domingo, 7 de agosto de 2011

“NINIS”: EL SUEÑO PERDIDO de méxico


Pedro “N” salió de la secundaria con promedio de 8, no reprobó ninguna materia pero sí el examen de ingreso al colegio de bachilleres. En la sala, su padre le pregunta el porqué. Pedro se molesta, le interrumpe su mensajeo y la película. Lentamente se incorpora, se sienta, mira a su padre directamente a los ojos y le dice: lo pasaré en el otro año.


Son las ocho de la noche. Un grupo de jóvenes está en la boca del callejón. Ven regresar a los grupos de trabajadores, de estudiantes, de familias que salen de la iglesia. De entre las risas del callejón surge una cantaleta: “Sexo y bar, lo chido es pisar”.
De acuerdo con el documento del INEGI Panorama sociodemográfico de México 2011, en Tabasco, de cada 100 personas de 15 años y más, el 5.9% no tiene ningún grado de escolaridad; el 57.5%, tiene la educación básica terminada; el 0.3%, cuenta con una carrera técnica o comercial con primaria terminada; el 20.3%, finalizó la educación media superior; el 15.6% concluyó la educación superior y el 0.4% no se especificó.
Si se comparan los porcentajes se tiene que de 100 personas mayores de 15 años únicamente 20 tienen el bachillerato terminado y 15 terminan una carrera profesional.
Tabasco tiene en educación media superior a casi 94 mil alumnos, de los cuales el Colegio de Bachilleres de Tabasco (Cobatab) atiende a 48 mil 310 jóvenes.
Por ello, la institución tiene en sus expectativas que para 2012 el porcentaje de alumnos que concluyan ese nivel de estudios, en tres años continuos, “tenga un escenario deseable del 70%”.
El psicólogo Braulio Angulo Arjona explica que el fenómeno de los “ninis” (jóvenes que ni estudian ni trabajan) se debe a que “entramos en una crisis de disfunción familiar, de disfunción de los padres que deben ser los guías de los niños.
“Los hijos dejan de inspirarse por los padres. Los padres dejan de formar sueños en proyectos sociales, académicos, y ahora los niños forjan sus sueños en videos, en videojuegos”.
Otro factor —señala— es que el sistema de escuelas de primaria, de secundaria, únicamente informa, no llega a procesar el conocimiento, cuando el profesor debiera retomar el papel de inspirar un objetivo de vida.
Sobre este tema, del porcentaje que no termina sus estudios, el diputado Manuel Ulín Barjau observa que en Tabasco hay gran cantidad de jóvenes que ni estudian ni trabajan, “ninis”, que son parásitos de la sociedad porque no producen pero sí le quitan la comida y otras cosas a la gente.
Considera que es una corresponsabilidad de padres de familia, maestros y autoridades educativas establecer las acciones que cambien la mentalidad de estos jóvenes, de su forma de vivir.
Para ello propone el establecimiento de talleres en los que se prepare a los llamados “ninis”, donde al no entrar a la universidad encuentren lo que les gusta, lo que les interesa y les motive renovar su vida.


Mercenarios en potencia
El catedrático de la UJAT, Angulo Arjona, entrevistado en su clínica de psicología, advierte sobre el impacto de los programas de la televisión comercial al exponer tácitamente que se pueden lograr las cosas con el menor esfuerzo y “los jóvenes se han quedado esperando esa fortuna”.
Los padres tienen que estar muy pendientes de sus hijos porque incluso aunque asistan al bachillerato algunos van a ver cómo trafican con las calificaciones.
De esa manera —explica— al faltarle el crecimiento como persona, al que lo deben conducir sus padres, a estos jóvenes se les rompe la esperanza y tienen muchas posibilidades de ser absorbidos por la delincuencia en general.
Cuando los ideales se pierden en el camino el joven se deprime y sin esperanza experimentan con el alcohol o la droga, se convierten en lumpen, expuestos a ser mercenarios de cualquier causa.
Así, los adolescentes se vuelven ociosos, improductivos y entre más crecen, más es difícil su reeducación, cumpliéndose el dicho: árbol que crece torcido jamás endereza.
Pero, humanos, para reeducarlos hay que invertir muchos recursos y en lo particular, en lo familiar, mediante la psicoterapia se puede retomar la vida diseñándoles un programa de vida. Cuando la situación no es tan grave se necesitan cuando menos 8 sesiones.
Y en el plano colectivo toca indiscutiblemente a todos los sectores sociales establecer programas de rehabilitación porque una de las consecuencias para la sociedad es que se va a debilitar su fuerza productiva al no haber quien sepa trabajar.
“Esta tarea le corresponde a las instancias que atienden a la familia: al DIF, a la Sedesol y, por supuesto, al sector educativo, a las escuelas primarias y secundarias”, indica Braulio Angulo.

Maestros sin nacionalismo
El ex director de Educación, Cultura y Recreación de Jalpa de Méndez, Ulín Barjau, hace notar que este problema surge algunas veces por causa de la desintegración familiar que desgraciadamente ha aumentado alarmantemente en el país.
En esta generación hace falta el sentimiento de responsabilidad que lleva a que estos muchachos estén a la deriva, porque comen bien, descansan bien, algunos exageradamente, pero no tienen producción.
“Como padre de familia me enfermaría tener un hijo tirado y le diría: te ayudo pero la escalera de tu vida tú la tienes que subir; la cima tú la tienes que buscar. Uno como padre le da el impulso”.
En entrevista con Clip, Reporte Semanal, el presidente de la Comisión legislativa de Educación insiste en que el hijo tiene que ser más que el padre, tiene que ir más adelante si hay atención de los maestros y de los padres de familia en la formación de valores de nuestros hijos, sobre todo en aprender a luchar, a defenderse, a enseñarles para la vida.
“La finalidad de la educación debe ser preparar al muchacho para enfrentarse a cualquier reto que tenga, sacar esa casta que tiene uno como ser humano, demostrar que uno puede destacar en cualquier aspecto que la vida nos dé, en enseñarlo a ser un triunfador en la colectividad”, observa.
Sugiere que es necesario que vuelva a resurgir ese amor a la patria, el nacionalismo, porque hay gente a la que le preguntas del Himno nacional y no lo saben, “necesitamos recuperar la identidad nacional”.
Recuerda que como profesor de grupo siempre trabajó con la idea de la transformación diciéndole a sus alumnos: si vas a ser un empleado, un peluquero, un mecánico, trata de ser el mejor peluquero, el mejor mecánico, que la gente te busque, que te reconozca.
Ahora, como diputado exhortará al Gobernador, a la Secretaria de Educación, para que se formulen planes y programas educativos acordes a estos tiempos.
“Le corresponde a la Secretaría de Educación, a quienes diseñan los programas en educación superior, buscar estrategias de solución a este problema, creando las carreras que exige este mundo globalizado y cerrar otras que están saturadas”, puntualiza.
“Estas acciones tienen que involucrar al padre de familia que tiene a un individuo que no ata ni desata, a los maestros y al gobierno”, insiste Ulín Barjau.

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