Francisco Herrera León ha iniciado una nueva fase de manejo y conducción política en el Partido Revolucionario Institucional en Tabasco en un momento clave: la sucesión gubernamental.
Javier Marín Hernández / clip.marin@gmail.com
Javier Marín Hernández / clip.marin@gmail.com
Su llegada a la dirigencia estatal tricolor obedece más a la autopromoción que se generó como un presunto operador eficaz para tomar el control del partido y poner orden, ante la diversidad de problemas internos que se registran.
El senador con licencia, otrora aspirante a la candidatura al Gobierno de Tabasco, dijo en entrevista a Clip / Reporte Semanal (edición 23) en diciembre del año pasado: “La dirigencia nacional del PRI, con Pedro Joaquín Coldwell debe tomar en sus manos el proceso interno de nuestro partido, la selección y elección del candidato al gobierno, y entonces sí, nosotros podremos armonizar al priismo y reconstruir el tejido político y social del PRI que hoy está maltrecho en Tabasco”.
Ambos pronósticos se cumplieron.
El CEN del PRI con Coldwell a la cabeza de las negociaciones ungió a Jesús Alí de la Torre —vía boletín oficial— el pasado 19 de enero y tres meses después de aquella célebre entrevista el también homólogo del líder nacional del tricolor en la Cámara alta, se convirtió en el nuevo dirigente estatal del PRI.
La primera condición se ha cumplido, el CEN del PRI hizo candidato a Jesús Ali, pero aún falta legitimarlo, porque las impugnaciones persisten y el revés del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al PRI tras dar por válido el reclamo del aspirante Jaime Mier y Terán y todavía falta la resolución de la segunda impugnación del ex secretario de Salud y que aún está en proceso de revisión, además de la interpuesta por otro aspirante, Evaristo Hernández Cruz, quien pidió la nulidad de todo el proceso interno del PRI, pues no son cualquier cosa como para minimizarlo.
Por mucha que sea la experiencia del centleco, lo que viene en contra de este instituto político puede considerarse indefendible, por lo que ahora en lo único que pueden trabajar es en el control de daños, para que este efecto sea mínimo.
Los aspirantes inconformes persistirán en su lucha en busca de legalidad y no están dispuestos a negociar según han externado a este espacio. Negro… panorama.
Delegado… boxeador
Rafael Oceguera Ramos alias “Kid Oceguera”, despacha desde el fin de semana como nuevo delegado del CEN del PRI en Tabasco, tras la renuncia del campechano José Antonio González Curi, quien apenas aguantó tres meses al frente de la representación política del tricolor; eso sí, para él tiempo suficiente de negociación para encontrarle un lugar a su esposa, un espacio privilegiado en la tercera circunscripción del país como candidata a una diputación federal plurinominal.
El sinaloense Oceguera es al menos un político divertido, dicharachero y madracista —de hueso colorado— y también bueno para echar puñetazos.
En 1997, justo cuando el PRI perdió por primera vez la mayoría parlamentaria en la Cámara de Diputados federal hubo constantes roces y hasta peleas, se recuerda en particular aquella en la que de un efectivo derechazo de Oceguera mandó al piso a uno de sus homólogos del PRD y al que le advirtió: “Y si me vuelve a provocar le parto su madre de nuevo…”.
Para el sinaloense es la segunda vez que llega a la entidad a cubrir tareas de su partido, en 2001 fungió como representante del PRI ante el Consejo Estatal Electoral para la elección extraordinaria que ganó el priista Manuel Andrade Díaz.
¿Quién será el primero…?
¿Ayuntamientos o presidentes municipales en campaña?
“Gracias señor presidente por las obras realizadas, aquí seguimos con todo apoyando como usted al que se fue, a nuestro amigo para que sea gobernador…”. Cuauhtémoc Muñoz, el alcalde sustituto de Centro, asintió con la cabeza y aplaudió la intervención del líder de la villa Playas del Rosario.
Esa expresión no es única, porque se repite hasta en el último reducto del municipio a donde acude el edil. Todo está previamente acordado.
La queja de la burocracia del Ayuntamiento es real, los mandan a cubrir eventos del PRI, a aplaudirle a Chucho Alí como sucedió en el Teatro al aire libre del Parque Tabasco, donde los 17 mil asistentes (según los organizadores) se convirtieron en 8 mil 500 cuando el candidato iba a la mitad de su discurso porque abandonaron el recinto, pero todavía peor cuando tocó el turno a Pedro Joaquín Coldwell, el dirigente nacional del tricolor, porque apenas quedaron menos de mil asistentes, el resto se había marchado.
Testigos: Benito Neme Sastre, Roberto Madrazo Pintado, Manuel Andrade Díaz, alcaldes, diputados, reporteros y todos los que estuvieron allí presentes.
En Comalcalco, su alcalde, Alejandro Medina despacha en los cafés y restaurantes de Villahermosa, pero no asuntos de su administración sino de la campaña de Alí, mientras los reclamos de “sus gobernados” van en aumento.
Los compromisos de campaña no los ha cumplido y pesan sobre él graves anomalías que pronto llegarán al Congreso y por las que en algún momento tendrá que responder.
Es bastante claro que la burocracia en su inmensa mayoría no apoya este tipo de trabajos políticos, pero que muchos terminan cubriendo ante la amenaza de despidos. Así que el apoyo al candidato es, en realidad, mínimo.
