lunes, 12 de noviembre de 2012

Post-it


¿A Chuchita la bolsearon? 



Muchas cosas se han hecho mal este sexenio —independientemente que se haya actuado de buena o mala fe—; los indicadores lo dicen: en todo lo que se relaciona con deficiencias somos primeros en el país y en aquello que significa avance nos acostumbraron a ser ‘coleros’ en el tablero nacional, como pasa en educación, deportes y otros rubros. Lo peor es que ‘los platos rotos’ los vamos a pagar los tabasqueños. Como ha sido siempre.

Fernando Hernández Gómez / fdohernandezg@hotmail.com



El sexto y último informe de Andrés Granier Melo no generó ni un ápice de las expectativas que despertó hace casi seis años cuando llegó al gobierno estatal, no sólo porque los resultados de su gestión no fueron los esperados sino sobre todo porque en la ciudadanía existe la creencia que se dilapidó el presupuesto, que altos funcionarios hicieron mal uso de los dineros del pueblo y se aprovecharon de los cargos para enriquecerse.
La percepción de que el estado fue saqueado persiste en todos los estratos sociales, desde el más humilde obrero, taxista, ama de casa, el bolero de Plaza de Armas y el más modesto burócrata, hasta quien —preocupado por tanto caos— aguarda que le entreguen las llaves de la Quinta Grijalva. En seis años, sin embargo, nadie fue sancionado por actos deshonestos.
El órgano de fiscalización del estado —el ente que debería ser celoso guardián de los recursos públicos— no fue más que una cara ‘tapadera’ de prácticas deshonestas y de que muchas cosas se hicieran deficientemente. Eso sí, para desviar la atención de la opinión pública, su titular Francisco Rullán Silva encontró un par de ‘chivos expiatorios’ a los que se exhibió como los únicos y más grandes corruptos del sexenio.
El expediente de la moralidad fue el pie de que cojeó el régimen granierista. Eso fue lo que el 1 de julio motivó el ‘voto de castigo’ al PRI en las urnas, independientemente que tuvo malos candidatos. Y la factura fue muy cara: a los priistas los echaron de la Quinta Grijalva. Lo del domingo en el teatro Esperanza Iris no fue más que la parafernalia de ‘las cuentas alegres’, porque ‘a Chuchita la bolsearon’.

¿DÓNDE QUEDÓ LA BOLITA?
El último régimen priista en Tabasco vive sus últimos días, y todo indica que a las milmillonarias deudas —las bancarias de largo plazo avaladas por el Congreso local y las que se mantienen con proveedores, que son de mayor cuantía y no tienen fiador— que heredará el régimen que encabezará Arturo Núñez Jiménez se le agregará otra cuenta por 800 millones de pesos, a causa de una mala negociación con el gobierno federal.
Y cuando el presidente Felipe Calderón Hinojosa anda ocupadísimo en llevarse todas las glorias que pueda y no se distrae en ‘nimiedades’, en Bucareli ya ni contestan el teléfono cuando de una de las oficinas frente a la Plaza de Armas les llaman para preguntar si siempre sí la Secretaría de Hacienda aportará esa cantidad que en las cuentas de la CFE aparece como adeudo de Tabasco, por la parte que le toca poner al gobierno estatal en el subsidio al consumo de luz doméstico.
Al gobernador electo preocupa sobremanera que el adeudo relacionado con el acuerdo compensatorio Tabasco-CFE pueda quedar sin solucionarse. Ve con molestia que al asunto le dan largas y no se le otorga prioridad, pues considera que quien debe hacer los trámites es el propio titular del Ejecutivo estatal y no un subalterno, sin nivel para presionar ante el gobierno federal, sobre todo cuando los actuales funcionarios del poder central se van en un par de semanas.
“Estoy en espera de una respuesta final del gobernador Granier. Le he insistido que, si es necesario, yo hablaba con el secretario de Gobernación y con el de Hacienda, que son mis amigos, para pedirles una reunión al más alto nivel, porque creo que el gobernador Granier se la encomendó al licenciado Rafael González Lastra, y no he dudado de sus buenos oficios; sin embargo, creo que es una decisión política que requiere decisiones del más alto nivel”, remarcó Arturo Núñez el martes 6.
Y no sólo eso. Lo grave es que —como advierte el propio Núñez— “no hay por escrito nada, ni el compromiso asumido de que efectivamente se reconoce ese adeudo por Hacienda”; entonces, “teóricamente es un adeudo del gobierno del Estado, según los convenios”.
El acuerdo compensatorio fenece el día último de este mes y el gobernador electo ha dicho que no lo refrendará hasta en tanto no se resuelva lo del adeudo. Si esto no ocurre, los tabasqueños tendrán que pagar más por su consumo eléctrico de por sí caro.
No hay dinero ahora, ni se prevé que pueda asignársele alguna partida en el presupuesto estatal 2013 para cubrir ese pasivo del que se guardó silencio muchos meses, hasta que Núñez Jiménez se enteró de ello y lo ventiló públicamente.
Los teléfonos de la Secretaría de Gobernación parecen descompuestos, pues a González Lastra no le dan fecha para una reunión en que se pueda abordar el problema entre representantes de Tabasco, la SHCP y CFE.
Ante el desaire, Granier Melo ha buscado a Calderón. “Le mandé un oficio al señor Presidente de la República particularizando el problema y pidiéndole la necesidad urgente de que se haga la reunión porque así fue acordada en la Secretaría de Gobernación, para que estemos presentes tanto el licenciado Núñez como un servidor”, dijo la víspera de su sexto informe.
Núñez Jiménez ya no sabe si creer o no. “No me queda claro, finalmente, dónde quedó la bolita. Yo no voy a seguir endeudando a Tabasco”, sentenció el mandatario electo ante la posibilidad que le hereden ese otro pasivo de 800 millones de pesos.

¿POR QUÉ TANTA OPACIDAD?
Me dicen que la falta de transparencia en el asunto de los deudores diversos del gobierno estatal obedece a que muchos contratistas, proveedores de bienes y prestadores de servicios son funcionarios o los negocios involucrados están relacionados con ellos.
Las subcontrataciones están a la orden del día. Es una pena que esto le esté pasando a Tabasco. Mañana, cuando todo se sepa, los responsables no hallarán donde esconderse; sea del repudio popular o de la acción de la ley.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario