martes, 15 de noviembre de 2011

Carlos Mario, en permanente contacto con la gente


Encabeza una jornada a pie por la ciudad, para conocer y atender la problemática cotidiana de los othonoenses

CHETUMAL, Q.ROO, En lo que se podría calificar como una jornada de trabajo “de a pie”, el presidente municipal de Othón P. Blanco, Carlos Mario Villanueva Tenorio, salió del rancho El Mostrenco, después abordó el autobús de la ruta Calderitas-Centro, en el que le tocó el boleto 149 mil 809.
Casi de inmediato, en la primera fila, doña Blanca le saludó con afecto, como si le conociera de muchos años, y le pidió que la ayudara a resolver un trámite en el Ayuntamiento.
Antes, durante un café en una oficina de su hogar, Carlos Mario indicó que “me gusta hacer esto y estar en contacto con la gente porque sólo así conozco los problemas cotidianos que enfrentan, sus necesidades y carencias. Quizá no podamos desde el ayuntamiento resolver todo, pero podemos gestionar ante las dependencias estatales y federales”.
Y así fue. El interior del autobús de la empresa Bahía se convirtió en sede de una audiencia pública, en la que predominó el buen humor y menudearon las solicitudes para que ayudará a resolver diversos problemas, uno de ellos la falta de energía eléctrica en la escuela telesecundaria “José María de la Vega”.
O bien la falta de alumbrado público en Oxtancah, donde se robaran la cablería y ahora nuevamente deberá instalarse el tendido eléctrico.
Llegó al mercado “viejo”, como le llama la gente, aunque su nombre es “Ignacio Manuel Altamirano”, donde los locatarios le llaman Marito y le saludan esbozando una sonrisa franca.
“He estado aquí nueve veces; ya les arreglamos el mercado y ahora sólo faltan unos detalles que pronto resolveremos”, dice.
Hoy la demanda es por mayor seguridad en las inmediaciones del mercado, pues “han llegado por aquí muchos malandrines y se han registrado varios robos. Ayúdenos para que las patrullas aumenten sus rondines por acá”, le indican.
En algunas áreas del mercado los comerciantes y dueños de fondas están un poco desesperados porque “la gente ya no entra al mercado, compran en el pasillo o se van a las tiendas de autoservicio”, le explican al primer edil, pero agradecen el esfuerzo en la reparación del inmueble y la nueva imagen que hizo posible el Ayuntamiento durante sus primeros meses de gestión.
Tras comer un poco de “kastacán”, Carlos Mario deambuló por la zona, y a cada solicitud surgía una instrucción para alguno de su equipo, para resolver “en caliente”, o bien para programar la reparación del alumbrado, las bancas o el registro sin tapa.
Camino por la avenida Héroes, el munícipe saludó a comerciantes y escuchó demandas y peticiones por parte de la gente que se le acercaba con esperanzas y hasta bendiciones de señoras humildes a las que les gusta la sencillez y buen trato de este hombre que mantiene los pies en la tierra y sabe que su responsabilidad está con el pueblo, en ese vínculo íntimo entre autoridad y ciudadanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario