En 19 años, el Club de beisbol propiedad de los tabasqueños ejerció más de 700 mdp y desde esa fecha, salvo en 1994, cosecha fracaso tras fracaso; en 2012 absorberá casi 45 mdp del presupuesto
Luis Enrique Martínez / luisenriquemarh@hotmail.com
Una nueva temporada de beisbol profesional iniciará el próximo 17 de marzo en el “Parque Centenario del 27 de Febrero”. Se presenta la oportunidad para que la directiva del Club Olmecas de Tabasco transparente el recurso público que recibe anualmente.
Tras obtener el campeonato de la Liga Mexicana de Beisbol en 1994, la novena propiedad del gobierno estatal viene de fracaso en fracaso. A pesar de ello, el presupuesto recibido durante ese tiempo ha sido superior a los 700 millones de pesos.
El cálculo es conservador porque tanto el presidente del Consejo de Administración, Roger Pérez Évoly, como el presidente Ejecutivo, José Enrique Rovirosa Priego, indistintamente evaden el tema. “Es poco el presupuesto”, acaso logran responder.
Sin embargo, a mediados de 2011, la directora del Instituto de la Juventud y el Deporte de Tabasco (Injudet), profesora Melchi Franco Ruiz, declaró que el 60 por ciento del presupuesto anual de la dependencia a su cargo lo absorbe el equipo de beisbol.
En los últimos cinco años la partida destinada a la dependencia rectora del deporte estatal de aficionados ha sido superior a los 50 millones de pesos. Para el cierre de sexenio el presupuesto se elevó a 79 millones 753 mil 951.47 pesos.
La revelación de Franco Ruiz no fue desmentida por los directivos del equipo, lo cual significa que para la temporada primaveral 2012, Olmecas de Tabasco dispondrá de alrededor de 45 millones de pesos del erario.
Así, pues, la suma acumulada durante cerca de 19 años —desde 1993 en que pasó a ser propiedad del gobierno estatal— asciende a más de 700 millones de pesos que durante ese tiempo sólo le han dado una satisfacción a la afición al beisbol.
Y lo más lamentable del asunto, según los propios aficionados, es que en ese presupuesto acumulado no se contabilizan las ganancias por la venta de boletos de entrada, espacios publicitarios, comida, refrescos, cervezas y todo tipo de recuerdos alusivos al equipo, etcétera.
Augurio fatal
Dos fracasos consecutivos acumulaban Olmecas de Tabasco en igual número de partidos de preparación celebrados hasta el sábado 25. Pero la directiva del equipo, como en otras temporadas, no deja de prometer que esta vez se repetirá la hazaña de 1994.
La afición recibe con incredulidad las declaraciones de Rovirosa Priego, Pérez Évoly y del manager Raúl Cano. Las derrotas ante Tigres de Quintana Roo y Delfines de Ciudad del Carmen dejaron un amargo sabor de boca al publico del “Parque Centenario del 27 de Febrero” y del estadio del municipio de Paraíso.
Para enfrentar la próxima temporada, 24 jugadores del equipo se presentaron al primero de 15 entrenamientos el lunes 6 de febrero. Según los conocedores, la plantilla no es semejante a la de los Tigres de Quintana Roo que trae al veterano José Canseco pero tampoco es para echar las campanas al vuelo.
A pesar de ello, la directiva desborda optimismo. Confía en los siguientes jugadores para pasar a los juegos de postemporada, al menos:
Leonardo González, David Villegas, Gaudencio Aguirre, Alfredo Acosta, Jorge Luis Ibarra, Carlos Francisco Ramos, Sergio García, Jesús Romo, Omar de la Torre, Jesse Castillo, Raúl Sánchez, Mario Santana, Iván Cervantes, Luis Porchas, Henry Mateos, Ramón Orantes, Ángel Araiza, Jorge Dryjanski, Juan Reyes, Rubén Miranda, Andrés Pérez, William Vizcarra, Fernando Pérez-Abreu, Christian Valdés, David Port, Jorge Ibarra, Juan Reyes, Edgar Huerta, Roberto Novoa, Miguel Duarte…
Un plantel que, según Pérez Évoly y Rovirosa Priego, podrá dar satisfacciones a una afición acostumbrada a llenar el estadio local hasta que disminuye la efectividad de la novena.
Un fracaso más en la temporada que arrancará el próximo 17 de marzo, podría, según los críticos que analizan las disminuidas finanzas del gobierno estatal, abrir la puerta a la venta del equipo a particulares. O, en su caso, la renovación de una directiva sin éxito.
