A pesar de que Tabasco ocupa los últimos lugares en este rubro, el director de Calidad del Deporte, Carlos Silva Noz, asegura que la dependencia rectora del deporte dejarán un gran reto a la próxima administración
Luis Enrique Martínez / luisenriquemarh@hotmail.com
La realidad es inobjetable: durante cinco años consecutivos, Tabasco ocupa los últimos lugares de la clasificación nacional del deporte aficionado. Aún así, Carlos Silva Noz asegura que la presente administración del Instituto de la Juventud y el Deporte (Injudet) dejarán un “reto” a la autoridad que la sustituya en 2013.
“Debe regar la semilla sembrada para cosechar el éxito deportivo”, dice en entrevista el director de Calidad del Deporte después de que el sábado último el gobernador Andrés Granier Melo abanderara a la delegación estatal que participará en las Olimpiadas y Paralimpiadas Infantil y Juvenil 2012.
El combinado local está compuesto por 254 niños, adolescentes jóvenes que competirán en 22 disciplinas deportivas cuyas actividades se desarrollará indistintamente durante 60 días en los estados de Nuevo León, Puebla y Guanajuato, a partir de este miércoles 25.
Durante la ceremonia de abanderamiento registrada en la explanada de “La Juventud”, la profesora Melchi Franco Ruiz se ufanó del reconocimiento que el presidente Felipe Calderón otorgó a Tabasco en 2011 “por ser el estado con el mayor avance en puntos del ranking nacional”.
El reconocimiento presidencial ocurrió luego de que la delegación local obtuviera 39 medallas —entre ellas, 10 de oro, 11 de plata y 18 de bronce—en la olimpiada anual y 30 en la paralimpiada: 11 de oro, 12 de plata y siete de bronce.
En su mensaje ante el mandatario, deportistas, padres de familia y 55 entrenadores —incluyendo instructores y metodólogos cubanos y uno chino—, la directora del Injudet aludió “a las dificultades” que el estado vive tras la inundación de 2007 pero evitó referirse a los resultados obtenidos en el último lustro.
A partir de ese año, el promedio de seleccionados varía entre 250 y 270. Así, 2008 y 2009 fueron los mejores años pues Tabasco se ubicó en los lugares 24 y 26 del medallero nacional. En los siguientes años ocupó el 31 y 30, es decir un punto menos del lugar 32 con el que arrancó la presente administración estatal.
Antes de arrancar la edición 17 de las olimpiadas nacionales, el deporte tabasqueño está en el lugar 30 del medallero y 28 en la tabla de puntos.
—-¿Cuál es la expectativa para este año? —se le preguntó a Silva Noz.
—El propósito es el mismo de siempre: obtener una medalla más que el año pasado —responde el funcionario al que muchos ubican como el “poder tras el trono” en el Injudet.
“Se busca avanzar un lugar en el ranking nacional así como en la tabla de medallas nacional”, puntualiza.
El reto
Para el certamen nacional de este año, el número de deportistas es menor al del año pasado porque la mayoría de clasificados pertenecen a las disciplinas individuales y no de conjunto. En esa diferencia, sin embargo, radica el optimismo de las autoridades para ascender en la clasificación nacional del deporte aficionado.
A las críticas de la opinión pública ante los resultados desfavorables del último lustro, Silva Noz culpa a las anteriores administraciones del Injudet que en los últimos 15 años “no construyeron” ni invirtieron en infraestructura y, mucho menos, dice, plantearon técnicas y metodologías para el fomento y desarrollo del deporte local.
Resalta que ante “esa desventaja”, la administración de la profesora Franco Ruiz optó “crear un semillero” de deportistas en las disciplinas de boxeo, karate, tae kwan do, natación —por vez primera, en el combinado 2012 se incluye a 16 tritones— y patines sobre ruedas que ha sido “un deporte priorizado”.
“En cinco años se tiene suficiente semilla sembrada. Estamos orgullosos de atender no sólo un deporte como estrategia sino sembrar buena semilla…”, afirma.
—Con todo lo que dice para que la próxima administración tendrán un reto a superar…
—¡Sí, así es! —responde enfático el funcionario. Agrega que la nueva administración tendrá que darle continuidad a los programas y a la vez a los prospectos deportivos de alto rendimiento para evitar que emigren a otras entidades.
Considera que otro de los problemas que frenan el desarrollo del deporte en la entidad es la falta de continuidad en las administraciones rectoras del deporte:
“En cambio nosotros —afirma— decidimos que el atleta fuera la estrella de esta obra…”
—Si es así ¿dejan un difícil reto a la administración sucesora?
—Así es…
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