cuando la orden sea aplastar a quien se oponga a sus intereses y esto no lo necesita Tabasco.
La paz social es eje central de Estado y corresponsabilidad de todos, de ahí que aquél que por intereses de grupos de poder arriesgue el sagrado concepto, no le interesa el bien de la gente, así la use como estandarte en su lucha.
Los procesos electorales se rigen por normas y bajo ellas se definirá lo justo o injusto. CORDURA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario