Los procesos internos de los partidos hacia el 2012 presentan muchas paradojas: 1.- Los tres estamentos ideológicos tienen muchos aspirantes y un solo precandidato verdadero.
2.- Todos presumen un discurso democrático y todos carecen de ella.
3.- Quienes patentaron las primarias, hoy las niegan.
Centrémonos:
En el partido del gobierno sobreviven tres postulantes con un resultado previsible:
Ernesto Cordero es el delfín de Felipe Calderón y atrás de sí tiene toda la estructura: gobierno, partido, recursos.
Si no gana, el fracaso será de Los Pinos.
Santiago Creel lleva seis años en campaña, tiene arrastre social pero enfrenta al aparato de Estado y su triunfo sería casi milagroso.
Y, subestimada al principio, Josefina Vázquez Mota se ha posicionado como plan B presidencial.
¿BELTRONES AL GDF?
En la izquierda todo depende de Andrés López.
Promete estar en las boletas del año próximo, pero al decirlo omite las cacareadas encuestas de medición popular con Marcelo Ebrard, base de la unidad estamental.
Si se empecina en ser candidato presidencial —y suman multitud quienes apuestan a ello— será la división y el fracaso de la izquierda por segunda elección sexenal consecutiva.
Y en el PRI Manlio Fabio Beltrones se ha obsesionado en participar con un argumento de repente sólido: no conviene dejar un vacío mediático por falta de contienda interna.
Aunque usted no lo crea, aquí está la nota:
La previsible victoria de Enrique Peña Nieto permitiría reposicionarse al sonorense y estar en posibilidad de quitar a Beatriz Paredes la candidatura para el Gobierno del Distrito Federal.
No anda mal: algunas encuestas asignan a Beltrones 43 puntos, contra 48 de Paredes.
Puede crecer y, en una de esas, aupado por la popularidad de Peña Nieto, ganar.
PRIMARIAS DEL PRI
A estas alturas, quién lo dijera, la democracia no es de quien nació con esa promesa.
Cuando era sólo un conglomerado de muchos nombres y mayores ambiciones, el PRD se presentó como el partido de los candidatos de plaza pública.
Ahí estaban las urnas con unas cuantas boletas para postular candidatos.
Hoy el PRD de los Chuchos, los Pejes y los Marcelos no sabe qué hacer con esa historia.
Se ha puesto las encuestas de corsé y le asustan los de enfrente: el PRI sí abrirá a la ciudadanía en general la elección de su candidato y eso puede reposicionarlo, para desventaja de la izquierda.
Los perredistas analizan cómo modificar el método de selección, por cierto recién avalado por el Trife de Alejandro Luna Ramos.
El mismo temor escuece al PAN, donde Josefina Vázquez Mota planteó la elección abierta y de inmediato recibió el agua fría de Gustavo Madero: hay métodos ordinarios en el panismo y un proceso ciudadano costaría unos cien millones de pesos.
O sea, no.
En contraste con PAN y PRD, y sin hacer mucho escándalo, el PRI se apresta a anunciar unas primarias como no se han hecho en México.
El anuncio se hará a principios de octubre, tal vez el 8, para informar plazos, condiciones, movilización de la estructura, acreditación de cuadros, registro de candidatos, tiempos de campaña, etcétera.
La elección priista será en febrero de 2012 y todo servirá para medir su presencia y su fuerza en cada región, estado, distrito o municipio.
Registre dos candidatos de origen: Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones.
Y, salvo guerra sucia, con un seguro triunfador: Enrique Peña Nieto.
3.- Quienes patentaron las primarias, hoy las niegan.
Centrémonos:
En el partido del gobierno sobreviven tres postulantes con un resultado previsible:
Ernesto Cordero es el delfín de Felipe Calderón y atrás de sí tiene toda la estructura: gobierno, partido, recursos.
Si no gana, el fracaso será de Los Pinos.
Santiago Creel lleva seis años en campaña, tiene arrastre social pero enfrenta al aparato de Estado y su triunfo sería casi milagroso.
Y, subestimada al principio, Josefina Vázquez Mota se ha posicionado como plan B presidencial.
¿BELTRONES AL GDF?
En la izquierda todo depende de Andrés López.
Promete estar en las boletas del año próximo, pero al decirlo omite las cacareadas encuestas de medición popular con Marcelo Ebrard, base de la unidad estamental.
Si se empecina en ser candidato presidencial —y suman multitud quienes apuestan a ello— será la división y el fracaso de la izquierda por segunda elección sexenal consecutiva.
Y en el PRI Manlio Fabio Beltrones se ha obsesionado en participar con un argumento de repente sólido: no conviene dejar un vacío mediático por falta de contienda interna.
Aunque usted no lo crea, aquí está la nota:
La previsible victoria de Enrique Peña Nieto permitiría reposicionarse al sonorense y estar en posibilidad de quitar a Beatriz Paredes la candidatura para el Gobierno del Distrito Federal.
No anda mal: algunas encuestas asignan a Beltrones 43 puntos, contra 48 de Paredes.
Puede crecer y, en una de esas, aupado por la popularidad de Peña Nieto, ganar.
PRIMARIAS DEL PRI
A estas alturas, quién lo dijera, la democracia no es de quien nació con esa promesa.
Cuando era sólo un conglomerado de muchos nombres y mayores ambiciones, el PRD se presentó como el partido de los candidatos de plaza pública.
Ahí estaban las urnas con unas cuantas boletas para postular candidatos.
Hoy el PRD de los Chuchos, los Pejes y los Marcelos no sabe qué hacer con esa historia.
Se ha puesto las encuestas de corsé y le asustan los de enfrente: el PRI sí abrirá a la ciudadanía en general la elección de su candidato y eso puede reposicionarlo, para desventaja de la izquierda.
Los perredistas analizan cómo modificar el método de selección, por cierto recién avalado por el Trife de Alejandro Luna Ramos.
El mismo temor escuece al PAN, donde Josefina Vázquez Mota planteó la elección abierta y de inmediato recibió el agua fría de Gustavo Madero: hay métodos ordinarios en el panismo y un proceso ciudadano costaría unos cien millones de pesos.
O sea, no.
En contraste con PAN y PRD, y sin hacer mucho escándalo, el PRI se apresta a anunciar unas primarias como no se han hecho en México.
El anuncio se hará a principios de octubre, tal vez el 8, para informar plazos, condiciones, movilización de la estructura, acreditación de cuadros, registro de candidatos, tiempos de campaña, etcétera.
La elección priista será en febrero de 2012 y todo servirá para medir su presencia y su fuerza en cada región, estado, distrito o municipio.
Registre dos candidatos de origen: Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones.
Y, salvo guerra sucia, con un seguro triunfador: Enrique Peña Nieto.
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