No hay futuro para los campesinos tabasqueños; sus tierras otrora productivas ahora son inservibles al estar la mayor parte del año bajo el agua, sentencia el líder cenecista José Juan Cruz
El dirigente de la CNC, José Juan Cruz Cadena, asegura que las inundaciones que han golpeado a la mayor parte de la entidad se están resintiendo con severidad en el campo tabasqueño, y advierte que habrá un desabasto de maíz, sorgo, chile y de otras hortalizas, mientras que los ganaderos verán mermados sus ingresos por el costo que representa atender el hato en esas condiciones.
El líder de los campesinos priistas califica la situación como muy difícil para la gente del campo, y señala directamente como responsable a la Comisión Nacional del agua (CNA), que es la que está aventando grandes cantidades de agua a zonas que, si bien son bajas, eran aprovechadas por los productores agropecuarios para sembrar granos y pastar su ganado.
Ahora, sostuvo, las tierras serán inservibles, pues estarán la mayor parte del año anegadas.
Cruz Cadena afirma que en el caso del maíz, ese cereal ya escasea y por lo tanto ha subido de precio; de cinco a siete pesos el kilogramo, y estima que puede llegar a ocho pesos. “Se trata —remarca— del alimento básico no sólo de los campesinos, sino de todos los mexicanos”.
FIN DE LA ECONOMÍA DE TRASPATIO
El dirigente cenecista señala que es la gente del campo la que más sufre a consecuencia de las lluvias y descargas de las presas hidroeléctricas, pues sus cultivos de autoconsumo ya no los podrán tener, como tampoco sus animales de traspatio.
Apunta que en el caso de la ganadería la situación también es crítica: los semovientes bajan de peso, se enferman y por lo consiguiente el precio también se viene abajo.
Destaca que en esta inundación, que ha sido la de mayores dimensiones, afectó a 350 mil reses que tuvieron que ser movilizadas a tierras altas, con el consecuente costo que representa alquilar pastura, lo que genera gastos extraordinarios a los ganaderos.
Afirma que por quinto año consecutivo la economía agrícola es golpeada por las inundaciones, mientras que del gobierno federal no se ve que haya un compromiso por aminorar la grave situación por la que pasan los campesinos tabasqueños.
Anota que el gobierno en el poder pretende llevar la situación hasta el 2012, año eminentemente electoral, pues trata —dice Cruz Cadena— de jugar con las necesidades de la gente de las comunidades, lo que no se vale.
YA ES TIEMPO DE CORREGIR
Según estimaciones de la CNC, existen poco más de 350 mil hectáreas afectadas, de las cuales 300 mil son de pastura y 50 mil dedicadas a la agricultura.
Ante ello, Cruz Cadena sostiene que es tiempo de poner medidas correctivas como el aprovechamiento del agua, pues no se está utilizando esa gran riqueza ni siquiera en un cinco por ciento.
Además de culpar a Conagua por la actitud irresponsable con que está aventando agua sobre comunidades campesinas, indica que parte de esa responsabilidad también recae en quienes deforestan y rellenan vasos reguladores; “de ahí la necesidad de hacer conciencia y no abonar al desastre”, acota.
En el caso de comunidades del municipio de Centro, como la zona de los Aztlanes, así como los municipios de Nacajuca, Cunduacán y Jalpa de Méndez, no van a dejar de inundarse, advierte el cenecista, y expresa: “ojalá las inundaciones no hayan llegado para quedarse”.
El líder de los campesinos priistas califica la situación como muy difícil para la gente del campo, y señala directamente como responsable a la Comisión Nacional del agua (CNA), que es la que está aventando grandes cantidades de agua a zonas que, si bien son bajas, eran aprovechadas por los productores agropecuarios para sembrar granos y pastar su ganado.
Ahora, sostuvo, las tierras serán inservibles, pues estarán la mayor parte del año anegadas.
Cruz Cadena afirma que en el caso del maíz, ese cereal ya escasea y por lo tanto ha subido de precio; de cinco a siete pesos el kilogramo, y estima que puede llegar a ocho pesos. “Se trata —remarca— del alimento básico no sólo de los campesinos, sino de todos los mexicanos”.
FIN DE LA ECONOMÍA DE TRASPATIO
El dirigente cenecista señala que es la gente del campo la que más sufre a consecuencia de las lluvias y descargas de las presas hidroeléctricas, pues sus cultivos de autoconsumo ya no los podrán tener, como tampoco sus animales de traspatio.
Apunta que en el caso de la ganadería la situación también es crítica: los semovientes bajan de peso, se enferman y por lo consiguiente el precio también se viene abajo.
Destaca que en esta inundación, que ha sido la de mayores dimensiones, afectó a 350 mil reses que tuvieron que ser movilizadas a tierras altas, con el consecuente costo que representa alquilar pastura, lo que genera gastos extraordinarios a los ganaderos.
Afirma que por quinto año consecutivo la economía agrícola es golpeada por las inundaciones, mientras que del gobierno federal no se ve que haya un compromiso por aminorar la grave situación por la que pasan los campesinos tabasqueños.
Anota que el gobierno en el poder pretende llevar la situación hasta el 2012, año eminentemente electoral, pues trata —dice Cruz Cadena— de jugar con las necesidades de la gente de las comunidades, lo que no se vale.
YA ES TIEMPO DE CORREGIR
Según estimaciones de la CNC, existen poco más de 350 mil hectáreas afectadas, de las cuales 300 mil son de pastura y 50 mil dedicadas a la agricultura.
Ante ello, Cruz Cadena sostiene que es tiempo de poner medidas correctivas como el aprovechamiento del agua, pues no se está utilizando esa gran riqueza ni siquiera en un cinco por ciento.
Además de culpar a Conagua por la actitud irresponsable con que está aventando agua sobre comunidades campesinas, indica que parte de esa responsabilidad también recae en quienes deforestan y rellenan vasos reguladores; “de ahí la necesidad de hacer conciencia y no abonar al desastre”, acota.
En el caso de comunidades del municipio de Centro, como la zona de los Aztlanes, así como los municipios de Nacajuca, Cunduacán y Jalpa de Méndez, no van a dejar de inundarse, advierte el cenecista, y expresa: “ojalá las inundaciones no hayan llegado para quedarse”.
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