¿Y qué dice a todo esto el Congreso? Cada vez se parecen más aquella expresión de “ni los ve, ni los escucha”. Cada quien hace lo que quiere…
El senador con licencia, otrora aspirante a la candidatura al Gobierno de Tabasco, dijo en entrevista a Clip / Reporte Semanal (edición 23) en diciembre del año pasado: “La dirigencia nacional del PRI, con Pedro Joaquín Coldwell debe tomar en sus manos el proceso interno de nuestro partido, la selección y elección del candidato al gobierno, y entonces sí, nosotros podremos armonizar al priismo y reconstruir el tejido político y social del PRI que hoy está maltrecho en Tabasco”.
Ambos pronósticos se cumplieron.
El CEN del PRI con Coldwell a la cabeza de las negociaciones ungió a Jesús Alí de la Torre —vía boletín oficial— el pasado 19 de enero y tres meses después de aquella célebre entrevista el también homólogo del líder nacional del tricolor en la Cámara alta, se convirtió en el nuevo dirigente estatal del PRI.
La primera condición se ha cumplido, el CEN del PRI hizo candidato a Jesús Ali, pero aún falta legitimarlo, porque las impugnaciones persisten y el revés del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al PRI tras dar por válido el reclamo del aspirante Jaime Mier y Terán y todavía falta la resolución de la segunda impugnación del ex secretario de Salud y que aún está en proceso de revisión, además de la interpuesta por otro aspirante, Evaristo Hernández Cruz, quien pidió la nulidad de todo el proceso interno del PRI, pues no son cualquier cosa como para minimizarlo.
Por mucha que sea la experiencia del centleco, lo que viene en contra de este instituto político puede considerarse indefendible, por lo que ahora en lo único que pueden trabajar es en el control de daños, para que este efecto sea mínimo.
Los aspirantes inconformes persistirán en su lucha en busca de legalidad y no están dispuestos a negociar según han externado a este espacio. Negro… panorama.
Delegado… boxeador
Rafael Oceguera Ramos alias “Kid Oceguera”, despacha desde el fin de semana como nuevo delegado del CEN del PRI en Tabasco, tras la renuncia del campechano José Antonio González Curi, quien apenas aguantó tres meses al frente de la representación política del tricolor; eso sí, para él tiempo suficiente de negociación para encontrarle un lugar a su esposa, un espacio privilegiado en la tercera circunscripción del país como candidata a una diputación federal plurinominal.
El sinaloense Oceguera es al menos un político divertido, dicharachero y madracista —de hueso colorado— y también bueno para echar puñetazos.
En 1997, justo cuando el PRI perdió por primera vez la mayoría parlamentaria en la Cámara de Diputados federal hubo constantes roces y hasta peleas, se recuerda en particular aquella en la que de un efectivo derechazo de Oceguera mandó al piso a uno de sus homólogos del PRD y al que le advirtió: “Y si me vuelve a provocar le parto su madre de nuevo…”.
Para el sinaloense es la segunda vez que llega a la entidad a cubrir tareas de su partido, en 2001 fungió como representante del PRI ante el Consejo Estatal Electoral para la elección extraordinaria que ganó el priista Manuel Andrade Díaz.
¿Quién será el primero…?
¿Ayuntamientos o presidentes municipales en campaña?
“Gracias señor presidente por las obras realizadas, aquí seguimos con todo apoyando como usted al que se fue, a nuestro amigo para que sea gobernador…”. Cuauhtémoc Muñoz, el alcalde sustituto de Centro, asintió con la cabeza y aplaudió la intervención del líder de la villa Playas del Rosario.
Esa expresión no es única, porque se repite hasta en el último reducto del municipio a donde acude el edil. Todo está previamente acordado.
La queja de la burocracia del Ayuntamiento es real, los mandan a cubrir eventos del PRI, a aplaudirle a Chucho Alí como sucedió en el Teatro al aire libre del Parque Tabasco, donde los 17 mil asistentes (según los organizadores) se convirtieron en 8 mil 500 cuando el candidato iba a la mitad de su discurso porque abandonaron el recinto, pero todavía peor cuando tocó el turno a Pedro Joaquín Coldwell, el dirigente nacional del tricolor, porque apenas quedaron menos de mil asistentes, el resto se había marchado.
Testigos: Benito Neme Sastre, Roberto Madrazo Pintado, Manuel Andrade Díaz, alcaldes, diputados, reporteros y todos los que estuvieron allí presentes.
En Comalcalco, su alcalde, Alejandro Medina despacha en los cafés y restaurantes de Villahermosa, pero no asuntos de su administración sino de la campaña de Alí, mientras los reclamos de “sus gobernados” van en aumento.
Los compromisos de campaña no los ha cumplido y pesan sobre él graves anomalías que pronto llegarán al Congreso y por las que en algún momento tendrá que responder.
Es bastante claro que la burocracia en su inmensa mayoría no apoya este tipo de trabajos políticos, pero que muchos terminan cubriendo ante la amenaza de despidos. Así que el apoyo al candidato es, en realidad, mínimo.
¿Y qué dice a todo esto el Congreso? Cada vez se parecen más aquella expresión de “ni los ve, ni los escucha”. Cada quien hace lo que quiere…
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