Hace tres años, el gobernador Andrés Granier Melo exploró esa posibilidad cuando declaró al reportero que la venta del equipo no era imposible sino que quería conocer a los empresarios dispuestos a su compra: “Que me los presenten y veremos…”.
Tras obtener el campeonato de la Liga Mexicana de Beisbol en 1994, la novena propiedad del gobierno estatal viene de fracaso en fracaso. A pesar de ello, el presupuesto recibido durante ese tiempo ha sido superior a los 700 millones de pesos.
El cálculo es conservador porque tanto el presidente del Consejo de Administración, Roger Pérez Évoly, como el presidente Ejecutivo, José Enrique Rovirosa Priego, indistintamente evaden el tema. “Es poco el presupuesto”, acaso logran responder.
Sin embargo, a mediados de 2011, la directora del Instituto de la Juventud y el Deporte de Tabasco (Injudet), profesora Melchi Franco Ruiz, declaró que el 60 por ciento del presupuesto anual de la dependencia a su cargo lo absorbe el equipo de beisbol.
En los últimos cinco años la partida destinada a la dependencia rectora del deporte estatal de aficionados ha sido superior a los 50 millones de pesos. Para el cierre de sexenio el presupuesto se elevó a 79 millones 753 mil 951.47 pesos.
La revelación de Franco Ruiz no fue desmentida por los directivos del equipo, lo cual significa que para la temporada primaveral 2012, Olmecas de Tabasco dispondrá de alrededor de 45 millones de pesos del erario.
Así, pues, la suma acumulada durante cerca de 19 años —desde 1993 en que pasó a ser propiedad del gobierno estatal— asciende a más de 700 millones de pesos que durante ese tiempo sólo le han dado una satisfacción a la afición al beisbol.
Y lo más lamentable del asunto, según los propios aficionados, es que en ese presupuesto acumulado no se contabilizan las ganancias por la venta de boletos de entrada, espacios publicitarios, comida, refrescos, cervezas y todo tipo de recuerdos alusivos al equipo, etcétera.
Augurio fatal
Dos fracasos consecutivos acumulaban Olmecas de Tabasco en igual número de partidos de preparación celebrados hasta el sábado 25. Pero la directiva del equipo, como en otras temporadas, no deja de prometer que esta vez se repetirá la hazaña de 1994.
La afición recibe con incredulidad las declaraciones de Rovirosa Priego, Pérez Évoly y del manager Raúl Cano. Las derrotas ante Tigres de Quintana Roo y Delfines de Ciudad del Carmen dejaron un amargo sabor de boca al publico del “Parque Centenario del 27 de Febrero” y del estadio del municipio de Paraíso.
Para enfrentar la próxima temporada, 24 jugadores del equipo se presentaron al primero de 15 entrenamientos el lunes 6 de febrero. Según los conocedores, la plantilla no es semejante a la de los Tigres de Quintana Roo que trae al veterano José Canseco pero tampoco es para echar las campanas al vuelo.
A pesar de ello, la directiva desborda optimismo. Confía en los siguientes jugadores para pasar a los juegos de postemporada, al menos:
Leonardo González, David Villegas, Gaudencio Aguirre, Alfredo Acosta, Jorge Luis Ibarra, Carlos Francisco Ramos, Sergio García, Jesús Romo, Omar de la Torre, Jesse Castillo, Raúl Sánchez, Mario Santana, Iván Cervantes, Luis Porchas, Henry Mateos, Ramón Orantes, Ángel Araiza, Jorge Dryjanski, Juan Reyes, Rubén Miranda, Andrés Pérez, William Vizcarra, Fernando Pérez-Abreu, Christian Valdés, David Port, Jorge Ibarra, Juan Reyes, Edgar Huerta, Roberto Novoa, Miguel Duarte…
Un plantel que, según Pérez Évoly y Rovirosa Priego, podrá dar satisfacciones a una afición acostumbrada a llenar el estadio local hasta que disminuye la efectividad de la novena.
Un fracaso más en la temporada que arrancará el próximo 17 de marzo, podría, según los críticos que analizan las disminuidas finanzas del gobierno estatal, abrir la puerta a la venta del equipo a particulares. O, en su caso, la renovación de una directiva sin éxito.
Hace tres años, el gobernador Andrés Granier Melo exploró esa posibilidad cuando declaró al reportero que la venta del equipo no era imposible sino que quería conocer a los empresarios dispuestos a su compra: “Que me los presenten y veremos…”.
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